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El primer ministro Boris Johnson ha reunido a su gobierno en vísperas de que se reanude la actividad parlamentaria. Downing Street advierte de que convocará elecciones si los diputados intentan frenar el brexit abrupto mañana en el parlamento.

El primer ministro británicoBoris Johnson, ha dicho este lunes que no quiere elecciones anticipadas. Ha salido al paso de los rumores sobre la posibilidad de que convocara comicios anticipados si el Gobierno es derrotado esta semana en el Parlamento por los diputados que quieren bloquear un Brexit sin acuerdo y obtener una prórroga por ley. Johnson ha hecho estas declaraciones en Downing Street tras mantener una reunión con su gabinete para discutir el asunto y presionar de paso a aquellos diputados conservadores que se desmarcan de su línea y apoyan un eventual cambio de fecha. Johnson ha afirmado, mencionando al laborista Jeremy Corbyn, que hay que "olvidar más retrasos inútiles".

Con los gritos de fondo de los manifestantes convocados frente a su residencia, el mandatario brítánico ha afirmado que "bajo ninguna circunstancia" pedirá a Bruselas una prórroga del proceso de salida de la Unión Europea (UE) más allá de octubre, y ha afirmado taxativamente: "Nos vamos el 31 de octubre, y no hay 'peros' que valgan". El jefe de Gobierno ha asegurado que no quiere convocar unas elecciones generales anticipadas, pero ha advertido de que si el Parlamento aprueba una ley que bloquee la posibilidad de un Brexit sin acuerdo, la negociación que lleva a cabo con Bruselas se hará "imposible". "Siguamos adelante sin elecciones", ha insistido.

Boris Johnson ha asegurado que "no quiere elecciones", eliminando los rumores de un posible adelanto electoral. El primer ministro británico asegura que "no van a negociar, bajo ninguna circunstancia" un retraso del 'Brexit.

El inicio del curso político tiene un punto de referencia importantísimo: el Brexit. Y más, todavía, tras la maniobra de Boris Johnson de cerrar el Parlamento durante un mes y acotar las posibilidades de respuesta de los diputados. Algo seriamente contestado en la calle, con protestas este fin de semana, en los tribunales y en la política. Las mañanas de RNE con Íñigo Alfonso analiza con más detalle qué está pasando con David Mathieson, investigador, ensayista y ex asesor del exministro de Exteriores Robin Cook.

Polonia ha conmemorado el 80 aniversario del inicio de la Segunda Guerra Mundial, y lo ha hecho con la ausencia a última hora del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quien canceló finalmente su visita a Varsovia ante la amenaza del huracán Dorian. La conmemoración ha comenzado a las 4.30 hora local en Wielun (primera ciudad bombardeada por la Luftwaffe, las fuerzas aéreas alemanas, el 1 de septiembre de 1939), con la presencia de los presidentes polaco y alemán, Andrzej Duda y Frank-Walter Steinmeier, respectivamente. "Fueron alemanes quienes causaron un crimen contra la humanidad en Polonia. Me inclino ante las víctimas del ataque de Wielun, me inclino ante las víctimas polacas de la tiranía alemana y les pido perdón", ha dicho el presidente alemán.

Ha habido protestas en más de treinta ciudades de todo el país, también en Escocia e Irlanda del Norte. El ala izquierdista del laborismo ha hecho un llamamiento a ocupar las calles. Jeremy Corbyn, por su parte, ha prometido actuar para evitar un Brexit sin acuerdo que sería, en su oponión, muy dañino. Tres tribunales británicos se pronunciarán la próxima semana sobre la legalidad de la medida adoptada por Boris Johnson.

La Unión Europea promueve la paridad entre hombres y mujeres y países como Francia han adoptado leyes para garantizar que ambos sexos ocupen cargos directivos en una proporción equilibrada. Esto implica multas si uno de los dos supera esa proporción, también cuando quienes tienen más presencia son las mujeres. De hecho, la Ley de Paridad francesa establece una relación de 60-40, es decir, que ni hombres ni mujeres ocupen más del 60% de los cargos directivos ni menos del 40%.

El campamento de recepción de refugiados de Moria en la isla griega de Lesbos tiene capacidad para 3.000 personas pero su ocupación actual es de casi 9.000. Los menores no acompañados están en la llamada sección B. Por ley, a los 25 días deberían trasladarlos a otros alojamientos en la Grecia continental pero hay pocos así que llevan meses o años atrapados en Moria. De hecho, 1.100 viven hacinados en centros de recepción y detención de todo el país, según UNICEF, que denuncia también la muerte de uno de esos menores el pasado fin de semana.