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El Gobierno de Berlusconi ha aceptado que el Fondo Monetario Internacional y la Unión Europea supervisen sus reformas para asegurarse de que cumple sus compromisos.

Iñaki Díez (corresponsal de RNE en Roma).- El primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, tiene un nuevo problema de apoyos en el Parlamento. Dos parlamentarios de su propio partido se han pasado al centro y otros tres al grupo mixto aunque de momento aseguran su fidelidad en el voto.

El próximo martes, esta deserción puede convertirse en nueva crisis de gobierno, porque se vota el balance económico del año pasado, que motivó la última moción de confianza.

Berlusconi someterá las medidas económicas que le pide la Comisión Europea a otra moción, pero en la camara alta, donde conserva la mayoría.

Mientras tanto, los jefes de la oposición de izquierda, Pier Luigi Bersani, y del centro, Pier Ferdinando Casini, se han reunido para intentar ponerse de acuerdo sobre un posible gobierno técnico en caso de que el Ejecutivo caiga.

El presidente del país, Giorgio Napolitano ha consultado con los partidos y está a la expectativa de las próximas votaciones.

Los jubilados italianos saben que hoy Europa habla de ellos, y algunos se quejan de que el gobierno hace que paguen la crisis los más pobres. Este grupo cree que ya es hora de que Berlusconi se marche. Berlusconi acude a la cumbre con 15 folios donde lleva el acuerdo de su gobierno para reformar las pensiones. Hace tiempo que las portadas italianas hablan de escándalos y de crisis de gobierno.

Italia, la tercera economía de la zona euro después de Alemania y Francia, se encuentra al borde del abismo aunque sus constantes vitales son mejores que las de muchos otros países. El paro no llega al 8%, dos puntos por debajo de la media de la eurozona. El Gobierno estima que el déficit público se quedará ligeramente por debajo el 4% a finales de este año. Pero la economía italiana tiene un grave problema de deuda pública, 35 puntos por encima de la media de la zona euro. El Estado italiano debe más de 1,9 billones de euros, lo que significa un 120% de su Producto Interior Bruto, es decir, más de todo lo que produce en un año. Los mercados empezaron a desconfiar de la solvencia de Italia a principios de agosto, en medio de la incertidumbre tras los acuerdos de julio para el rescate griego. Fue entonces cuando Italia empezó a tener más fiebre que España en el termómetro de la "prima de riesgo", que mide la diferencia entre lo que los inversores pagan por la deuda pública alemana, considerada la más sólida, y la del resto de países. El efecto balsámico que tuvo la compra de deuda por parte del Banco Central Europeo no termina de remediar los males de la prima italiana, que al cierre hoy de las bolsas europeas marcaba 390 puntos básicos.

El primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, ha convendio a sus socios de La Liga Norte para llegar a un acuerdo ante las medidas que les reclama la Unión Europea para salir de la crisi. El secretario del PDL, Angelino Alfano, ha puesto un punto de tranquilidad y ha asegurado que son conscientes de la dificultad "pero hemos aceptado el acuerdo para responder puntualmente a Europa" Todos coinciden en no tocar las pensiones, punto de desencuentro dentro del gobierno italiano, "pero algo hay hacer para cumplir con las exigencias de Europa" (25/10/11).

La situación económica de Italia preocupa a los 27. Andrea Donofrío, investigador experto en política italiana de la Fundación Ortega y Gasset ha asegurado que Italia "no quiere aprobar las reformas que le exige la UE, como la de retrasar la edad de jubilación" porque son impopulares, desde el punto de vista electoral, y sería un golpe muy duro "ya que sus electores no lo aceptarían". Donofrío ha asegurado, además, que "Berlusconi intentará pactar para sobrevivir" y, ha continuado, "por primera vez Berlusconi sabe que nunca ha estado tan cerca del precipicio" (25/10/11)

A Berlusconi se le acaba el tiempo. Sus socios europeos esperan que llegue mañana con reformas a la cumbre y la Liga Norte amenaza con dejarle caer si aprueba la reforma de las pensiones. Hoy vuelve a reunirse con sus socios en medio de una tensión creciente.