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El presidente de Rusia ha abierto la puerta a una reforma política en el país, durante su discurso ante los parlamentarios rusos. Un guiño que muchos interpretan como un intento de calmar a la oposición, a pocos días de una nueva protesta en Moscú.

El presidente ruso, Dmitri Medvédev, ha afirmado este jueves que siempre hay descontentos con los resultados electorales, en alusión a las denuncias de fraude en los recientes comicios parlamentarios, pero ha advertido que las autoridades no permitirán que "provocadores y extremistas" manipulen a la población.

"No permitiremos que provocadores y extremistas suman a la sociedad en sus aventuras, no toleraremos la injerencia foránea en nuestros asuntos internos", ha dicho Medvédev al presentar ante el Parlamento en pleno su mensaje sobre el estado de la nación.

El presidente ruso ha destacado que los ciudadanos tienen derecho a expresar sus demandas mediante todas las formas legales y ha calificado de "buena tendencia" el incremento de la actividad ciudadana, pero ha recalcado que "Rusia necesita democracia, y no caos".

"El que la sociedad cambie y el que los ciudadanos manifiesten más activamente sus posiciones es un buen signo, un signo de que nuestra democracia se hace más adulta", ha agregado.

En Moscú hoy, primera sesión de la nueva Duma, el parlamento ruso surgido de unas polémicas elecciones, marcadas por las denuncias de fraude de la oposición. El presidente Medvedev hablará mañana a los diputados, pocos días antes de una nueva manifestación contra el Gobierno que podría ser tan multitudinaria como la de hace 2 semanas.

Este jueves se reúne por primera vez la nueva Duma (Parlamento) rusa, marcada por el fraude electoral y las protestas posteriores, y por la pérdida de poder del partido de Putin, Rusia Unida, que sin embargo conserva la mayoría absoluta. Rusia Justa, los liberal demócratas y los comunistas entran con fuerza, con lo que habrá más diálogo en una Cámara que hasta ahora había sido un mero trámite para las iniciativas del Gobierno. El presidente. Dimitri Medvedev, pronunciará el jueves un discurso ante la Duma mientras crecen los rumores sobre la posible dimisión de Medvedev para dejar como presidente en funciones a Putin, la única salida para optar a las presidenciales siendo primer ministro, puesto incompatible con candidatura.

Este día también han sido liberados los opositores que llevaban 15 días encarcelados y han anunciado que van a participar en la manifestación del día de Nochebuena, que se espera tan multitudinaria como la del día 10 de diciembre.

La conferencia telefónica no estaba prevista para hablar de la crisis de la deuda, según informa la agencia France Press. La mala situación económica y financiera en la Unión es algo que aprovechan países como Rusia para hacerse con empresas estratégicas europeas.

Rusia admite ahora la necesidad de que el Consejo de Seguridad de la ONU dicte una resolución sobre el conflicto en Siria. No obstante, Moscú no quiere ninguna injerencia externa y equipara a las fuerzas de seguridad del régimen y a la oposición. Esto último no convence a la secretaria de Estado de EE.UU., Hillary Clinton, quien está dispuesta a negociar con Rusia. Mientras tanto, 200.000 personas han salido a la calle en Homs, centro de Siria, y continúan los enfrentamientos entre soldados y desertores.

En Moscú, Vladimir Putin ha dicho que las protestas contra el fraude electoral son aceptables pero no permitirá que el país se desestabilice. Como cada año, el primer ministro ruso ha respondido a las preguntas de los ciudadanos y les ha asegurado que su partido "Rusia Unida" ganó honestamente las elecciones parlamentarias del pasado 4 de diciembre.

El primer ministro ruso, Vladímir Putin, ha advertido que no permitirá la desestabilización Rusia desde el exterior, tras la ola de protestas contra el fraude oficialista en las recientes elecciones parlamentarias, y ha propuesto instalar cámaras web en todos los colegios electorales para que en los comicios presidenciales de marzo la población pueda seguir el proceso de votación en tiempo real y constatar que no existe fraude alguno.

"Las protestas, sí, pero en el marco de la ley (...) Pero permitir que nos aboquen a alguna clase de esquema de desestabilización, es incorrecto e inadmisible", ha afirmado Putin al responder en directo en televisión a las preguntas de los ciudadanos sobre las multitudinarias manifestaciones populares.

El primer ministro ruso ha criticado las "revoluciones de color" y el hecho de que algunos individuos que participaron en la Revolución Naranja de Ucrania (2004) asesoren a los organizadores de las recientes protestas antigubernamentales en Moscú. "Este es un esquema elaborado para desestabilizar a la sociedad. Creo que ese esquema no nació por sí mismo. Ellos (los asesores ucranianos), por supuesto, trasladan esa práctica a territorio ruso", ha señalado.