Drenthe de Assen es el único circuito que ha acogido cada año una prueba del Campeonato del Mundo de Velocidad desde su creación, en 1949. Fue construido para albergar el Gran Premio de Motociclismo en 1954. La cita de Assen se caracteriza por su ambiente festivo y extravagante, un microclima especial que los propios pilotos disfrutan tanto como los espectadores. El circuito ha sido objeto de numerosas reformas y modernizaciones, que culminaron en 2006.