El Secretario de Defensa de Estados Unidos, Pete Hegseth, invitó al redactor del jefe de la revista The Atlantic, Jeffrey Goldberg, a un grupo de chat en la red de mensajería Signal en el que se encontraban varios altos funcionarios de la Administración de Donald Trump. En él, revelaron los planes de bombardear a los hutíes de Yemen apenas dos horas antes de los ataques. Una información secreta que la cúpula de seguridad de la Casa Blanca reveló por error a Goldberg.
El presidente estadounidense ha señalado que "no sabe nada" de las filtraciones, y tacha a The Atlantic de ser una "revista arruinada". Asimismo, el jefe del Pentágono niega haber mensajeado planes de guerra con Goldberg presente.
Sin embargo, en la Casa Blanca han reconocido que la conversación es auténtica y dicen que están revisando cómo acabó ahí el número del periodista. Un fallo en la ley de seguridad insólito que se castiga con dureza en la legislación estadounidense.