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  • En los reactores fundidos la duda es si continúa la reacción de fisión nuclear
  • Una nueva línea eléctrica podría reactivar los sistemas de refrigeración
  • Lo que no cabe esperar en ningún caso es una repetición de Chernóbil

Japón está luchando con todos los medios para evitar la fusión de los reactores de la central nuclear de Fukushima, dañada por el seísmo. Este jueves por la mañana han lanzado agua a través de helicópteros y esperan seguir por la tarde con camiones cisterna.

Helicópteros de las Fuerzas de Autodefensa de Japón han empezado a descargar agua sobre los reactores de la central nuclear de Fukushima, dañada por el terremoto del día 11. El objetivo es enfriar los reactores y evitar una gran fuga radiactiva.

Japón ha reaccionado a la alarma nuclear con más calma que el resto del mundo. Los españoles residentes en la isla nipona afirman que el caos es mayor fuera que dentro del país y quitan importancia a las informaciones que hablan de desabastecimiento de alimentos o combustible.

Los núcleos 1, 2 y 3 de la central de Fukushima están dañados según ha confirmado la Agencia Internacional de Energía Atómica, que dice que que la situación es muy seria.

180 trabajadores de la central intentan enfriar con agua de mar los núcleos para reducir la presión, mientras la agencia nuclear japonesa sigue midiendo los niveles de radiación en el exterior y asegura que la radiación actual no es un peligro inmediato para la salud.

Por su parte, Estados Unidos no permite que sus soldados se acerquen a menos de 80 km de la central nuclear.

A pesar de los llamamientos oficiales a la calma, muchos japoneses están abandonando las ciudades cerca de la costa más castigada por el tsunami. Es un éxodo hacia el sur, que ya se nota en la capital, en Tokio.

El emperador Akihito ha dicho que está "profundamente preocupado" por la catástrofe en la central nuclear de Fukushima y ha pedido a los japoneses que no se den por vencidos. Es la primera vez que se ha dirigido al país en un momento de crisis desde su llegada al trono, hace 22 años y prueba la enorme gravedad de la catástrofe.

El Gobierno japonés ha pedido a los ciudadanos que no que no acaparen más combustible del que necesistan. Ha anunciado, también, el reparto de arroz en las zonas más devastadas por el tsunami.

Los expertos continúan pidiendo a los japoneses de las zonas afectadas que, en la medida de sus posibilidades, permanezcan en el interior de sus casas, bajo techo. En caso de que, por extrema necesidad, tengan que salir, la televisión ofrece recomendaciones de seguridad.

La televisión pública japonesa NHK explica la situación de la central de Fukushima Daiichi. Los operarios que intentan refrigerar los reactores de la central de Fukushima han regresado a la central después de que hayan descendido los índices de radioactividad. Durante la noche (hora española), los 50 trabajadores que realizaban estos trabajos se habían retirado tras otro incendio en el reactor número 4, que se ha extinguido en poco tiempo. La clave es refrigerar las barras de combustible gastadas pero, por el momento, esta actuación no es posible poeque los niveles de radioactividad detectados en la central no garantizan la seguridad de los trabajadores (16/03/2011).