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El ejército francés consolida sus posiciones en Mali. Y mientras tanto, llegan noticias de que un grupo separatista tuareg se ha declarado dispuesto a luchar junto a las tropas internacionales contra los islamistas. Apoyo popular masivo a la intervención extranjera y rechazo a los islamistas. Tranquilidad tras varios días de tensión y miedo.

Los camiones militares regresan a su base. Detrás de ellos quedan las incógnitas sobre lo que ocurrió durante casi cuatro días en la planta de gas de In Amenas, una de las más estratégicas de Argelia. A pocos kilómetros vemos las primeras muestras de la masacre, coches de guardias de seguridad tiroteados en un enfrentamiento con los terroristas. Llevaban un auténtico arsenal. Muchos de los que no pudieron huir murieron. Según fuentes militares, los últimos rehenes fueron asesinados por los secuestrados. Aunque el gobierno argelino no ha dado detalles de la operación militar, el ministro de asuntos exteriores ha dicho que la crisis de los rehenes se ha resuelto de forma responsable y que la experiencia de las fuerzas especiales ha evitado una tragedia.

"La opinión popular es de tranquilidad, gracias a los franceses, y sobre todo esperando más apoyos, porque esta gente está muy preparada", asegura Teresa, una española en Mali.

En Argelia, el balance de muertos en el complejo de gas ha tenido que ser revisado. Al día siguiente del ataque final del ejército argelino, se han encontrado en la planta de In Amenas 25 cuerpos. El Gobierno de Argel habló ayer de 23 rehenes y 32 terroristas muertos.

El secuestro en la planta de gas de In Amenas se ha cobrado las vidas de 23 rehenes y de todos los secuestradores. El gobierno argelino ha hecho público el balance. Con el asalto del ejército a la planta de gas de In Amenas, Argelia ha mantenido su política de no negociar con los terroristas, aún a costa de un elevado número de víctimas. Estas imágenes de la televisión argelina, muestran varios cadáveres tras los enfrentamientos con los asaltantes.

GEMMA GARCÍA (TVE/ Rabat).- En Argelia continúa la tensión en la planta de gas, donde un grupo de terroristas mantenía secuestrados a un número indeterminado de rehenes extranjeros. La información es muy confusa, algunos medios hablan de un nuevo asalto del ejército y liberación de rehenes y otros dicen que los terroristas han matado a los secuestrados al producirse el ataque.

  • El Ejército argelino combatió con crueldad a los islamistas en la guerra civil
  • La caída del régimen de Libia ha dado alas a los grupos yihadistas
  • Argelia ha intentado mantenerse al margen de la intervención en Mali

El ejército argelino asegura haber liberado a 100 trabajadores extranjeros de la central de gas secuestrada y dice que de momento los muertos son 12. Dentro parece que quedan unos 30 rehenes no se sabe si vivos o muertos y varios terroristas armados y con explosivos en la sala de máquinas.

La televisión estatal argelina ha mostrado las primeras imágenes de rehenes argelinos y extranjeros liberados por las fuerzas especiales del Ejército de sus captores, que aún retienen a un número indeterminado de personas en la central de gas de In Amenas, en el sureste de Argelia.

Tres días después del secuestro por un grupo yihadista de cientos de trabajadores en una planta de gas en Argelia, aumenta la preocupación por la situación de los rehenes. Las informaciones que llegan son muy confusas, se habla de unos 30 rehenes muertos en la operación emprendida por el ejército argelino. 18 terroristas también habrían muerto en este asalto.

La operación del ejército argelino contra el grupo yihadista que secuestró a un grupo de extranjeros en una planta de gas continúa en marcha este viernes y todavía no hay un balance de víctimas ni de afectados dos días después del asalto.

La ciudad de Kona, en el centro-este de Mali, que se disputaban desde hace una semana los grupos rebeldes que controlan el norte del país y las fuerzas regulares apoyadas por tropas francesas.

Los grupos rebeldes aún controlan la ciudad de Diabali, ubicada en la provincia de Segí a 400 kilómetros al norte de Bamako y donde residen 20.000 personas. Diabali fue tomada a principios de semana por hombres armados que habían huido de los bombardeos de la aviación francesa sobre la localidad de Lere, situada más al norte, en territorio dominado por los grupos salafíes.

El Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados ha preparado un plan de contingencia en previsión de que la guerra en Mali genere hasta 300.000 desplazados internos y 400.000 refugiados malienses en los países vecinos.