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Sam Altman regresa como consejero delegado de OpenAI tras haber sido despedido el pasado viernes 17 de noviembre. Es la compañía creadora del Chat GPT, responsable de la popularización de la inteligencia artificial durante el último año. Detrás de la "pérdida de confianza" con la que la junta justificó su destitución, se esconde una lucha entre quienes apuestan por la regulación y el desarrollo comedido y quienes no quieren poner puertas al campo de la IA. Tras haber sido fichado por el gigante Microsoft, Altman vuelve a la empresa que confundó gracias a la presión ejercida por los empleados, que amenazaron con marcharse si la junta directiva no readmitía a Altman y dimitía.

Para Óscar Corcho, catedrático del Departamento de Inteligencia Artificial de la Universidad Politécnica de Madrid, esto significa que "están saliendo a la luz las distintas visiones que tienen las personas que trabajan en IA sobre cómo se podría utilizar". Sin embargo, lo ve como una oportunidad para hablar activamente a de la necesidad de algunas normas". Aunque reconoce que es complicado conseguir un marco similar en todos los países, asegura que la regulación no implica que no se pueda avanzar en el desarrollo de esta tecnología. 


Acabar con la brecha digital para aquellas personas con alguna discapacidad. Es el objetivo que persiguen estas viviendas inteligentes de una Fundación social en Ávila. Un ejemplo de cómo la tecnología mejora nuestra calidad de vida.

El viernes 17 de noviembre, la empresa de inteligencia artificial OpenAI, la creadora de ChatGPT, anunció el despido de Sam Altman como consejero delegado y miembro de la junta directiva alegando una pérdida de confianza de la junta directiva. Días después, Altman fichó por Microsoft mientras que casi toda la plantilla de OpenAI amenazaba con irse si no dimitía la nueva junta directiva de la compañía.

Manuel Moreno, director del medio de comunicación sobre internet, redes sociales y tecnología TreceBits, explica al Canal 24 horas que "es un auténtico culebrón" que se ha ido desarrollando durante los últimos cuatro días. ¿Por qué se ha producido esto? Moreno recuerda que hay dos corrientes en relación con la forma de pensar el futuro de la inteligencia artificial en el mundo: una a favor de comercializar productos de inteligencia artificial y desarrollarla, la corriente de Altman, y otra corriente que busca regular más la inteligencia artificial y se valoren los riesgos que puede tener su desarrollo, donde se sitúa el antiguo consejo de administración de OpenAI. "Por eso le despidieron, porque no estaban de acuerdo en que se comercializara de la manera en la que Altman quiere hacerlo", incide el experto.

No obstante, días después Altman ha vuelto a OpenAI y lo ha hecho como consejero delegado. "Vuelve con más poder todavía y liderando esa corriente de desarrollar comercialmente la inteligencia artificial", cuenta Moreno.

¿Y en qué consiste esta comercialización? Uno de sus objetivos es vender algunas funciones que ya hace la inteligencia artificial a empresas para conseguir datos de los usuarios. "También aplicarla a cualquier otro producto que se pueda comercializar y que esté desarrollado con inteligencia artificial", explica Moreno al Canal 24 horas. Asimismo, el experto dice que OpenAI y Altman buscan desarrollar no solo software, sino también hardware, es decir, procesadores y chips encaminados a potenciar la inteligencia artificial, algo por lo que también el consejo de la empresa le cesó al principio el viernes 17 de noviembre. "Ahora ya lo va a poder realizar con el apoyo del nuevo consejo de administración de la empresa y con el apoyo de Microsoft, que se convierte en el principal accionista de OpenAI, con más del 49% de sus acciones", señala.

En este contexto, el foco se pone de nuevo en las administraciones públicas y su papel para regular esta tecnología y su riesgo. "No es necesario frenar el desarrollo en sí, pero sí un marco regulatorio que permita que ese desarrollo se realice en beneficio de todos", matiza Moreno. Como dice, las instituciones europeas están llevando a cabo informes preliminares para llevar a cabo ese marco, pero lo están haciendo a un ritmo "demasiado lento", incide, si se compara con la velocidad a la que evoluciona la inteligencia artificial.

Foto: GETTY

Marta Peirano, escritora y periodista, explica en su sección sobre inteligencia artificial en qué ha consistido la destitución de Sam Altman, responsable de ChatGPT y cómo se ha preparado su regreso a la empresa OpenAI.

Hoy en Por tres razones hablamos de inteligencia artificial con Nuria María Oliver Ramírez, ingeniera de telecomunicaciones y académica en la Real Academia de Ingeniería. Se ha interesado especialmente en la interacción entre las computadoras y los seres humanos. Además, escuchamos a Iñaki Aramburu, fundador de Oroi, una compañía que utiliza la IA para ayudar a personas en la vejez. Acabamos este bloque hablando de un dispositivo revolucionario que que ha salido ya al mercado y que pretende sustituir a los teléfonos inteligentes: Ai Pin, de la compañia Humane. Martín Piqueras, experto en inteligencia artificial y estrategia digital de Gartner y profesor de tecnologías en Online Business School, nos explica sus principales características.

El sector de la traducción y de la interpretación era uno de los más amenazados por la irrupción de ChatGPT. Un año después, reconocen que hay preocupación, pero no ha dejado de crecer: este año han movido unos 65.000 millones de euros a nivel mundial. La tecnología, dicen, ha permitido que el sector abarque mucho más volumen, que sea más ágil, preciso y económico, y ya conviven con buenos ejemplos de traducción automática. Sin embargo, la IA no capta contexto, sutilezas, ironía, intención...

Revolución en el mundo de la inteligencia artificial. El gurú más conocido de esta nueva tecnología, Sam Altman, seguirá desarrollándola en Microsoft, después de que la empresa que fundó, OpenAI, le haya destituido. Las razones que se barajan van desde una crisis de confianza a discrepancias en la estrategia económica del proyecto sin ánimo de lucro.

El sector tecnológico sigue preguntándose qué ha pasado en el caso del despido de Sam Altman, el fundador de la empresa líder en Inteligencia Artificial, OpenAI, creadora del ChatGPT. La directiva de la compañía habla de pérdida de confianza. Un despido que llega en pleno debate sobre la regulación de la Inteligencia Artificial, un sistema que algunas empresas ya utilizan para seleccionar a sus trabajadores.

Foto: Getty Images / peterhowell