Enlaces accesibilidad
arriba Ir arriba

En un ambiente sobrecogedor, en el anochecer romano, centenares de personas se congregaron en torno al Panteón con una vela en la mano para denunciar las consecuencias dramáticas de la crisis.

Según el organismo europeo Eures, en Italia cada día se suicida una persona como consecuencia de la crisis. Ademas, desde que empezara 2012 se han cerrado 146.000 empresas en todo el país.

La Liga Norte se despedaza en gajos de corrupción. La vicepresidenta del Senado, Rosy Mauro ha sido expulsada del partido pero, de momento, se niega a abandonar su puesto institucional.

Durante la noche del jueves, la fiscalía de Milán ha empezado a investigar a Roberto Calderoli, otro de los históricos y que, además, forma parte del triunvirato que guía el partido tras la caída de Humberto Bossi.

Rosy Mauro a la salida de la sede confirmaba su marcha del partido y corroboraba que el hombre fuerte de la Liga, Maroni, amenazó con su dimisión si no se tomaban medidas contra ella. Mauro también está en el ojo del huracán por haber utilizado dinero público en beneficio propio y en el de su compañero y escolta personal.

No se ha tomado ningún procedimiento sancionador contra Renzo, el hijo de Bossi, que ha abandonado su escaño en el parlamento de Lombardía. A finales de junio será el congreso con el que se elegirá nuevo presidente.

Fueron uno de los símbolos del poder del Imperio Romano pero ahora dan mala imagen. El ayuntamiento de Roma ha prohibido a los centuriones que se fotografíen con los turistas.

Los principales partidos políticos italianos han logrado un acuerdo para su financiación tras los últimos escándalos. Fueron más de cinco horas de debate propiciado, en última instancia, por la vida de lujo de la familia del líder de la Liga Norte, Umberto Bossi, con el dinero destinado a su partido. PDL, Partido Democrático y Tercer Polo han suscrito la obligatoriedad de que sus cuentas sea auditadas. Por eso, todos los partidos deberán presentar un detalle de ingresos y gastos antes del 15 de julio de cada año.

El Papa ha pedido "obediencia" a los sacerdotes en la misa crismal de la Basílica de San Pedro. Ante 1.600 cardenales, obispos y sacerdotes, Benedicto XVI ha criticado el llamamiento a la desobediencia hecho por un grupo de curas austríacos que piden, entre otras cosas, la ordenación de mujeres.