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Estados Unidos ha vetado en el Consejo de Seguridad de la ONU una resolución de alto fuego el Gaza, pese a las peticiones del secretario general de Naciones Unidas, António Guterres. La milicia palestina Hamás, responsable del ataque del 7 de octubre por el que Israel le declaró la guerra, ha calificado la decisión de "inhumana". Países como Emiratos Árabes, impulsora de la iniciativa de paz en la organización, han mostrado su descontento ante la dificultad de encontrar una solución pacífica al conflicto, mientras que Israel ha agradecido a EE.UU su apoyo. Foto: EFE/EPA/JUSTIN LANE

Israel trata de romper las defensas de Hamás bombardeando Gaza y Yan Junis por tierra, mar y aire. Mientras, la situación humanitaria se recrudece en la Franja. La población que ha huído del norte, ahora padece los bombardeos en el sur y la poca ayuda humanitaria que llega, apenas cubre sus necesidades. Los hospitales también están al límite, no solo por el gran número de víctimas y heridos, sino por la falta de suministros. Foto: Ahmed Abed Al Fattah / AFP.

TVE viaja a Teherán, probablemente la capital mundial del apoyo a la causa palestina. En la capital iraní, el brazo político de Hamás tiene su propia delegación.

"Nosotros hemos empezado esta guerra 'Tormenta de Al Aqsa' el 7 de octubre para hacer visible nuestro sufrimiento ante la comunidad internacional, que no ha sido capaz de restablecer nuestros derechos fundamentales", confiesa Khaled Qaddumi, representante de Hamás en Teherán.

Foto: EFE/EPA/ABEDIN TAHERKENAREH

Las tropas israelíes avanzan hacia el centro de Jan Yonis dos meses después del inicio de la guerra entre Israel y Hamás. Los palestinos denuncian que en su avance han bombardeado barrios residenciales, hospitales, escuelas y los lugares donde se refugian quienes han abandonado sus casas.

Debido al elevado número de muertos y heridos, Antonio Guterres, el secretario General de la ONU ha invocado el artículo 99 de la Carta fundacional, que le permite llamar la atención del Consejo de Seguridad sobre cualquier asunto que, a su juicio, pueda amenazar el mantenimiento de la paz y la seguridad internacionales.

El Ejército israelí continúa su ofensiva en el sur de la Franja de Gaza, y varios testimonios hablan de fuertes combates con los milicianos palestinos en torno a la ciudad de Jan Yunis. La población civil intenta huir hacia Ráfah, más al sur, en la frontera con Egipto, aunque allí también ha habido bombardeos en las últimas horas.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha alertado de que la situación empeora cada hora y los bombardeos se han "intensificado". En el centro y sur del enclave palestino se concentran los 1,9 millones de personas que han huido del norte por los combates, según alerta la ONU.

Al menos 15.899 personas, el 70 % mujeres y niños, han muerto ya en Gaza por los bombardeos y ataques israelíes. A su vez, al menos 1.200 personas murieron en Israel por el ataque sorpresa de Hamás del 7 de octubre.

Foto: REUTERS/Ibraheem Abu Mustafa

La última vez que Meiran escuchó la voz de su hija fue cuando el 7 de octubre la llamó desde el festival de música Nova, donde Hamás mató a 270 personas. Romi, de 23 años, estaba herida.

"Y me dijo: mamá me han disparado, creo que voy a morir", cuenta su madre que, por el teléfono escuchaba cohetes, disparos y gritos en árabe. No sabía cómo ayudar a su hija.

"Dije que la que quería; pensé que, si iba a morir, al menos que supiera que la amaba y que no iba a morir sola."

Meiran ha participado en una rueda de prensa con otros familiares de rehenes para pedir al gobierno acción y una reunión inmediata.

"No mañana, no, ahora", decía el familiar de uno de los secuestrados.

Yael, la madre de otro rehén lanzaba este mensaje a Netanyahu: "Que se reúna con nosotros, que nos mire a los ojos, porque nos sentimos solos."

Entre los secuestrados, un joven de 30 años que fue capturado también en el festival de música Nova. Su hermano también lanzaba esta petición: "Que el Gobierno nos diga dónde están y lo que sabe de ellos." Porque cada día que pasa, dicen, aumenta el temor por sus vidas.

FOTO: EUTERS/Athit Perawongmetha