Según Hamás, un ataque aéreo contra una casa en Gaza ha matado al menos a siete palestinos. La milicia afirma que cayeron tres bombas y que no hubo aviso previo del ataque. Desde el Ejército israelí confirman que esta madrugada han atacado una "oficina de operaciones" de Hamás en el centro de Gaza y también varios "sitios de lanzamiento" de cohetes.
FOTO: Una bola de fuego aparece tras el impacto de un proyectil israelí en la ciudad de Gaza contra el complejo de Ansar, vinculado a Hamás. Mohammed Abed / AFP.
Desde que el pasado lunes comenzó la escalada bélica asimétrica entre Israel y las milicias de Hamás y la Yihad Islámica (la potencia de fuego de Israel es incomparablemente superior) han muerto ya 119 palestinos en Gaza entre ellos 31 menores. Los heridos ascienden a 830, según el Ministerio de Sanidad del enclave.
En Israel han muerto 8 personas, entre ellas dos menores, por el lanzamiento de cohetes desde Gaza.
El ataque se ha iniciado con 50 rondas de bombardeos por tierra y aire en 40 minutos, según ha detallado el propio Ejército israelí. Han participado 160 aviones, así como tanques y artillería situada en la frontera. De momento, las tropas no han penetrado en el territorio palestino.
Los objetivos, aseguran los militares, son puestos de las milicias palestinas y su red de túneles subterráneos. Pero las bombas caen por igual sobre edificios y población civil en un territorio de apenas 365 kilómetros cuadrados y poblado por 2 millones de personas.
Mientras tanto, los esfuerzos de mediación internacional han fracasado y el Consejo de Seguridad se reunirá este domingo.
Desde que comenzó la escalada bélica asimétrica entre Israel y las milicias de Hamás y la Yihad Islámica, el pasado lunes, han muerto ya 119 palestinos en Gaza entre ellos 31 menores. Los heridos ascienden a 830, según el Ministerio de Sanidad del enclave.
En Israel han muerto siete personas, entre ellas dos menores, por el impacto de cohetes lanzados desde Gaza.
El ataque de la madrugada del viernes se ha iniciado con 50 rondas de bombardeos por tierra y aire en 40 minutos, según ha detallado el propio Ejército israelí.
Los objetivos, según los militares, son puestos de las milicias palestinas, principalmente, la red de túneles subterráneos donde sus miembros se protegen. Pero las bombas caen sobre edificios y población civil en un territorio de apenas 365 kilómetros cuadrados y poblado por 2 millones de personas.
El ataque se realizó desde el exterior, sin que las tropas entraran en el territorio palestino, aunque desde hace días Israel acumula personal y material en la frontera con la franja, lo que hace temer una invasión terrestre.
José Miguel Calvillo Cisneros, profesor de Relaciones Internacionales en la Universidad Complutense de Madrid, ha dicho en Las mañanas de RNE que el balance de la situación en Afganistán tiene dos partes, la seguridad y el desarrollo. "En desarrollo ha habido un punto de inflexión, sigue siendo pobre pero nada que ver con la situación inicial. Pero por otro lado está el análisis de la seguridad y no podemos ser tan optimistas. El número de atentados terroristas, el número de víctimas... desde el año 2011 se ha producido un incremento notable que deja ver que la situación de seguridad es bastante peor", ha explicado.
La de Afganistán ha sido la guerra más larga de la historia de Estados Unidos. Biden pasará a la historia como el presidente que la terminó. "EE.UU. jamás podrá ganar la guerra en Afganistán. Podrá ganar batallas pero no la guerra. Uno de los errores cometidos ha sido no entender la coyuntura de Afganistán. Biden prioriza los intereses de EE.UU. No victoria, no derrota, una salida honrada del país. "Cree que la retirada abre una puerta a los talibanes para llegar al poder. "Los talibanes llevan un año desde que se firma el acuerdo con Trump en el que su objetivo es el gobierno de Kabul y para ellos es una guerra civil en la que día tras día consiguen más poder y más legitimidad. Ojalá me equivoque, pero en cuanto la comunidad internacional abandone Afganistán sin un apoyo serio y estable a Kabul, será cuestión de tiempo que los talibanes lleguen al poder."
Todavía recuerda la primera vez que estuvo en el país en 2006. "Vi una pobreza absoluta. Ha mejorado con el apoyo de la comunidad internacional, se ha cubierto una necesidad básica pero no en todo el país, solo en las ciudades más grandes. La realidad del país sigue siendo de extrema pobreza", cuenta. Y añade que la falta de conocimiento sigue siendo total. "Desde el siglo XIX hasta ahora, en los conflictos en Afganistán la cuestión étnica siempre ha estado presente. Es lo que la comunidad internacional no ha conseguido ver. Los talibanes tienen muchas opciones de hacerse con el poder, porque lanzan un mensaje identitario desde el punto de vista pastún. En las últimas semanas, los atentados contra la población civil han sido contra población chií, hazara, tayika... son los enemigos de la etnia pastún. No todos los pastunes son talibanes, que a veces se confunden", explica.
Una pequeña ceremonia en la base aérea de Torrejón de Ardoz presidida por el Rey servirá para cerrar, de alguna manera, la misión española en Afganistán. Han sido casi dos décadas de guerra que ha curtido a toda una generación de militares españoles. Entre ellos al Teniente Coronel Joaquín Aguirre. Ha estado destinado en Afganistán varias veces, la primera en 2005 y la última en 2012.
En Las mañanas de RNE ha relatado lo que se encontró cuando llegó por primera vez. "Realmente no es una devastación, es falta de infraestructuras críticas. No tienen alcantarillado, puentes, carreteras... es un país a medio hacer. Soy piloto de helicóptero, en medio de la nada veías un poblado o un pastor en medio del desierto, como te imaginas que pueda ser en el medievo". De todos estos años destaca especialmente el esfuerzo logístico que tuvieron que realizar para mantener la base. "Los helicópteros, el hospital de campaña, 24 horas al día a tanta distancia de España... Llevamos un helicóptero de salvamento civil y lo tuvimos que modernizar con armamento, blindaje, capacidad de vuelo con visión nocturna... Se mejoró muchísimo. También de mentalidad. Vas a una guerra. Antes hacíamos misiones más humanitarias. Es un punto de inflexión para muchos militares que estuvimos allí", ha asegurado.
Su labor, relata, ha sido asesorar y entrenar a las fuerzas afganas para que en su país no haya lugar para el terrorismo. "Afganistán está mejor que en 2005. Depende de ellos y de la comunidad internacional si son capaces de mantenerlo. Puede ser que la retirada salga bien y sean autosuficientes, o puede que salga mal. Nadie lo sabe", cuenta. Duda si volvería al país, pero valora la experiencia que vivió allí. "Familiarmente fue muy duro. Pero profesionalmente aprendí bastante de lo que es operar en situaciones complicadas. Todas las misiones me salieron bien. El pero son los 100 militares fallecidos, dos policías nacionales y dos intérpretes que perdieron la vida en estos años", ha dicho.
EEUU impide, por segunda vez en 48 horas, una declaración del Consejo de Seguridad de la ONU que condene la violencia entre israelíes y palestinos Informa Fran Sevilla, corresponsal en Washington.
La escalada de violencia entre Israel y los grupos armados de Gaza que se inició el lunes se intensifica y se ha cobrado ya la vida de más de medio centenar de personas. La violencia se está extendiendo a la Cisjordania ocupada y a poblaciones del interior de Israel con importante población árabe, donde se han producido disturbios.
Desde el lunes han muerto 53 palestinos, entre ellos 14 niños, y 6 israelíes, incluyendo un menor.
Las milicias de Hamás y Yihad Islámica han lanzado desde el lunes más de 1.000 proyectiles, de los cuales 850 han impactado en territorio israelí. Por su parte, Israel ha llevado a cabo alrededor de 500 bombardeos, según el Ejército.
Mientras tanto, las protestas que se iniciaron ya la semana pasada en Jerusalén y que tuvieron su punto álgido el lunes en la explanada de la mezquita de Al Aqsa se están extendiendo por la Cisjordania ocupada y también, algo poco habitual, por localidades israelíes con importante población árabe.
Los disturbios más graves en ciudades israelíes se han producido en la ciudad de Lod, con un 20% de población árabe, con quema de coches y enfrentamientos entre las dos comunidades. El gobierno ha declarado el estado de emergencia en esta ciudad.
La escalada de violencia entre Israel y los grupos armados de Gaza que se inició el lunes se intensifica y se ha cobrado ya la vida de al menos 49 personas. La violencia se está extendiendo a la Cisjordania ocupada y a poblaciones del interior de Israel con importante población árabe, donde se han producido disturbios.
Desde el lunes han muerto 43 palestinos, entre ellos 13 niños, y 6 israelíes, incluyendo un menor.
Las milicias de Hamás y Yihad Islámica han lanzado desde el lunes 850 cohetes, además de otros 200 lanzamientos fallidos. Por su parte, Israel ha llevado a cabo alrededor de 500 bombardeos, según el Ejército.
Los enfrentamientos son ya los peores desde 2014 en un conflicto asimétrico en el que la potencia de fuego del Ejército israelí es infinitamente superior a la de las milicias palestinas.
Egipto y Catar intentan mediar entre las partes mientras Estados Unidos, la UE y la ONU han pedido calma y contención.
Mientras tanto, las protestas que se iniciaron ya la semana pasada en Jerusalén y que tuvieron su punto álgido el lunes se están extendiendo por la Cisjordania ocupada y por localidades israelíes con importante población árabe.
Casi siempre escuchamos, leemos o vemos los reportajes y crónicas que llegan desde zonas de guerra y conflicto, centrándonos en las historias que nos muestran, pero sin percatarnos de que tienen su propia historia interesante detrás. En 24 horas de RNE ofrecemos el punto de vista de quienes se arriesgan para informar. Lo hacemos con algunos de los periodistas que lo han hecho y siguen haciéndolo para Radio Nacional de España: Fran Sevilla, Paco Forjas y Cristina Sánchez. En algunos de los puntos en los que han informado han coincidido con David Beriain y Roberto Fraile. Hoy conversamos sobre si hay un carácter determinado del periodista que cubre este tipo de informaciones o qué lleva a alguien a arriesgar su vida para informar.
Beriain y Fraile son los últimos nombres añadidos a una trágica lista en la que desde 1980 ya figuraban muchos otros periodistas que hacían su trabajo en países en conflicto.
En 2004 el periodista Ricardo Ortega fue asesinado en un tiroteo en Haiti en 2004, solo un año antes, el periodista José Couso era alcanzado por los disparos de las tropas estadounidenses en el Hotel Palestina en el que se alojaba la prensa internacional durante la Guerra de Irak. También en Irak un misil le quitó la vida en abril de 2003 a Julio Anguita Parrado.
Julio Fuentes murió junto a otros tres periodistas cuando viajaba en una caravana de prensa compuesta por ocho vehículos que sufrió una emboscada en 2001 en Afganistán.
El veterano Miguel Gil murió en Sierra Leona a manos de los rebeldes; Juancho Rodríguez fue abatido en Panamá, Jordi Pujol en Sarajevo, Luis Baltueña en Ruanda y Luis Espinal en Bolivia. Unas ausencias con las que perdemos una visión real y experta en primera línea.
Se estima que cada año la caza furtiva mueve en el mundo más de 20.000 millones de euros, una ingente fuente de recursos para los grupos armados que operan en estados frágiles en África. Los grandes santuarios permiten financiar guerras en Burkina Faso pero también en la República Democrática del Congo. Son países lejanos pero que comparten la problemática de los terroristas que controlan territorios por la fuerza. Itsaso Vélez del Burgo, directora del centro de rehabilitación de primates de Lwiro, ha dicho que los que sufren la violencia de los grupos armados son los guardaparques y la gente que trabaja protegiendo las áreas naturales.
La caza furtiva se justifica por la demanda que llega desde lejos en un comercio ilegal que ha acelerado la extinción de especies o que ha dejado en situación crítica por ejemplo al rinoceronte, el gorila o el elefante por eso, asegura Vélez del Burgo, es fundamental que haya periodistas como David Beriaín y Roberto Fraile. "Necesitamos más gente así, que quiera sensibilizar al público, que lo que hacemos aquí afecta a lo que pasa allí." Porque señala que siempre que haya alguien dispuesto a pagar mucho, habrá siempre otro listo para ponerlo a su disposición aunque sea a través de la muerte.
Los dos periodistas españoles desaparecidos en Burkina Faso han sido asesinados por un grupo armado en la zona. Lo ha confirmado la ministra de Asuntos Exteriores Arancha González Laya.
Se trata de dos hombres que realizaban un documental sobre la caza furtiva. La zona en la que fueron atacados es una de las más peligrosas en la actualidad del Sahel, que vive una grave crisis en materia de seguridad. Está en el vértice que forma las fronteras entre Burkina Faso, Togo, Benín y Níger. Es un lugar de amplios espacios naturales de los que hace tiempo que las fuerzas de seguridad de estos países se replegaron por el incremento de ataques de grupos armados, algunos yihadistas procedentes de Malí o Libia, pero también de organizaciones que pretenden dominar los recursos minerales y naturales del entorno sometiendo a la población. Burkina Faso vive desde hace años un incremento de la actividad criminal en una zona declarada ya desde hace al menos seis años como muy peligrosa por parte de gobiernos europeos.
Era 2017 y Mosul el último gran bastión del DAESH en Irak estaba cayendo...Los yihadistas perdían terreno día tras día...Desde allí Óscar Mijallo lo contaba así para Televisión Española...Una cobertura, recuerda, intensa e impactante...Con yihadistas que huían dejando bombas caseras en cada casa, combates continuos y una lucha barrio por barrio con miles de civiles atrapados en medio...Una batalla llena de historias anónimas de la que ha salido su segunda novela, 'El médico de Mosul'...Historias como la del doctor Ayash, un médico dispuesto a arriesgarse a la ira del DAESH para salvar a un niño autista..O la de Raed ese padre capaz de todo para salvar a su hija enferma...Por que ese, nos cuenta Mijallo, es el verdadero protagonista de su novela: las mil caras del sufrimiento de un pueblo que padeció como pocos el terror del califato yihadista...Hoy ya han pasado casi cuatro años desde la expulsión del DAESH en Mosul pero la amenaza, recuerda el autor, sigue presente...Por que el DAESH no se ha ido del todo, aunque ahora Mosul ya ha vuelto a la calma, la música y el deporte y haya muchos más médicos como el doctor Ayash.
El secretario de Estado norteamericano, Antony Blinken, está en Kabul. Una visita sorpresa horas después del anuncio del presidente Biden del repliegue de las tropas entre mayo y septiembre, coincidiendo con el vigésimo aniversario del 11-S y coordinado con la retirada también de la OTAN. Han pasado cuatro presidentes en dos décadas de guerra, la más larga para Estados Unidos, sin haber terminado con los talibanes ni con Al Qaeda, la autora del ataque a las Torres Gemelas y el Pentágono.
La población afgana teme ahora el regreso del fundamentalismo y un retroceso en Derechos Humanos. 20 años después de la invasión estadounidense y de la caída del régimen de los talibanes, estos controlan más territorio que en cualquier momento de las dos décadas, zonas rurales mayoritariamente porque las grandes ciudades son del gobierno. Dondald Trump negoció la retirada a cambio de un proceso de negociación política que comenzó en septiembre en Qatar. Desde entonces poco se ha avanzado, no ha habido alto el fuego ni reducción de la violencia, que se ha incrementado en los primeros tres meses del año. Las mujeres temen un retroceso en sus derechos si los talibanes ganan poder y piden más representación en el proceso de negociación.