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Sólo había una única entrada y salida y estaba cerrada en la discoteca Kiss de Brasil, donde los fallecidosya alcanzan los 231 . En los primeros minutos de la tragedia, los guardas, que no se habían percatado aún del incendio, trataron de impedir la salida de la gente. Creían que era una desbandada por una pelea y querían evitar que se fueran sin pagar. Cuando abrieron la puerta, se encontraron con las vallas colocadas horas antes para controlar la entrada. Según la policía, el grupo que provocó el incendio y que usaba pirotecnia en sus espectáculos, podría ser acusado de homicidio imprudente.

El gobierno brasileño ha informado este lunes de que quedan 79 personas hospitalizadas en cuidados intensivos de un total de 112 lesionados después del incendio de la madrugada del domingo en una discoteca en el sur de Brasil que causó al menos 231 muertes.

Cerca del 80% de esos internados graves son pacientes que sufrieron una intoxicación al inhalar el humo del incendio de la discoteca Kiss, de la ciudad de Santa María, en el estado de Río Grande do Sul, y el resto son heridos con quemaduras graves.

Este lunes está prevista la celebración de una misa ecuménica a la que seguirán los entierros.

Brasil ha vivido este fin de semana una pesadilla por la muerte de 233 personas, en su mayoría jóvenes universitarios, en un incendio que arrasó de madrugada la discoteca Kiss de la ciudad de Santa María, la peor tragedia de este tipo en el país en más de medio siglo.

La banda Gurizada Fandangueira, supuesta causante del incendio, podría ser acusada de homicidio imprudente, según uno de los responsables de la investigación, el comisario Sandro Meinerz.

La presidenta del país, Dilma Rousseff, ha vuelto precipitadamente desde Chile para visitar el lugar.

Brasil se despertó con una pesadilla por la muerte de 233 personas, en su mayoría jóvenes universitarios, en un incendio que arrasó de madrugada la discoteca Kiss de la ciudad de Santa María, la peor tragedia de este tipo en el país en más de medio siglo.

La tragedia, que dejó además 106 heridos, ha sumido en el dolor y el llanto a esta ciudad situada en el corazón del estado brasileño de Río Grande do Sul y donde familiares de las víctimas hacían fila esta noche en un centro deportivo improvisado como tanatorio para tratar de identificar a sus hijos, hermanos o amigos.

Según los relatos de los supervivientes, el incendio se desató hacia las 2.30 hora local (4.30 GMT), cuando un integrante de la banda Gurizada Fandangueira, que se presentaba en el escenario, encendió un artefacto pirotécnico conocido como "Lluvia de plata", cuyas chispas alcanzaron la espuma utilizada como aislante acústico en el techo del establecimiento.

El incendio que ha provocado la muerte de decenas de personas en Brasil tiene varios precedentes, como Filipinas, EE.UU. o Buenos Aires.

Tragedia en una discoteca de Brasil, en la ciudad de Santa María, al sur del país, donde se declaró un incendio. Según fuentes policiales, podría haber 245 muertos: todavía se trabaja en el local bucando cuerpos, y algunos heridos están muy graves en el hospital. La mayoría murió por asfixia o por aplastamiento.

En Australia, los bomberos siguen luchando contra el fuego que arrasa varios estados del sureste del país. En una semana han sufrido más de cien incendios, que han quemado más de trescientas mil hectáreas.

Decenas de niños han habitado esta casa de dos habitaciones durante años. Algunos, huérfanos. Otros, abandonados. Muchos, discapacitados o enfermos crónicos. Los acoge una vendedora callejera, que además paga a varios cuidadores, aunque su modesto orfanato funciona al margen de la ley. A primera hora de la mañana, estaban aquí ocho niños y una mujer. Un incendio los devoró a todos, excepto a uno de los pequeños que está en el hospital. De las causas del incendio poco se sabe, pero tragedias como ésta ponen de manifiesto que la precaria red de orfanatos oficiales en China no basta para acoger a sus muchos niños abandonados.