Después de casi dos años de investigación, la Fiscalía no se querellará contra el rey Juan Carlos y archiva las tres investigaciones que mantenía abiertas contra él. En unos casos, por falta de indicios, y en otros por estar prescrito, ya que el delito se cometió cuando el rey gozaba de inviolabilidad como jefe de Estado o él mismo lo subsanó con una regularización fiscal.
La Fiscalía señala que el propio rey emérito reconoció la deuda tributaria con esas regularizaciones y resalta que "se ha recuperado para las arcas públicas más de cinco millones de euros correspondientes a las cantidades que el rey emérito adeudaba a la Hacienda Pública".