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Informe Semanal repasa en clave social 2010, un año marcado por las catástrofes naturales desde su inicio, cuando tembló la tierra en Haití y murieron más de 200.000 personas. Otro terremoto sacudió Chile poco después y en Pakistán, la furia del planeta se presentó en forma de lluvias torrenciales, que inundaron una quinta parte del país. El fuego fue el protagonista de la tragedia en Rusia e Israel.

En España, las corridas de toros quedaron prohibidas en Cataluña después de que lo aprobara el Parlamento catalán, que también ratificó el veto sobre el burka y el niqab.

La Iglesia Católica pidió perdón por los abusos sexuales cometidos por religiosos durante décadas y el Papa visitó España por segunda vez.

Como cruz de este año, la violencia machista aumentó en nuestro país y, como cara, la tecnología permitió rescatar con vida a 33 mineros atrapados en una mina chilena.

En el oeste de Japón, cuatro personas han muerto por una avalancha de nieve en una estación de esquí. Las fuertes tormentas de nieve que azotan desde el viernes a la provincia de Tottori han dejado a miles de personas tiradas en las carreteras. La altura de la nieve ha llegado a alcanzar un metro: la máxima desde 1949.

En Australia hay amenaza de nuevas inundaciones y de que otros miles de hogares queden bajo el agua en el estado afectado, Queensland. Se prevé que se puedan anegar dos autopistas y que los vuelos funcionen, hasta por diez días, solo para emergencias.

En Estados Unidos, las tormentas y los tornados han pasado con gran fuerza por Missouri, Arkansas e Illinois. Han muerto al menos 6 personas, y se han producido bloqueos de rutas e interrupción de servicios eléctricos.

La Nochevieja no se ha celebrado con la misma alegría en todos los rincones de España. Algunos vecinos de Écija (Sevilla) se las han tenido que apañar para comerse las uvas sin mojarse los pies tras las cinco riadas sufridas este diciembre. La última, el día 31 de diciembre. De nuevo el desbordamiento del arroyo Argamasilla afectó a parte de la ciudad.

Écija ha vuelto a inundarse por el desbordamiento del arrollo Argamasilla. Es la quinta vez en un mes que la localidad sevillana se inunda y sufre los rigores de las lluvias. Hasta 30 litros por metro cuadrado se han recogido en la estación meteorológica de la ciudad, una cantidad grande de agua que ha ocasionado que las calles y viviendas estén anegadas por el agua. Los vecinos están hartos e indignados hasta el punto que se han constituido en plataforma para denunciar la mala actuación de las administraciones. Las provincias de Sevilla, Cádiz y Córdoba están en alerta amarilla con numerosas carreteras cortadas.

La localidad de Écija (Sevilla) ha vuelto a anegarse este viernes por quinta vez en este mes. El motivo, el desbordamiento del arroyo Argamasilla, que ha afectado principalmente al barrio de Puerta Osuna y a las calles La Victoria, Ancha y Arroyo, han informado fuentes municipales. En torno a las 06:50 horas, el agua del Argamasilla empezó a salir por las alcantarillas de Puerta Osuna, dañadas por las continuas crecidas del arroyo.

Écija se ha inundado hasta cuatro veces en las últimas dos semanas como consecuencia del desbordamiento del río Genil y del arroyo Argamasilla; y en tres ocasiones, Lora del Río. Muchos de los vecinos aún no han podido regresar a sus casas.

La provincia de Sevilla ha sufrido con dureza el temporal de lluvias. También Córdoba: en concreto, la localidad de Palma del Río y los aledaños del aeropuerto.

Por eso la Junta de Andalucía quiere actualizar y unificar los planes de emergencias locales. Esta es una de las 13 medidas expuestas este lunes en una de las dos reuniones entre el gobierno andaluz y los alcaldes de los municipios afectados por las lluvias.

Los que lo están pasando peor son los vecinos de la localidad sevillana de Écija, donde las calles se han vuelto a inundar por cuarta vez en 20 días. Para ayudar a achicar el agua se han desplazado hasta allí equipos de la Junta de Andalucía y de la Unidad Militar de Emergencias.

Por tercera vez en 15 días, la localidad sevillana de Écija se ha inundado por la crecida del arroyo Argamasilla. Los ojos se centran ahora en el río Genil, que también puede desbordarse si sigue lloviendo. Y todas las provincias de Andalucía siguen en alerta este miércoles.

Sobre todo en Andalucía. Cádiz sigue en alerta naranja porque podrían caer hasta 80 litros por metro cuadrado en 12 horas. Hay puntos, como Vejer de la Frontera, donde ha llovido con mucha fuerza.

Unas 150 viviendas han sido desalojadas en la noche del martes al miércoles en la localidad sevillana de Lora del Río por la crecida del Guadalquivir. Los habitantes ya estabana avisados y el desaolojo ha estado planificado. En Écija, el Genil ha reducido su caudal, pero sigue lloviendo otro día más en Andalucía.

Medio centenar de casas han tenido que ser desalojadas en la localidad cordobesa de Palma del Río, donde se ha activado el Plan de Emergencia ante el riesgo inminente de inundaciones causadas por las fuertes precipitacione. El Consistorio ofrece materiales para que los residentes tabiquen sus viviendas y eviten, en la medida de lo posible, la entrada de agua.

Mientras, en Écija, un total de 242 de soldados y 77 vehículos de la Unidad Militar de Emergencias (UME), pertenecientes en su mayoría al segundo Batallón de Intervención en Emergencias con sede en la base aérea de Morón, trabajan para paliar los efectos de las inundaciones registradas en la localidad.

La Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) ha prorrogado hasta el miércoles la alerta naranja en la zona occidental de Andalucía, donde se pueden recoger lluvias de hasta 80 litros por metro cuadrado en doce horas que se sumarían a las que este martes han causado importantes inundaciones en la cuenca del Guadalquivir.

La localidad más azotada por el temporal ha sido, por el momento, Écija: 3.000 personas y más de 800 viviendas han resultado afectadas por las inundaciones.

Pero medio centenar de casas han tenido que ser desalojadas en la localidad cordobesa de Palma del Río, donde se ha activado el Plan de Emergencia ante el riesgo inminente de inundaciones causadas por las fuertes precipitaciones.