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El Banco de España se plantea endurecer la supervisión de las entidades bancarias. Es la sugerencia que hace una comisión interna creada para cumplir las exigencias de Bruselas plasmadas en el Memorando de Entendimiento (MoU). En su informe propone que haya inspectores permanentes en las entidades más importantes y que el resto de entidades serán supervisadas anualmente a distancia. Los supervisores tendrán que rotar cada seis años, deberán analizar todas las carteras de crédito cada tres años como mínimo y definir un marco de medidas supervisoras en función del riesgo de cada entidad. En un comunicado el Banco de España niega que haya cometido irregularidades en anteriores supervisiones.

El ministro de Economía y Competitividad ha dicho que el Gobierno no descarta solicitar un rescate si considera que es lo más conveniente para España pero ha matizado que esa petición de ayuda consistiría en que el Banco Central Europeo comprase deuda pública española para bajar la prima de riesgo y reducir los costes de financiación.

El vicepresidente de la Comisión Europea y responsable de Competencia, Joaquín Almunia, ha explicado que el fondo de rescate europeo aportará finalmente 39.000 millones de euros de los 57.000 millones necesarios para la recapitalización de ocho bancos españoles. Del resto, 12.000 millones se pagarán con pérdidas de accionistas y titulares de preferentes, 5.000 millones de euros se conseguirán por ventas de activos o ampliaciones de capital y 1.000 millones, por la transferencia de activos tóxicos al 'banco malo'.

La factura total que la reestructuración de la banca española pasará a los contribuyentes será de 52.000 millones de euros, según ha revelado este jueves el vicepresidente de la Comisión Europea y comisario de la Competencia, Joaquín Almunia. Ese coste total resulta de sumar los 39.000 millones de euros que recibirán ocho entidades del fondo de rescate europeo -de los que responde el Estado español y, por tanto, los contribuyentes- y los 13.000 millones de ayudas públicas españolas del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) que ya han recibido en 2010 y 2011.

  • De ellos, 39.000 millones proceden del fondo de rescate europeo
  • Los 13.000 millones restantes los ha inyectado el FROB en 2010 y 2011
  • Bruselas autoriza la reestructuración de Liberbank, Caja3, CEISS y BMN
  • Las cuatro necesitan 1.865 millones de capital, un tercio de lo previsto
  • Liberbank requiere 124 millones de euros y Caja3, 407  millones
  • Mare Nostrum necesita 730 millones y CEISS, otros 604 millones

El expresidente de Bancaja, José Luis Olivas, ha manifestado que el exgobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, le conminó en 2010 a integrar esta entidad en Bankia y ha añadido que lo aceptó por la amenaza de que pudiera ser intervenida. De esta forma, Olivas ha corroborado lo manifestado por Rato durante su comparecencia en el Congreso el pasado mes de julio. Ha explicado que en un principio se negó a la fusión porque los datos de la entidad en 2009 eran "buenos" y no existía "necesidad", al tratarse de un banco más saneado que la media del sector, aunque no tuvo más remedio que aceptar porque, según ha dicho textualmente, "el regulador tiene mucho poder".

Antes de esa sesión de control, se ha celebrado un pleno extraordinario sobre el último consejo europeo. Pero aunque en ese Consejo, al menos oficialmente no se habló del rescate a España, el presidente sí ha dicho, esta mañana, que no lo va a pedir.

En el Congreso, hoy se ha celebrado la última sesión de control al gobierno del año. Rajoy y Rubalcaba han mantenido el tono duro de los últimos meses a cuenta del estado de bienestar,

El secretario general del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, ha asegurado este miércoles en el Congreso que el último Consejo Europeo tuvo unos resultados "tímidos". Sobre el supervisor bancario común, Rubalcaba ha alertado de que es necesario un marco regulatorio común que no hay y que "no parece que lo vaya a haber en bastante tiempo" y tampoco hay mecanismo ni fondo de resolución común, lo cual supondrá en la práctica que las decisiones del BCE, por ejemplo de cerrar una entidad, la pagarán los ciudadanos de ese país.

A cerca de el fondo de solidaridad, el líder de la oposición ha denunciado, además, que lo aprobado no es "solidaridad, es otra cosa", y en todo caso diferente a la propuesta de Herman Van Rompuy, porque suena a "Europa nos pide una reforma de pensiones y a cambio nos da un poco de dinero".