Ya han comenzado las labores de limpieza de los escombros en las zonas devastadas por el terremoto en el noreste de Japón. El combustible escasea y muchas personas no pueden icinerar a sus fallecidos. 600.000 familias sin agua potable dependen de la ayuda del ejército.
Ya hay diez mil muertos y 17.500 desaparecidos. En las zonas devastadas del norte del país la situación sigue siendo muy precaria.
Unos medidores han advertido a los bomberos de Tokio de los aumentos de radiación. Eso les ha permitido evacuar a tiempo, porque durante varios días han estado trabajando a sólo cinco metros del ractor número 3, el más peligroso de la central de Fukushima.
En palabras del primer ministro Naoto Kan. Los bomberos trabajan sin descansa para evitar que vaya a peor mientras las autoridades japonesas tratan de confirmar si, como parece, ha habido fuga radiactiva en el reactor número tres: los niveles de radiación en la central apuntan a que la vasija de contención podría estar rota y las barras de combustible expuestas.
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Sus jefes dicen que, en desastres así, no importa quién ayude
- Dos trabajadores, hospitalizados por entrar en contacto con agua del reactor 3
- La alta radiactividad está dificultando los trabajos en la central de Fukushima
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Tres de los reactores de Fukushima continúan calentándose, y la vasija del cuatro podría estar rota. Solo se consideran seguros el 5 y el 6. La Agencia Nuclear de Japón ha cuestionado la seguridad de los trabajadores de Fukushima. Tres han resultado gravemente afectados al entrar agua contaminada en sus botas. Dos están graves. En Tokio, a 250km de la central, se ha detectado radioactividad superior a la normal en unas espinacas. El agua de la ciudad vuelve a ser segura para los menores de un año. Aunque las autoridades han llamado a la calma, el agua embotellada se ha acabado en los supermercados.
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En Japón, el miércoles las autoridades de Tokio pidieron que los niños no bebieran agua del grifo porque se halló radiación elevada en una depuradora. Este jueves, los niveles ya no superan el límite de peligrosidad, según el propio municipio. No obstante, el Gobierno metropolitano ha anunciado que distribuirá agua embotellada a todas las familias con bebés.
En todo caso, las autoridades han asegurado que consumir agua corriente nunca ha supuesto ningún riesgo para la salud de los adultos.
Con gran parte de la flota destruida por el tsunami, Japón, el primer consumidor de pescado del mundo, también sigue con atención la posible contaminación del mar por radiación.
En la central siguen los trabajos para refrigerar los reactores. Dos de los trabajadores han tenido que ser hospitalizados hoy.
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Concentración de yodo radioactivo en algunas depuradoras de Tokio que podría perjudicar a los bebés. Los ciudadanos han empezado a comprar agua embotellada. Se ha prohibido el consumo de verduras en algunas provincias de Japón.
El Gobierno japonés ha reconocido hoy que se ha detectado radiactividad en el agua de Tokio y alerta sobre el consumo de verduras procedente de la región de Fukhusima.
200 kilómetros al sur de Tokio la prefectura de Shizuoka guarda algunas similitudes con Fukushima. Parte de su población vive de la agricultura y la pesca y también aquí una gran central nuclear en la costa abastece la zona. Pero según muchos expertos esta central Hamaoka, se encuentra en un lugar mucho más peligroso. Aquí se unen dos placas tectónicas y cada siglo y medio se registra un gran terremoto, que estaría ahora a punto de repetirse.
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