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Los últimos soldados ucranianos han dejado Bajmut entre los disparos de la artillería rusa. Estos terrenos al oeste de la ciudad ya se están convirtiendo en campos de batalla. A los heridos los tratan en puestos de primeros auxilios donde también intentan mantener alta la moral. "Los rusos tratan de asfixiarnos con ataques masivos", describe un soldado. Ucrania ha logrado repeler el avance ruso en los flancos norte y sur de Bajmut, pero está lejos de rodear la ciudad.
FOTO: AP Photo/Efrem Lukatsky

Si hay un elemento común entre los cementerios ucranianos es que cada semana aumenta la superficie de tumbas. En Járkov,  donde se encuentran los enviados especiales de RNE, María Eulate y Luis Montero,  todas las tumbas tienen banderas ucranianas, lo que quiere decir que son soldados muertos en la guerra. Hay una parte en la que se encuentran los fallecidos en la primera etapa de la guerra del Dombás, en 2014, y otra en la que ya están las fosas preparadas para los que vendrán.

La bandera de Rusia ondea sobre las ruinas de Bajmut. Junto a ella, la de Wagner, el grupo militar privado que ha llevado el peso de la ofensiva.

Las últimas unidades de la guarnición ucraniana de Bajmut se han retirado hacia el oeste, a Chasiv Yar. Rusia los hostiga e intenta contener los flancos norte y sur para evitar un contraataque.

Rusia ha tardado nueve meses en hacerse con la que Zelenski llamó "ciudad fortaleza". El grupo Wagner dejará la ciudad a partir del jueves. Las tropas de reemplazo asumirán la defensa de una localidad a la que Moscú rebautiza como Artemivsk, el nombre que tuvo en el siglo XX y que la Ucrania post soviética había vuelto a llamar Bajmut.

FOTO: Armed Forces of Ukraine / AFP

El Kremlin busca soldados. El salario en combate parte de los 2.350 euros, el triple del sueldo medio, más los extras que se pagan. Por
día en operaciones ofensivas activas 92 euros y 577 euros por kilómetro avanzado o por la destrucción de equipos enemigos. Hay iniciativas privadas que pagan al detalle 11.500 euros por capturar un tanque occidental, ya sea un Leopard, un Abrams o un Challenger.
Lo mismo por un lanzamisiles múltiple HIMARS.

El jefe del grupo Wagner anunciaba este sábado la toma completa de Bajmut, algo que Zelenski ha desmentido, ya que, dice, "tienen efectivos de apoyo" en la ciudad y testigos que muestran que las fuerzas ucranianas siguen resistiendo. El enclave de Bajmut es estratégico por su ubicación, ya que está comunicado por carretera con Kramatorsk y Sloviansk, pero también simbólico. La disputa sobre su control tiene mucho que ver con la propaganda, ya que la batalla de la información también es importante en una guerra como esta.

Informan Ángeles Bazán y los enviados especiales de RNE, María Eulate y Luis Montero

Zelenski ha negado desde Hiroshima que Bajmut esté en manos rusas. El ejercito ucraniano asegura que mantiene una mínima parte, pero suficiente para poder entrar de nuevo. El Kremlin da oficialmente por controlada la ciudad; y dice que la presencia de Zelenski en el G7 ha convertido la cumbre en un espectaculo de propaganda. Putin ha felicitado en un comunicado al grupo Wagner y al resto de fuerzas rusas por la que llaman, la liberación de la ciudad.

El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, se ha reunido este domingo con el presidente estadounidense, Joe Biden, en los márgenes del G7 en Hiroshima, y al terminar sus declaraciones iniciales, un periodista le ha preguntado: "Señor presidente, ¿está Bajmut aún en manos ucranianas? Los rusos dicen que han tomado Bajmut". En respuesta, Zelenski ha declarado: "Creo que no". Y dirigiéndose al periodista, ha añadido: "Lo que usted debe entender es que no hay nada, han destruido todos los edificios. Por ahora, Bajmut solo existe en nuestros corazones. No hay nada. Bueno, muchos soldados rusos muertos, pero ellos vinieron a por nosotros". Las declaraciones de Zelenski provocaron un gran revuelo e hicieron que su portavoz, Sergiy Nykyforov, tuviera que interceder para aclararlas y decir que Zelenski no había confirmado la toma de Bajmut por los rusos. Foto: AP Photo/Susan Walsh, POOL

La llegada del presidente ucraniano, Volodímir Zelenski a la cumbre del G7 en Hiroshima, Japón, ha puesto la guerra con Rusia en el centro de los debates y ha eclipsado otros temas de la reunión. Los líderes del G7 y de la Unión Europea han arropado al líder ucraniano con gestos amistosos y nuevas promesas de apoyo y armas para Kiev. Foto: Stefan Rousseau/Pool via AP