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El encuentro entre los titulares de Exteriores de Rusia y Ucrania no ha concluido con avances significativos. La situación en ciudades como Mariupol sigue siendo dramática. Los líderes de la UE se reúnen en Versalles para hablar de la crisis energética derivada de las sanciones que se están adoptando contra Rusia. Entrevistamos al economista venezolano Luis Vicente León sobre la posibilidad de un acuerdo entre EEUU y Venezuela en torno al petróleo venezolano.

Más de 2.300.000 personas han huído ya de Ucrania. Las temperaturas bajo cero dificultan su situación. En el puesto fronterizo de Kroscienko, cerca de Eslovaquia, lo que más se cotiza son la comida y la bebida calientes y la leña. Los refugiados apenas abandonan las tiendas de campaña, a no ser que llegue su turno para coger un transporte y salir de allí.

Aisa viaja con cuatro amigas. Dos de ellas, ya huyeron hace dos años de Donetsk. Después de casi dos semanas en un sótano, cogieron las maletas al ver como un bombardeo rozaba su casa en Járkiv. Dice que han salido gracias a "gente buena", que les ha prestado sus casas y les ha llevado hasta la frontera.

Inna vivía a las afueras de Kiev y cuenta que pasó cinco días bajando y subiendo del refugio. Su abuela tiene 83 años y necesitaba, dice, 12 minutos para poder llegar hasta allí. Al salir de Ucrania, respiran un poco mejor, pero la preocupación no desaparece. Muchos, como la abuela de Inna, han quedado atrás.

Enviados especiales Isabel Jiménez y Fernando Torrico.

Moscú no da tregua en Mariúpol. La ciudad ucraniana sigue asediada por el Ejército ruso. El bombardeo al hospital infantil que ha causado la muerte de un niño ha conmocionado a una población exhausta, que no tiene luz, ni agua, ni comida y que no puede escapar. Olexander, un trabajador de Médicos sin Fronteras, describía así la situación en la ciudad: “No queda agua potable en ningún sitio, hay personas que recolectan nieve en las terrazas para transformarla en agua”. Tampoco puede entrar ayuda humanitaria y esto afecta especialmente a los mayores, las personas más vulnerables y a los niños. Los habitantes de Mariúpol viven una situación crítica bajo las bombas. Las autoridades aseguran que más de 1.200 civiles han muerto en los últimos días en la ciudad.

Informa Guillaume Bontoux.

"Hoy ha sido el día más feliz desde que comenzó la guerra", dice Olga Zastavna al salir del registro civil de Ivano Frankivsk. Se besan y presumen de amor rompiendo el silencio de una plaza donde reina la quietud. Ella viste una chaqueta de cuero, con una mano lleva un ramo de flores y en la otra el papel que plasma que ya son marido y mujer. Él es incapaz de disimular la emoción que siente por dentro y por fuera de su traje militar.

Un desconocido aplaude ante una estampa que le evoca una escena de película. Saludan con las manos para mostrar sus anillos. Los pocos rayos de sol hacen brillar el ramo de flores blancas y rosas, envueltas en un papel blanco. Nadie les espera fuera, ni familiares ni amigos, pero sus caras desprenden una felicidad que por unos instantes hace desaparecer todas sus preocupaciones.

Mariúpol, ciudad portuaria al sureste de Ucrania, entierra a sus muertos apresuradamente y sin ceremonias. Los operarios de la zona arrojan los cuerpos de los fallecidos, envueltos en bolsas y mantas, a una fosa común cavada en una zanja, en un antiguo cementerio de la localidad. “Lo único que quiero es que esto termine”, dice uno de los operarios.

La mayoría son civiles y soldados, víctimas de los incesantes bombardeos rusos que asedian la zona desde el inicio de la guerra. Ayer, miércoles 9 de marzo, un ataque aéreo ruso destrozó un hospital materno de la ciudad dejando más de una decena de heridos, entre ellos niños y mujeres embarazadas.

“No tenemos comida, nos están saqueando. Están destruyendo los árboles y enterrando los cuerpos de los muertos en los patios de los bloques de apartamentos. Da tanto miedo… ¡No podemos vivir así!”, cuenta una mujer residente en Mariúpol. En 15 días de guerra, se habla de alrededor de 1.200 fallecidos en la ciudad, que ha quedado completamente arrasada y saqueada. La población ucraniana de la localidad está al límite, sobreviviendo con temperaturas bajo cero y sin agua ni luz.

Son las imágenes de la destrucción de varios tanques rusos en las afueras de Brovary, Ucrania. Según Kiev, el ataque ha sido exitoso. Es la brutalidad de una guerra que, este jueves, entra en la tercera semana sin que se haya alcanzado ninguno de sus objetivos declarados, a pesar de los miles de muertos, los más de dos millones de desplazados y los miles de personas que se encogen en las ciudades asediadas bajo un bombardeo incesante.

"Extranjeros que queréis defender a Ucrania os invito a que contactéis con nuestras misiones diplomáticas en vuestros países. Juntos derrotamos a Hitler y juntos derrotaremos a Putin". Así invitó hace unos días el ministro de exteriores de Ucrania, a voluntarios de todo el mundo a combatir a las tropas rusas.

Este veterano canadiense ha llegado a Leópolis y es uno de los 20.000 extranjeros que quieren unirse al frente ucraniano. "He venido por lo que Putin está haciendo al pueblo de Ucrania es horrible, es un matón, y no me gustan los matones", dice a TVE.

Esto es Brovary, en la región de Kiev, a 40 minutos al este de la capital. A vista de dron podemos ver cómo decenas de tanques rusos caen en una emboscada y la artillería ucraniana destruye varios blindados. Las imágenes demuestran la oposición que se está encontrando el ejército de Putin para llegar a Kiev. Hace ya 10 días que trascendieron las fotografías de satélite que mostraban un enorme convoy militar ruso a menos de 30 km de Kiev. La invasión de la capital parecía inevitable, pero las tropas aún no han llegado.

Foto:EFE

La ofensiva rusa en la ciudad de Mariúpol, en el sur de Ucrania, ha dejado unas imágenes terribles, como las de las fosas comunes para enterrar a los fallecidos. Tras el ataque este miércoles a un hospital materno infantil que dejó tres muertos, han seguido los bombardeos sobre la ciudad.

Foto: Imágenes del efecto del bombardeo del hospital material de Mariúpol, el 9 de marzo. EJÉRCITO DE UCRANIA, VÍA REUTERS.

Sigue la última hora del conflicto entre Rusia y Ucrania en directo

Se cumplen dos semanas del inicio de la guerra entre Rusia y Ucrania. En la madrugada del 24 de febrero el presidente Vladimir Putin comunicaba el inicio de la ofensiva. Los bombardeos no tardarían en caer sobre ciudades como Mariúpol, Járkov, Chugev o Kramatorsk. Las tropas comenzaron su avance hacia la capital, Kiev, donde las sirenas antiaéreas suenan cada noche.

Refugios improvisados y huidas caóticas, grandes destrozos en objetivos militares y civiles, tímidas negociaciones y respuestas de Occidente ante Putin. Desde RTVE Noticias te resumimos en imágenes, los últimos siete días de guerra.

Los ministros de Exteriores de Rusia y Ucrania se han reunido este jueves en la primera reunión de alto nivel desde que empezó la invasión rusa. Serguéi Lavrov y Dmytro Kuleba se han visto en Antalya (Turquía), con mediación turca. El encuentro ha durado apenas hora y media y ha concluido sin ningún compromiso concreto, y con diferentes interpretaciones sobre si es el formato adecuado.

Kuleba ha asegurado que había acudido al encuentro con la intención de alcanzar un alto el fuego de 24 horas para aliviar la situación humanitaria, especialmente en Mariúpol, donde este miércoles fue bombardeado un hospital. "No hemos hecho progreso en esto", se ha lamentado en la rueda de prensa posterior.

Según Kuleba, su homólogo ruso tiene una "impresión distinta" sobre lo que ambos ministros pueden negociar. No obstante, Kuleba se ha mostrado dispuesto a "proseguir nuestros esfuerzos para buscar una solución a la tragedia humanitaria sobre el terreno".

El ministro ruso ha acusado a los ucranianos de utilizar a la población civil "como rehenes". "Nosotros intentamos abrir los corredores humanitarios todos los días", ha afirmado.

Foto: EFE/EPA/CEM OZDEL / Ministerio de Exteriores de Turquía