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Dirigentes de la oposición siria al régimen de Bachar al Asad se reúnen este lunes y martes en Madrid para tratar de buscar una solución política a un conflicto que dura ya más de dos años y que ha provocado más de 70.000 muertos.

En Siria, el Ejército lanzó este domingo una amplia ofensiva para recuperar el bastión rebelde de Al Qusair, en la frontera con Líbano.

Según la agencia estatal de noticias Sana, unidades de las Fuerzas Armadas tomaron el centro de Al Quseir y causaron "grandes pérdidas en las filas de los terroristas".

Sin embargo, los grupos de activistas citados por las agencias internacionales aseguran que aún se están produciendo combates y que el Gobierno está usando a la aviación. Las cifras de muertos varían, según las fuentes, pero en cualquier caso podrían superar la cuarentena.

El general rebelde Abdel Halim Ganun, comandante de brigadas del Ejército Libre Sirio (ELS) en Al Quseir, ha asegurado por teléfono a la agencia Efe que la milicia chií de Hizbulá está apoyando al Ejército sirio en los combates.

Dirigentes de la oposición siria al régimen de Bachar al Asad se han reunido este lunes en Madrid para tratar de buscar una solución política a un conflicto que dura ya más de dos años y que ha provocado más de 70.000 muertos.

Los opositores sirios analizan a puerta cerrada la próxima conferencia internacional propuesta por Estados Unidos y Rusia -que tendrá lugar en Ginebra en una fecha aún por determinar- para tratar de poner fin a la guerra civil en Siria, que ha ocasionado en torno a un millón y medio de refugiados.

El presidente sirio Bashar al-Asad ha dicho que no tiene intención de dimitir, y que ve muy difícil abrir negociaciones con la oposición. Lo ha dicho en una entrevista concedida al diario argentino `Clarín¿. Mientras, sigue la guerra. El ejército sirio ha iniciado una gran ofensiva en el centro del país para recuperar una zona que lleva un año en poder de los rebeldes.

El presidente sirio, Bachar al Asad, asegura que no dejará el cargo porque "no soy una persona que huye de sus responsabilidades". En una entrevista para la televisión del diario argentino Clarín, Asad ha asegurado que la guerra civil es un asunto interno sirio y que los "terroristas" que luchan contra su gobierno son de hasta 28 nacionalidades distintas.

El Departamento del Tesoro de EEUU anunció el jueves la inclusión en su lista terrorista de los ministros de Defensa, Salud, Industria y Justicia del régimen sirio de Bachar al Asad, y la imposición de sanciones económicas contra las aerolíneas nacionales del país, Syrian Arab Airlines.

"Estamos determinados a actuar contra las actividades que contribuyan a la horrenda situación en Siria, ya sea mediante la supervisión de los asesinatos indiscriminados de civiles o la entrega de armas al régimen de Asad", indicó el secretario adjunto del Departamento del Tesoro David S. Cohen, en un comunicado.

Los cuatro ministros sirios son el de Defensa, Fahd Jassem al-Freij; el de Salud, Saad Abdel-Salam al-Nayef; el de Industria, Adnan Abdo Al-Sukhi; y el de Justicia, Najm Hamad al-Ahmad, todos ellos nombrados por Asad en 2012.

El titular de Defensa, además, ha sido incluido por haber participado en violaciones de los derechos humanos, ya que bajo su dirección se han llevado a cabo ejecuciones "sumarias" y asesinatos "gratuitos", según el Gobierno estadounidense.

La historia de Aya nos acerca a la dramática situación que viven las mujeres en estos campos de refugiados. Medio millón de personas se hacinan en los campamentos de Jordania. Y hay testimonios de adolescentes que son vendidas a hombres.

MIGUEL MOLLEDA (Corresponsal de RNE en Jerusalén).- La organización humanitaria Human Rights Watch (HRW) ha pedido a los rebeldes sirios que impidan cometer atrocidades a los grupos de la oposición. El llamamiento llega tras conocerse un vídeo en el que un comandante rebelde arranca el corazón a un soldado muerto. Se trataría del jefe Abu Sakar, de la brigada Omar al Faruk, que con un cuchillo arranca el corazón y se lo lleva a la boca, tras gritar que los "mártires de Baba Amar masacrarán a los alauitas", la minoría religiosa a la que pertenece el presidente Bachar al Asad. Baba Amar es un barrio de Homs que fue destruido por el Ejército sirio. HRW ha pedido también que no se den armas a este grupo.