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La guerra en Ucrania también está golpeando al mercado mundial de cereales porque tanto ese país como Rusia son grandes productores. Y esto afecta directamente a España. Nosotros compramos a Ucrania, casi el 70 % del girasol que importamos y el 27 % del maíz. De las importaciones de este cereal, por ejemplo, quedan reservas para 45 días. El Gobierno dice que no hay riesgo de desabastecimiento, pero cree que los precios subirán. Foto: EFE/Jesús Diges

Dos millones de personas han huido ya de la guerra en Ucrania. Durante la mañana han podido evacuar a civiles atrapados en Sumi e Irpin, cerca de Kiev. Son los únicos corredores humanitarios que Ucrania considera seguros, aunque Rusia asegura que se han habilitado tres más, uno en Mariupol, una zona donde han seguido los bombardeos de la aviación rusa.

En la rueda de prensa del Consejo de Ministros de este martes, se han planteado a la titular de Igualdad y dirigente de Unidas Podemos, Irene Montero, varias preguntas sobre las diferencias de opinión a cerca del envío de armas entre su partido y el PSOE, a las que ha respondido la portavoz del Gobierno, Isabel Rodríguez, en su nombre y en nombre de todo el Ejecutivo.

Así, Rodríguez ha señalado “la disposición siempre del Gobierno y del presidente de compartir las decisiones y de acordar lo importante” y ha reiterado que “la unión es un intangible como arma de respuesta a la guerra de Putin”, no solo en el rechazo a la agresión, sino también en la respuesta social y económica.

Foto:  EFE/ Fernando Alvarado

Joe Biden anuncia la prohibición de la compra de petróleo ruso. Estados Unidos no depende la importación de crudo de Rusia, apenasimporta el 3% de lo que consume, por lo que no tendrá una repercusión en su cadena de suministros. Sí que afectará en los precios de los combustibles, que se han disparado en los últimos días. Esta sería una de las medidas de Biden para frenar la inflación en los precios.

Informa Fran Sevilla, corresponsal en Washington

El Gobierno británico también dejará de importar petróleo ruso, pero la decisión se aplicará a finales de año. De esta manera hasta 2023, el Gobierno de Boris Johnson ofrecerá al mercado británico nueve meses para ajustarse a los cambios y asegurar nuevas vías de suministro una vez que queden vetados el crudo y derivados del petróleo de Rusia, que representa el 8% de la demanda británica.

Más de dos millones de personas han huido ya de la guerra, según la ONU. Es un éxodo masivo que no para y que está colapsando muchos pasos fronterizos. En uno de esos puntos, entre la frontera con Polonia, un centro comercial se ha convertido en un hotel improvisado para quienes esperan poder huir a un nuevo destino. 

La mayoría de los que salen de Ucrania son mujeres y niños. Algunos de ellos están ahora refugiados en colegios polacos donde, mientras tanto, los estudiantes siguen con su vida cotidiana.

Foto: REUTERS/Fabrizio Bensch

Quienes cruzan la frontera son niños y adolescentes acompañados de madres, de tías, de abuelas... mujeres cargadas de pena con mucha angustia por quienes dejan atrás. Todos los hombres de entre 18 y 60 años están obligados quedarse en Ucrania por si son llamados a filas.

María ha venido a Polonia con su suegra y los niños, y ha dejado en Ucrania a su madre, porque no se puede mover, y a su marido quien le ha dicho que "estaba intentando ser fuerte, que tal vez tenía que adiestrarse al ejército y, además, ayudar a mi madre. Yo ayudo a su madre, él ayuda a la mía."

Janila llegó a Polonia hace una semana con sus dos nietas y pasaron 48 horas en una cola para poder pasar la frontera. Asegura que nunca perdió la calma porque en su formación como enfermera se incluía cómo prepararse para una guerra.

Informan Isabel Jiménez y Fernando Torrico, enviados especiales a la frontera en Polonia

La mitad de los dos millones de personas que huyen de la guerra están en Polonia, que teme verse desbordada. La mayoría de los que llegan son mujeres con sus hijos porque todos los hombres de entre 18 y 60 años están obligados a quedarse en Ucrania por si son llamados a filas, y cuando alcanzan la frontera están agotadas.

Ana cuenta a los micrófonos de RNE todo el recorrido hasta llegar hasta aquí y asegura que “Esta situación ha destruido todo mi mundo, mi familia, mis planes, mi trabajo… Es algo más que peligroso.”

Informan Isabel Jiménez y Fernando Torrico, enviados especiales a la frontera en Polonia

Félix Arteaga, investigador principal de seguridad y defensa del Real Instituto Elcano, explica que los corredores humanitarios como los que se pretenden abrir en Ucrania se articulan en torno a asedios de ciudades y endurecen la capacidad de lucha de quienes se quedan, que sienten que su familia está a salvo. Por eso, añade,  “no se suelen respetar”. En este caso, Arteaga habla de que en algunas guerras, como esta, “hay presidentes como Putin que emplean sus fuerzas armadas sin ningún tipo de restricciones morales ni humanitarias”. Añade que esta parece que será la dinámica de este conflicto, “porque Putin está decidido a usar la fuerza a la escala que sea necesario”. Teme que sea un conflicto largo, pero añade que, aunque se arme a Ucrania, “a medida que aumente la presión militar, vamos a ver que es difícil de mantener”. Destaca la importancia para Rusia de Odessa, por su posición estratégica: “La Armada ucraniana se quedaría sin bases y salida al mar”. Sobre la situación de los países europeos que tienen frontera con Ucrania, entiende la preocupación y lamenta que su capacidad, incluso aunque entren en la UE, como Moldavia, “no tendrán capacidad de plantar cara a Rusia. Ni recibiendo ayuda”.

El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, ha reaparecido en un nuevo mensaje de vídeo, por primera vez desde su despacho, donde ha grabado un mensaje para demostrar de nuevo que se encuentra en Kiev, que no está escondido y que piensa permanecer allí hasta que acabe la guerra.
"Estoy aquí, permanezco en Kiev. En la calle Bankova. No me escondo. Y no tengo miedo a nadie. (Estaré aquí) el tiempo que haga falta para ganar esta guerra patriótica", ha dicho el gobernante ucraniano. Zelenski ha denunciado el incumplimiento este lunes por parte de Rusia del acuerdo que tenían para abrir corredores humanitarios: "Lo que hubo en cambio fueron tanques rusos, granadas y minas. Incluso minaron la carretera que habíamos pactado para el suministro de comida y medicinas", ha asegurado.

Foto: El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski sujeta un teléfono móvil mientras habla en su despacho, en Kiev, en el decimotercer día de guerra en Ucrania. Ukrainian President Office/ Reuters

Tras tres intentos fallidos, finamente se han abierto varios corredores humanitarios en Ucrania. Uno de ellos enSumy, que después de los fuertes bombardeos de anoche, en los que fallecieron nueve personas, ha quedado completamentedestruida. A lo largo del día han salido varios autobuses llenos de civiles, entre ellos, estudiantes extranjeros de la India y habitantes de la ciudad, un total de 3.500 personas han sido rescatadas.  También se han pactado corredores humanitarios en Chernígov, Járkov, Kiev y Mariúpol, pero en estas dos ultimas ciudades continúan los bombardeos.

Informa Mónica Cartes y David Velasco, enviados especiales en Leópolis.

Jalina tiene 60 años y lleva una semana en Polonia. Decidió tomar la carretera en dirección al oeste en los primeros días de los bombardeos. En su coche, lo necesario para ella y sus dos nietas: una adolescente y una niña de ocho años. La madre de las pequeñas, la hija de Jalina, se ha quedado atrás. La invasión la ha pillado con una barriga de nueve meses y temía ponerse de parto en un atasco camino de Polonia. No le faltaba razón. Se la hubiera jugado. Vive en la mitad occidental y, aunque faltaban unos días para la salida masiva, nada de eso evitó que se pasaran dos días atascados para cruzar hacia el país vecino. La hija de Jalina sigue esperando para dar a luz, se ha mudado a una localidad un poco más cercana a la frontera, pero se resiste a pasar, incluso cuando haya tenido al bebé. No quiere abandonar a su marido y, como las comunicaciones resisten, habla dos y tres veces al día con su madre y con sus hijos. A Jalina no le tiembla la voz recordando la huida en el coche con las dos niñas. Relata con mucha calma un viaje largo y cansado en el que tocó cuidar de sus nietas, intentar que lo pasaran lo mejor posible. Cuenta con media sonrisa que ha tirado de su experiencia como enfermera que incluye pautas para actuar en caso de guerra. Cree que le ha servido para afrontar toda la situación. Ahora, la nieta mayor está ya en el instituto. La menor se ha quedado con la abuela, ‘la babusya’, y viven con una familia polaca. Jalina colabora con ellos en las tareas del hogar y, sobre todo, con el voluntariado en el Palac Suchodolskich (Dorohusk), que ha pasado de acoger actos institucional a dar techo, cama y calor a decenas de familias que buscan reposo al cruzar la frontera. Anima a sus compatriotas a que hagan lo mismo, que intenten ocupar su tiempo. Lo cuentan los enviados especiales de RNE, Fernando Torrico e Isabel Jiménez.