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Ana Ballesteros, investigadora asociada al CIDOB experta en Afganistán, ha explicado que la situación en es país es "complicada", pero "diferente a la de hace 20 años". "Están cambiando las relaciones internacionales y se plantean nuevos modelos", ha indicado en 24 horas de RNE, donde ha lamentado que los afganos "sean siempre utilizados por otros países para que consigan sus objetivos”. "No soy optimista sobre el futuro. Es una situación muy grave, una tragedia espectacular. A los talibanes les costará gobernar, varios grupos los intentarán sabotear y se producirá una catástrofe humanitaria", ha relatado la investigadora. Ha opinado que la decisión de la Unión Europea de aportar más dinero a los países vecinos del régimen talibán para evitar que los flujos migratorios lleguen a las fronteras de los países miembros "no es una solución efectiva": "Es adecuada para los intereses de Bruselas, pero no para los afganos que huyen, ni para Pakistán e Irán. La UE intenta paliar los efectos y que se use a los refugiados por grupos como la extrema derecha".

Ballesteros ha comentado que los talibanes pueden tener ahora “una forma diferente de hablar con el mundo", pero lo que hay sobre el terreno es lo que hubo desde el 1996 a 2001. "Quiebran derechos humanos y cometen crímenes de guerra. ¿Cómo vamos a hablar con ellos? Desprecian los derechos humanos y es difícil vender este diálogo y que ellos escuchen y hagan caso", ha sostenido.

Frigo es miembro del mando de operaciones especiales del Ejército de Tierra con base en Alicante y uno de los militares que ha estado en el aeropuerto de Kabul durante las operaciones de evacuación hasta el pasado viernes. Frigo es un alias, por razones de seguridad, mantiene su anonimato. En 24 horas de RNE ha explicado que, cuando llegaron a la puerta del aeropuerto de Kabul asignada a España para las evacuaciones, se sintió “muy impactado por el drama". "Lo primero que recuerdo es ver cómo, sobre la muchedumbre, pasaba una silla de ruedas con una niña con parálisis cerebral y el olor, era nauseabundo", ha relatado y ha añadido que, una vez comenzaron a trabajar, esas sensaciones "pasaron a un segundo plano". "Hemos sido capaces de concentrarnos en esas circunstancias gracias al equipo que formamos y al entrenamiento, pero se te queda dentro todo lo que ves", ha sostenido. "Es duro ver a gente desesperada que no hemos conseguido sacar, pero lo más duro, sin duda, era ver niños metidos en aguas fecales, entre una muchedumbre, muchos de ellos al borde de la muerte por deshidratación o aplastamiento", ha relatado el militar. También ha indicado que, a pesar de los entrenamientos, del sacrificio y de la disciplina "nadie está preparado para una situación como la evacuación de Kabul". "Recuerdo con especial alegría dos momentos en particular: cuando fuimos capaces de localizar a una familia, de noche, entre cientos de personas en el canal de las afueras del aeropuerto, solo con la descripción de cómo vestían y cuando, después de 48 horas negociando con los talibanes la entrada de autobuses, conseguimos ver a un grupo de gente que se acercaba a la puerta y nos saludaban. Fue muy emotivo", ha explicado Frigo.

Estados Unidos pone fin a los 20 años de guerra en Afganistán y miles de civiles se agolpan en el aeropuerto para huir. Tras la toma de Kabul por parte de los talibanes y la huida de los militares afganos, estos se han hecho con recursos y armas estadounidenses.

FOTO: Civiles afganos subiendo a un avión para ser evacuados de Kabul EFE/EPA/LPhot Ben Shread

Hoy, en Por tres razones, nos preguntamos cuáles son las condiciones que se deben cumplir para que una persona que viene desde Afganistán pueda residir como refugiado en nuestro país. 

Contamos con la presencia de Rita Grané, directora de la ONG Punt de Referència, una asociación que se dedica al acompañamiento de jóvenes extutelados para intentar que se incorporen a la vida adulta con más oportunidades. Rita nos explica por qué ahora mismo, las personas que viajan desde Afganistán, no tienen la posibilidad de solicitar ni recibir acogida en casas del Estado. En primer lugar, quienes llegan a España desde otros países, deben pedir y obtener el estatuto de refugiado o de asilo, lo que implica gestiones como el permiso de residencia.

La ONG barcelonesa Punt de Referència, realiza un acompañamiento de un tramo máximo de año y medio, trabajando para que en este tiempo se puedan cumplir las condiciones necesarias para tramitar la acogida. Bea Gomis y Ferrán Espinós, familia acogedora, también hablan hoy para explicarnos cómo se puede realizar la acogida y lo que implica compartir experiencias y hogar con personas que provienen de otros países en busca de asilo.

España ha continuado evacuando a afganos por tierra a través del paso fronterizo de Torkham por medio de un mecanismo de cooperación con Pakistán, según ha confirmado a TVE fuentes de la legación diplomática, después de que finalizara la misión internacional para la evacuación aérea en Kabul. También ha comenzado a llegar la ayuda humanitaria en un vuelo de la Organización Mundial de la Salud con material que faicilitará 3.500 operaciones en Afganistán. 

María Jesús Vega, portavoz en España de ACNUR, dice que aunque la situación es distinta a la de la llamada crisis de refugiados de 2015, la clave es que haya un compromiso firme de apoyo a la situación de Afganistán, tanto para ayudar a quienes se han quedado dentro, como los que han salido a países limítrofes. ACNUR dice que es clave que se dejen las fronteras abiertas y tener claro que todo el mundo debe colaborar: “El mensaje es para todos, los países limítrofes y todos los de la UE. Permitir el acceso al asilo salva vidas”. Otro de los focos, asegura Vega, debe estar dentro del país, donde millones de personas corren peligro por no tener ni seguridad ni lo más básico para vivir.

La misión internacional para evacuar a miles de civiles de Afganistán tras la vuelta al poder de los talibanes ha terminado tras la marcha de las tropas estadounidenses, un día antes de la fecha límite del 31 de agosto que estaba prevista, pero todavía muchas personas que huyen de los talibanes siguen al otro lado de las fronteras afganas sin saber qué pasará con ellos. El país centroasiático afronta una grave crisis. Los insurgentes, militantes islamistas que cuando estuvieron en el poder llevaron a cabo ejecuciones públicas y prohibieron a las niñas y las mujeres ir a la escuela o al trabajo, han tomado el control del aeropuerto de Kabul tras asegurar que salvaguardarán los derechos humanos. 

Foto: Una mujer pasa delante de combatientes talibanes que vigilan en el exterior del aeropuerto de Kabul. EFE/EPA/STRINGER

Los últimos soldados estadounidenses han salido del país. La misión internacional en Afganistán ha terminado y los talibanes están de vuelta en el poder. Es el fin de una era. Miles de personas que querían salir siguen al otro lado de las fronteras afganas sin saber qué pasará con ellos. Las ONG dicen que a partir de hoy será prácticamente imposible llevar ayuda humanitaria a Afganistán, porque no tiene instituciones. Aunque los talibanes les han pedido que se queden, recuerdan que no tienen material, solo aquel que consiguieron pasar antes de que empezara todo hace más de dos semanas. La economía está paralizada, los bancos siguen cerrados y la mayoría de la población está confundida. Informa Santiago Barnuevo

A pocas horas de que termine la operación de evacuación y que las tropas estadounidenses dejen Afganistán, la tensión en el aeropuerto no disminuye. Las tropas norteamericanas han interceptado cinco misiles enviados por el autodenominado Estado Islámico lanzados contra la zona aérea. Pese a la situación, los talibanes reclaman a los ciudadanos afganos que se queden en el país, pero la ONU advierte de la "gran crisis humanitaria" que está por llegar.

Carmen García, trabajadora social del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, ha estado muy presente en el dispositivo de acogida temporal de las personas evacuadas desde Afganistán hasta de Torrejón de Ardoz. En 24 horas de RNE ha relatado que han sido “muchas horas de trabajo": "Hemos estado unas 15 horas diarias atendiendo a quienes llegaban". Se ha mostrado “tranquila por el buen trabajo hecho” y “con pena y preocupación por quienes se han quedado en Kabul". “Estábamos preparados porque el sistema de acogida no es nuevo. Aunque no esperábamos esta situación, hemos vivido otras situaciones de emergencia", ha sostenido García.

La trabajadora social del Ministerio ha comentado que lo más "costoso, difícil y triste" ha sido ver a tantas familias divididas: "Hemos visto reflejada la tristeza y el miedo en los afganos que han llegado a España”. También ha indicado que, este lunes 30 ha salido la última familia del campamento de Torrejón y hay que desmontar el dispositivo. “Esto empieza ahora, nos queda un largo recorrido de acompañamiento y la esperanza de que llegue más gente", ha destacado.