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La invasión rusa en Ucrania ha entrado en su noveno día y lo ha hecho con un salto cualitativo en la escalada bélica de Vladímir Putin. Las fuerzas rusas han atacado la central nuclear de Energodar, en la región de Zaporiyia y se han hecho con el control. Los bombardeos a la planta más grande de Europa han provocado un incendio y han disparado las alarmas sobre una posible catástrofe nuclear.

El presidente Ucraniano, Volodímir Zelenski, ha acusado a Rusia de "terrorismo nuclear" y de querer repetir el desastre de Chernóbil en 1986. Mientras, las tropas continúan su avance hacia Odesa tras controlar Jersón y cercar Mariúpol.

España enviará a Ucrania entre este viernes y el sábado cuatro aviones con un cargamento de material militar ofensivo que incluye 1.370 lanzagranadas contra carros, 700.000 cartuchos para fusiles y ametralladoras, así como ametralladoras ligeras.

Mientras, las sanciones y el cerco económico empuja a Rusia al borde del abismo financiero. Las imágenes de las colas a las puertas de los bancos y cajeros automáticos rusos para obtener dinero en efectivo han dado la vuelta al mundo, alentando el temor a que se produzca un ‘corralito’.

La guerra de Ucrania ha dado un salto cualitativo con el ataque a la planta nuclear de Energodar, en Zaporiyia, la mayor de Europa y la tercera del mundo, lo que ha provocado la alarma y la condena internacionales. La explosión en un edificio de entrenamiento técnico ha provocado un incendio que ha podido ser extinguido, y el complejo ha caído en manos rusas. Al menos tres personas han muerto y dos han resultado heridas. Expertos internacionales nos cuentan hasta qué punto es peligroso este ataque.

Las tropas rusas han tomando hoy la central nuclear de Energodar, en la región ucraniana de Zaporiyia. Es la más grande de Europa y la tercera más grande del mundo y, aunque no se ha producido ningún escape, el incendio provocado por los bombardeos ha hecho saltar las alarmas ante una posible catástrofe nuclear. De ello hemos hablado conAntonio Colino, presidente de la Real Academia de Ingeniería de España. Ha sido, además, presidente ejecutivo de la Empresa Nacional de Residuos Radioactivos y asesor para temas de energía de la Unión Europea y del Organismo Internacional de la Energía Atómica de la ONU. Colino explica que el edificio de contención de la central nuclear "podría resistir el choque de un avión" y que, en caso de emergencia, los controles automáticos activan la parada segura del reactor. Más que el peligro de explosión nuclear, muestra su preocupación ante un posible corte de suministro. La central de Zaporiyia "produce casi el 25% de la enegría eléctrica" de Ucrania.  "Si cortan el suministro, lo que hacen es parar el país: las fábricas, los trenes, los hospitales", dice Colino.

La guerra de Ucrania ha llegado al noveno día con un ataque que ha desatado la alarma mundial. El ejército ruso ha conseguido hacerse con lac entral nuclear de Zaporiyia tras un bombardeo que dio origen a un incendio. Ha conseguido ser extinguido por bomberos ucranianos, pero tres personas han muerto y dos han resultado heridas.

La central nuclear de Zaporiyia es la mayor de Europa y la tercera del mundo. Posee seis reactores, los cuales han sido desconectados, salvo el número cuatro, que funciona al 60% de su potencia. No se han registrado cambios en el estado de radiación en el momento actual, ha asegurado el regulador nuclear ucraniano. A pesar de que los rusos han tomado el complejo, el personal permanece en la planta y controla su correcto funcionamiento.

El ataque ha puesto de manifiesto el riesgo que supone la guerra para la seguridad nuclear del país y el continente. Aunque las autoridades ucranianas han asegurado que los reactores de la central permanecen intactos y no hay daños que impliquen peligro, el fantasma del desastre de Chernóbil ha hecho aparición durante este incidente. De haber estallado, los expertos calculan que la catástrofe habría sido 10 veces mayor que la de 1986.

Las imágenes grabadas por un dron de la ciudad de Borodyanka, a unos 50 kilómetros de Kiev, dan una idea de las dimensiones de la ofensiva de Rusia en la Guerra en Ucrania. Edificios de viviendas partidos en dos, calles llenas de escombros y cascotes o tanques abandonados en plena carretera son la apocalíptica estampa que han dejado los bombardeos rusos.

No se ha difundido información de posibles bajas o heridos, aunque el Ejército ucraniano dice haber repelido el ataque y mantener el control de la ciudad. Borodyanka es una ciudad dormitorio, de clase media, y un enclave en el avance de las tropas rusas en su camino a Kiev.

Miles de refugiados siguen huyendo de Ucrania. Desde ayer, otras 200.000 personas han salido del país y ya son 1,2 millones los que han dejado su casa. La mayoría cruza a Polonia, donde hay cerca de 650.000 refugiados, pero también a Hungría, Moldavia, Eslovaquia y Rumanía, y 110.000 personas han viajado a otros países europeos. La ONU habla de la mayor crisis de refugiados del siglo y cree que podríamos llegar a los 4 millones de desplazados. Estamos en directo en Polonia, cerca de la frontera, y en Leópolis, en el oeste de Ucrania, donde se dirigen la mayoría de los que quieren abandonar el país. Foto: EFE/Manuel Lorenzo

El primer día Rusia dijo que los ataques serían de alta precisión y contra enclaves militares. Hoy mismo ha distribuido estas imágenes que hablan de una operación quirúrgica. Pero si miramos ciudad por ciudad, la imagen es apocalíptica, repleta de casas y edficios residenciales bombardeados. Esto es Borodyanka, al oeste de Kiev. Con más de un millón de personas fuera del país, las cámaras de seguridad graban lo que podrían haber sufrido si se hubieran quedado.