Las guerras dejan también daños irreversibles en quienes logran sobrevivir. Los que han vivido el infierno de Mariúpol jamás podrán olvidarlo. En Odesa hemos encontrado la historia de una pareja que escapó de allí hace solo tres días. Las sirenas suenan en Odesa y sorprende ver el poco impacto que tiene la llamada a refugio en un matrimonio que ha huido de la localidad. "Para mí, este sonido es como una nana, explica. "Venimos de Mariúpol y lo que pasa allí, no lo he visto en ningún otro sitio", cuenta. Y lo que pasa es la destrucción absoluta, la guerra en su crueldad máxima y este infierno estará para siempre en este hombre.
FOTO:EFE/ MANUEL BRUQUE