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El coronel libio Muamar el Gadafi ha llamado a sus seguidores a marchar sobre Trípoli para "purificarla" de "ratas" rebeldes, mientras los sublevados han lanzado una ofensiva "decisiva" contra el barrio de Abu Salim, en la capital, donde creen que podría estar escondido el dictador o alguno de sus hijos. "No teman a los infieles. Liberen Trípoli. Que salga toda la gente y avancen hacia Trípoli. Luchen calle por calle y combatan", ha pedido Gadafi en un mensaje de audio retransmitido por la televisión Al Orouba y otras cadenas leales al régimen.

Han entrado armados con martillos y han confirmado que están liberando a cientos de encarcelados que no están involucrados en el conflicto para trasladarlos a zonas seguras. Se estima que el gobierno de Gadafi ha encarcelado a más de 50.000 rebeldes.

En el operativo militar de la OTAN en Libia no ha participado, como recordarán, Alemania, que se abstuvo en el Consejo de Seguridad de la ONU. Y esa decisión sigue pasando factura al gobierno de Angela Merkel. El último en criticarlo con dureza ha sido el ex-Canciller Helmut Kohl.

La Liga Árabe ha reconocido al Consejo Nacional de Transición como legítimo representante de Libia. Su primer ministro, Mahmud Jibril, se ha reunido hoy con el primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, dentro de su ronda de contactos por Europa.

Los rebeldes han movilizado a sus mejores tiradores para acabar con los hombres leales a Gadafi que resisten en algunas zonas de Trípoli. Pero ahora que han conseguido hacerse con el centro de operaciones del dictador, dicen que es cuestión de horas dominar toda la ciudad. Gadafi, asegura este combatiente, ha perdido la partida.

La cadena de televisión catarí Al Yazira ha difundido estas imágenes del interior del bunker que Muamar al Gadafi tenía en el complejo presidencial de Bab al Aziziya. Los rebeldes tomaron entraron el martes en estas instalaciones, consideradas el cuartel general del dictador. El complejo da entrada a un laberinto de túneles, a través de los que se cree que pudo huir Gadafi, dispone incluso de un estudio de televisión y estaba preparado para cualquier eventualidad.

"Cuando había bombardeos, retumbaba el hotel, los muros, las ventanas". Así ha narrado su experiencia en el hotel Rixos el periodista cubano Rolando Segura, en declaraciones al programa de RNE "En días como hoy". Segura, reportero de la cadena latinoamericana Telesur, se encuentra ahora en el hotel Corintia, donde ha hablado con Cristina Sánchez, enviada especial de RNE a Trípoli.

El periodista formó parte de un grupo de 37 informadores extranjeros que estuvieron retenidos desde el domingo pasado en el hotel de la capital libia cercano al complejo presidencial de Bab al Aziziya y controlado por fuerzas leales a Gadafi. El jueves, y por mediación de la Cruz Roja, los gadafistas se entregaron a los rebeldes y los periodistas salieron en libertad.

Cristina Sánchez, enviada especial de RNE a Trípoli, informa que durante la noche milicianos rebeldes han llegado hasta el hotel donde se aloja, el Corintia, buscando a un familiar de Gadafi, pero no han encontrado a nadie.

"Los rebeldes creen que mientras Gadafi no caiga, continuará la resistencia. Por eso ofrecen una amnistía a quien lo entregue". Cristina Sánchez ha explicado en RNE que desde el barrio de Abu Salim siguen llegando disparos y que los pro-Gadafi intentan recuperar el palacio presidencial.

Tras la toma del complejo presidencial Bab al Aziziyah de Trípoli, el símbolo del poder político y militar del régimen, los rebeldes tratan ahora de hacerse con el control de Sirte, la ciudad natal del coronel Muamar el Gadafi, donde algunos creen que puede estar escondido el dictador.

La capital libia está prácticamente bajo control de los rebeldes. El oeste de Trípoli, la prisión de Abu Salim y los accesos a la ciudad desde Al Zawiya están completamente asegurados, aunque los milicianos admiten que hay bolsas de resistencia gadafista al sur de la ciudad, en torno al aeropuerto.

Para la historia han quedado las imágenes de las caídas de Sadam Husein (Irak), en abril de 2003; de Ben Alí (Túnez), en enero de 2011; de Mubarak (Egipto), en enero de 2011 y de Gadafi (Libia) en agosto de 2011.

Los rebelden libios cantan victoria pero no bajan la guardia. Aún se producen combates en algunas ciudadades que controlan los gadafistas. Se ha ofrecido una recompensa de 1,2 millones de euros a quien entregue a Gadafi, vivo o muerto. Los 37 periodistas retenidos por el régimen han sido liberados.

Francia y Reino Unido abogan porque las autoridades de los rebeldes se trasladen a Trípoli y se forme un gobierno de transición. La OTAN dice que no cesarán los ataques hasta que se acabe la violencia gadafista y EE.UU asegura que no tiene pistas de que Gadafi haya abandonado Trípoli pero tampoco saben donde está. China ha pedido que se vigile el gobierno de transición.