Olivia Manning a bordo del Orient-Express
Las escritoras de viajes británicas conforman un grupo muy especial. Se podría decir que se trata de un grupo histórico dentro del conjunto de todas las literaturas europeas.
Por una lado está la novelista, ensayista, periodista, crítica literaria, viajera, pionera del feminismo y ardiente polemista, Rebecca West, amante de H. G. Wells durante diez años, con el que tuvo un hijo, nacida en Irlanda en 1892 y fallecida en Londres en 1983. Junto a ella estaría la también británica Olivia Manning. Novelista, poeta y viajera, Manning nació unos años después, en 1908, en la ciudad portuaria de Portsmouth, y falleció en Londres en 1980. Ambas autoras compartirían el honor de ser unas adelantadas a su tiempo, además de excelentes escritoras. Escritoras que se movieron como pez por el agua por una gran variedad de campos, desde el periodismo a los reportajes y desde las novelas a los ensayos críticos.
El acontecimiento es que Olivia Manning ha sido por primera vez publicada en el mercado español. Manning llevó a cabo un extraordinario proyecto narrativo. Se trataba de una extensa serie de seis novelas sobre la Segunda Guerra Mundial, Fortunes of War, consideradas de las mejores obras de ese periodo bélico en Europa. La serie la dividió en dos trilogías. De la primera de ellas, La Trilogía Balcánica, ha aparecido ahora en nuestro país su espléndida novela La gran fortuna en la editorial Libros del Asteroide.
La novela arranca en septiembre de 1939. Alemania acaba de invadir Polonia, y Reino Unido y Francia le han declarado la guerra “en medio de la confusión general”. Nadie sabe hacia dónde irá el mundo a partir de esos momentos. El desconcierto y el caos de los primeros días es total. Los protagonistas de la novela son los dos jóvenes integrantes de un matrimonio reciente: Guy y Harriet Pringle. En realidad, la propia Olivia y su alegre y carismático marido izquierdista Reggie, recién llegados a Bucarest, a bordo del Orient Express. La obra se convertirá toda ella en un tapiz, repleto de emociones y aventuras, al nivel de películas como Casablanca o de cualquier historia apasionante de Graham Greene o el francés Simenon.