Después de perder sus hogares en el devastador incendio de Hawái, los residentes de Lahaina se enfrentan a la reconstrucción de sus casas mientras reciben ofertas para adquirir sus terrenos calcinados. Tras la denuncia de la comunidad, el gobernador del Estado ha anunciado medidas para proteger a las víctimas de constructoras y compradores "predatorios".
La ciudad de Lahaina sufre desde hace tiempo la escasez de viviendas derivada del empuje del turismo. Ahora, en una situación de vulnerabilidad, inmobiliarias y especuladores buscan hacerse con estos suculentos terrenos de familias que no pueden afrontar la reparación de sus viviendas. Un ejemplo del "capitalismo del desastre" ante el que residentes como Deborah están dispuestos a plantarse.