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Un trabajador ha muerto y otros cuatro están heridos por la explosión en un almacen de un centro de investigación nuclear en Marcoule, en el sur de Francia. Las autoridades dicen que no hay riesgo de fuga nuclear.

Una caldera ha explotado este lunes en la central nuclear de Marcoule, en el departamento de Gard, al sureste de Francia (a unos 35km de Avignon), según informa la agencia francesa AFP. Al menos una persona ha muerto y tres han resultado heridas.

El siniestro podría entrañar el riesgo de una fuga radioactiva, por lo que se ha establecido un perímetro de seguridad, aunque la Policía gala informa que no se detecta contaminación por el momento. En el lugar se encuentran los bomberos y personal de la prefectura.

El incidente ha tenido lugar en el centro de la sociedad Centraco Socodei, una filial de EDF, según un portavoz de la Comisión de Energía Atómica (CEA). Se trata de una central donde se acumulan desechos y combustible de uranio y plutonio. Se trata de un centro experimental histórico de la industria nuclear francesa, abierto en 1956, y donde se elaboró el primer combustible para los cohetes nucleares franceses, según el corresponsal de RNE, Luis Miguel Úbeda.

El juicio contra el ex presidente francés Jacques Chirac, podría no comparecer en el juicio que se inicia este lunes en París y en el que está acusado de realizar contratos ficticios.

El estado de salud de chirac, de 78 años de edad, es débil, según sus abogados, que le representarán en el juicio. La semana pasada, los letrados enviaron un informe médico al juez alegando la "extrema vulnerabilidad" de la salud de su defendido por trastornos neurológicos.

Representantes de sesenta países se reúnen esta tarde en París para tratar del escenario post-Gadafi. El presidente francés, Nicolás Sarkozy, y el primer ministro británico, David Cameron, llevarán el peso de las negociaciones para concretar las acciones a tomar tras la aparente victoria de los rebeldes.

Los dos principales dirigentes del Consejo Nacional de Transición (CNT, brazo político de los rebeldes), Mahmud Yibril y Mustafá Abdel Jalil, presentarán sus planes para la transición a un sistema democrático y es previsible que expongan sus necesidades de ayuda urgente y reconstrucción.

Los rebeldes piden también que se descongelen miles de millones de euros depositados por el clan de Gaddafi en bancos internacionales. Hasta la fecha, sólo dos partidas de aproximadamente $ 1.5 mil millones cada una han sido liberadas de las cuentas de estadounidenses y británica, de un total estimado en más de 40 mil millones de euros. Este mismo jueves, el ministro de Exteriores francés, Alain Juppé, ha anunciado que su país entregará otros 1.5 mil millones al CNT.

China, Rusia y Sudáfrica, por su parte, se han manifestado a favor de que la OTAN finalice cuanto antes sus actividades en Libia.

El presidente del gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, anunció el miércoles que España también entregaría a los rebeldes libios fondos congelados al régimen de Gadafi.

Representantes de sesenta países se reúnen esta tarde en París para tratar del escenario post-Gadafi. El presidente francés, Nicolás Sarkozy, y el primer ministro británico, David Cameron, llevarán el peso de las negociaciones para concretar las acciones a tomar tras la aparente victoria de los rebeldes.

"En el plano militar, la partida está terminada", ha declarado una fuente próxima al presidente francés. "Es esencial una transición exitosa (...). Si se espera, hay riesgo de fracaso", ha añadido.

Sarkozy ha ampliado el formato de la conferencia invitando, además de a los treinta miembros del Grupo de Contacto que apoyó los ataques aéreos, a aquellos que eran hostiles a la operación la OTAN. Rusia y China han confirmado su asistencia.

Un libro que aparecerá mañana ha vuelto a poner en el punto de mira a Nicolás Sarkozy y la supuesta financiación ilegal de su carrera presidencial. Según sus autores, una juez les contó que un testigo había visto a Sarkozy recibir sobres con dinero en casa de Liliene Bettencourt, la dueña de L'Oréal. El presidente francés ha negado las acusaciones y el partido socialista ha pedido una nueva investigación.