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Las elecciones en Egipto comenzarán el lunes y según la Junta Militar habrá más días para votar. Hoy los militares también han hecho oficial el nombramiento de un primer ministro que ya ocupó el cargo con Hosni Mubarak.

Decenas de miles de personas llenan la plaza Tahrir de El Cairo para pedir que la Junta Militar que dirige el país abandone el poder. Esta manifestación, la más multitudinaria desde que cayó el régimen de Hosni Mubarak, coincide con el anuncio de los militares de que han encargado formar un nuevo gobierno a un exprimer ministro de Mubarak, Yolanda Álvarez.

El ejército egipcio ha pedido perdón, por primera vez, por los violentos enfrentamientos entre las fuerzas de seguridad y los manifestantes en la Plaza Tahrir, en los que han muerto más de 30 personas en los últimos días. La Junta Militar también ha reconocido que se han cometido violaciones de derechos humanos.

Libia afirma que el hijo de Gadafi, Saif al Islam, será juzgado en el país y, por tanto, no será entregado al Tribunal Penal Internacional. El propio fiscal jefe Luis Moreno Ocampo, que está en Trípoli, comparte la idea porque cree que ahora sí que hay garantías para el proceso.

Según un informe de Amnistía Internacional las violaciones de los derechos humanos bajo el mandato de la Junta Militar son peores, en algunos casos, a las de los tiempos de Mubarak.

En Egipto, las últimas protestas contra el poder de los militares están cuestionando el proceso de transición a una semana de las primeras elecciones sin Hosni Mubarak. Tres días consecutivos de violentos disturbios han dejado 22 muertos, según el Gobierno. La morgue de El Cairo eleva a 33 los fallecidos.

La Unión Europea también presiona para que acabe la violencia del régimen sirio. Hoy sus ministros de Exteriores aprueban nuevas sanciones contra el gobierno de Damasco y contra el régimen de Irán, al que la Agencia Internacional de la Energia Nuclear acusa en un reciente informe de estar diseñando una bomba atómica.

Túnez que vivía esta semana unas elecciones históricas, las primeras democráticas después de soportar medio siglo de regímenes autocráticos. Hace diez meses, los tunecinos conseguían tras una serie de revueltas, derrocar al dictador Ben Alí. Se prendía así la mecha de la llamada primavera árabe que se ha ido extendiendo a otros países. Sin embargo, la victoria en estos comicios de los islamistas moderados ha causado un cierto recelo. Las incógnitas sobre el futuro del país son muchas, mientras En Nahda, el partido ganador, se esfuerza por trasmitir una imagen moderada. Aseguran que su modelo es el de Turquía, un país musulmán, pero laico.

Mañana esta previsto que lleguen a Madrid para recibir tratamiento médico 53 heridos en la guera de Libia. Dejan un país que a partir del lunes será el único responsable de su seguridad porque el 31 de octubre la OTAN da por terminada su misión allí.