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El Tribunal de Apelación de Sassari (Cerdeña, Italia) ha decidido suspender el procedimiento sobre la entrega a España del expresidente catalán Carles Puigdemont a la espera de que se pronuncie la justicia europea sobre la inmunidad del líder independentista y la cuestión prejudicial.

Acompañando al expresident de la Generalitat, han estado dos de sus exconsejeros Toni Comín y Clara Ponsatí, y este lunes el juez del Supremo, Pablo Llarena, ha recordado a las autoridades italianas que las euroódenes que dictó contra ellos siguen activas.

Foto: Carles Puigdemont llega a un juzgado en Cerdeña. REUTERS / Guglielmo Mangiapane. 

Carles Puigdemont declara ante el juez de Cerdeña que debe decidir sobre su futuro. La cuestión de la inmunidad es el elemento clave de esta vista. El juez debe valorar si el expresidente mantiene esa inunidad como europarlamentario. Los exconsellers Clara Ponsatí y Toni Comin le han acompañado sin que hayan sido detenidos al llegar. El juez Llarena, de hecho, ha pedido a Italia que los entregue también.  Lo cuenta el enviado especial a la zona, Jordi Barcia.

Segunda condena para el expresidente de Francia Nicolas Sarkozy, esta vez por financiación ilegal de su campaña electoral en 2012. El tribunal considera que no podía ignorar las irregularidades que se dieron en aquella campaña y le condena a un año de cárcel. Sarkozy no irá de momento a prisión. Sarkozy es, por partida doble, el único expresidente de Francia condenado a cárcel. Y todavía tiene otra causa pendiente por supuestamente recibir dinero del dictador libio Gadafi para financiar la campaña electoral que lo convirtió en presidente de Francia en 2007.

El cantante estadounidense Robert Kelly ha sido declarado culpable de nueve cargos por el ser el cabecilla de una trama para reclutar a jóvenes y adolescentes y abusar de ellas sexualmente durante casi 30 años. El que fuera una estrella del R&B en los 90 podría pasar varias décadas en la cárcel tras un juicio de seis semanas. 

Según la Fiscalía del Distrito Este de Nueva York, Kelly utilizaba a toda una red de empleados para ayudarle en sus esfuerzos de captar, aislar e intimidar a mujeres. El declive profesional del cantante comenzó en 2019 con la formalización de las acusaciones a través de un documental y de la campaña nombrada como Silenciar a Kelly. El caso se considera ya en Estados Unidos como el #MeToo de las mujeres negras.