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María Jesús Vega, portavoz en España de ACNUR, dice que aunque la situación es distinta a la de la llamada crisis de refugiados de 2015, la clave es que haya un compromiso firme de apoyo a la situación de Afganistán, tanto para ayudar a quienes se han quedado dentro, como los que han salido a países limítrofes. ACNUR dice que es clave que se dejen las fronteras abiertas y tener claro que todo el mundo debe colaborar: “El mensaje es para todos, los países limítrofes y todos los de la UE. Permitir el acceso al asilo salva vidas”. Otro de los focos, asegura Vega, debe estar dentro del país, donde millones de personas corren peligro por no tener ni seguridad ni lo más básico para vivir.

La misión internacional para evacuar a miles de civiles de Afganistán tras la vuelta al poder de los talibanes ha terminado tras la marcha de las tropas estadounidenses, un día antes de la fecha límite del 31 de agosto que estaba prevista, pero todavía muchas personas que huyen de los talibanes siguen al otro lado de las fronteras afganas sin saber qué pasará con ellos. El país centroasiático afronta una grave crisis. Los insurgentes, militantes islamistas que cuando estuvieron en el poder llevaron a cabo ejecuciones públicas y prohibieron a las niñas y las mujeres ir a la escuela o al trabajo, han tomado el control del aeropuerto de Kabul tras asegurar que salvaguardarán los derechos humanos. 

Foto: Una mujer pasa delante de combatientes talibanes que vigilan en el exterior del aeropuerto de Kabul. EFE/EPA/STRINGER

Los últimos soldados estadounidenses han salido del país. La misión internacional en Afganistán ha terminado y los talibanes están de vuelta en el poder. Es el fin de una era. Miles de personas que querían salir siguen al otro lado de las fronteras afganas sin saber qué pasará con ellos. Las ONG dicen que a partir de hoy será prácticamente imposible llevar ayuda humanitaria a Afganistán, porque no tiene instituciones. Aunque los talibanes les han pedido que se queden, recuerdan que no tienen material, solo aquel que consiguieron pasar antes de que empezara todo hace más de dos semanas. La economía está paralizada, los bancos siguen cerrados y la mayoría de la población está confundida. Informa Santiago Barnuevo

A pocas horas de que termine la operación de evacuación y que las tropas estadounidenses dejen Afganistán, la tensión en el aeropuerto no disminuye. Las tropas norteamericanas han interceptado cinco misiles enviados por el autodenominado Estado Islámico lanzados contra la zona aérea. Pese a la situación, los talibanes reclaman a los ciudadanos afganos que se queden en el país, pero la ONU advierte de la "gran crisis humanitaria" que está por llegar.

Carmen García, trabajadora social del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, ha estado muy presente en el dispositivo de acogida temporal de las personas evacuadas desde Afganistán hasta de Torrejón de Ardoz. En 24 horas de RNE ha relatado que han sido “muchas horas de trabajo": "Hemos estado unas 15 horas diarias atendiendo a quienes llegaban". Se ha mostrado “tranquila por el buen trabajo hecho” y “con pena y preocupación por quienes se han quedado en Kabul". “Estábamos preparados porque el sistema de acogida no es nuevo. Aunque no esperábamos esta situación, hemos vivido otras situaciones de emergencia", ha sostenido García.

La trabajadora social del Ministerio ha comentado que lo más "costoso, difícil y triste" ha sido ver a tantas familias divididas: "Hemos visto reflejada la tristeza y el miedo en los afganos que han llegado a España”. También ha indicado que, este lunes 30 ha salido la última familia del campamento de Torrejón y hay que desmontar el dispositivo. “Esto empieza ahora, nos queda un largo recorrido de acompañamiento y la esperanza de que llegue más gente", ha destacado.

Varios proyectiles que tenían como objetivo el aeropuerto de Kabul han golpeado este lunes la ciudad, sin que en un principio se conozcan víctimas, y al menos cinco cohetes han sido interceptados por el sistema de misiles de Estados Unidos, según un funcionario estadounidense, aunque no ha confirmado si todos fueron derribados por el mecanismo de defensa. El incidente ocurre tras el ataque, en la jornada anterior, con un dron estadounidense contra un vehículo supuestamente cargado de explosivos y cuando solo quedan unas horas para que termine el plazo para la retirada de las tropas estadounidenses. 

Foto: Las fuerzas talibanes custodian el vehículo desde el que supuestamente fueron lanzados cohetes en Kabul. REUTERS/Stringer

La capitán Oliva es una de las enfermeras que ha estado trabajando sin descanso en los vuelos que han unido Kabul y Dubai y en los que han salido miles de afganos que huyen del nuevo régimen talibán. “Ha sido la mejor experiencia. Cuando íbamos de vuelta a Dubai miraba a los niños y pensaba que no sabían la segunda oportunidad tan grande que estaban recibiendo”. La capitán destaca el gran comportamiento que los pequeños tenían a bordo. A la pregunta de si siente que han cumplido su misión, responde: “A pesar de que todos sabemos que ha quedado mucha gente, sí es una misión cumplida. Hemos hecho lo que se nos ha ordenado y con el tiempo que hemos tenido, hemos hecho el máximo posible”. Ella siempre supo que quería formar parte del Ejército y durante años se formó para poder trabajar concretamente en Afganistán. “Hacer mi labor no lo cambio por nada”, ha concluido.

Eva Borreguero, profesora de ciencia política de la Universidad Complutense dice que el lanzamiento de cohetes y drones que se está llevando a cabo en los últimos días sobre el terreno en Afganistán forma parte de una táctica de EEUU que ya se ha utilizado en otras ocasiones. Borreguero cree que, en lo inmediato, los talibanes establecerán una pequeña colaboración con países como este porque necesitan avanzar en su reconocimiento internacional. “Se prevé que haya una crisis económica y de hambre inmediata. Tendrán que colaborar porque tienen todos sus fondos congelados”. En este sentido, recuerda que será muy importante el papel que jueguen ahora países como Rusia, China o Pakistán, que han decidido mantener sus embajadas en el país. En las próximas semanas será clave ver qué tipo de Gobierno forman los talibanes y qué equilibrio de fuerzas hay en él.