La OTAN nace en 1949, con 12 países de ambos lados del Atlántico que se comprometen a defenderse mutuamente. En 1991, con la caída y desintegración de la Unión Soviética y del Pacto de Varsovia que unía la defensa de los países del bloque comunista, se diseñaba un nuevo plan de seguridad, basado en el diálogo, la cooperación y el mantenimiento de una capacidad de defensa colectiva, tal y como recoge el artículo 5 del tratado de Washington.
El artículo anterior, el 4, establece que, cuando uno de los aliados se sienta amenazado, puede pedir al resto que valore la situación con vistas a acordar acciones. Para muchos países exsoviéticos ya ha llegado la hora. "La OTAN tiene que garantizar la seguridad de todo el flanco oriental con medidas concretas porque con la retórica ya no es suficiente", decía esta mañana el presidente lituano.
Foto: Imagen de un soldado ucraniano en una trinchera en el Donbás (AFP)
El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, ha asegurado que el tamaño de la invasión y la agresión por parte de Rusia a Ucrania "es tal a lo largo de la frontera" que uno "debe esperar lo peor" y ha indicado que es una posibilidad "muy factible" que tengan como objetivo "deponer al Gobierno legítimo".
"La entrada en Kiev solo podría tener como objetivo deponer a un gobierno elegido democráticamente", ha dicho Albares. Y añade: "Lo que ha ocurrido es un desafío a la legalidad internacional y al orden europeo [...] No podemos mantener la misma relación con Rusia mientras esto continúe".
Preguntado por las sanciones a Rusia que se están acordando en el consejo extraordinario en Bruselas, el ministro ha dicho que no se saben aún cuáles serán esas medidas "concretas", pero asegura que serán "masivas y dañarán a la economía rusa" a través de diferentes sectores como el financiero, el energético o el de las exportaciones.
El metro de Járkov, en Ucrania, se ha convertido tras el estallido del conflicto en un refugio para proteger a los ciudadanos de algún posible ataque aéreo por parte de Rusia. FOTOGRAFÍA: REUTERS TV/via REUTERS.
El Ejército ruso, por orden del presidente Vladímir Putin, ha iniciado esta madrugada un ataque con misiles y artillería pesada en diferentes puntos del territorio de Ucrania, con la entrada de tropas desde Bielorrusia, Rusia y Crimea. Aunque el líder ruso había asegurado que las ofensivas no irían dirigidas a zonas habitadas, ya se han reportado muertes tanto de militares como de civiles.
El Ministerio del Interior de Ucrania ha informado de ataques en centros de mando militar, aeropuertos, bases aéreas y sistemas de defensas antiaérea en la capital, Kiev, y en otras ciudades, como Jarkov, Mariupol o Chungev. Han llegado carros blindados, tanques y helicópteros que sobrevuelan las posiciones ucranianas bombardeadas.
A pesar de que el presidente de Ucrania ha pedido a los ciudadanos calma y que se queden en casa, muchos residentes de Kiev están huyendo de la capital, lo que ha generado grandes atascos para salir de la ciudad. Además, el inicio de la invasión rusa también ha provocado colas en gasolineras, cajeros automáticos y supermercados en diferentes partes de Ucrania, y muchos ciudadanos se están refugiando en las estaciones de metro en Kiev.
El ataque se ha iniciado con dos oleadas de bombardeos contra varias localidades, desde Jarkov y la región del Donbás (este), hasta el puerto de Odesa, en el Mar Negro (sur), incluyendo la capital, Kiev, para dar paso al asalto terrestre y marítimo. Ucrania ha reconocido al menos 40 muertos entre sus soldados y decenas de víctimas civiles, mientras Rusia de momento no ha admitido bajas.
El Ejército ruso es muy superior en efectivos humanos y materiales al de Ucrania. Cuenta con 850.000 soldados activos, cuatro veces más que Ucrania, que tiene en sus filas a 200.000 militares. El Ministerio de Defensa ruso aseguraba a primera hora que se estaban usando "armas de alta precisión". En total se han alcanzado 74 objetivos, entre ellos 11 aeródromos, tres puestos de mando, una base naval y 18 estaciones del sistema de defensa antimisiles S-300.
Vladimir Putin, que de momento cuenta con el apoyo de su población, está decidido a mantener el ataque sobre Ucrania. Dice que están defendiéndose del "genocidio que está llevando a cabo Ucrania desde hace ocho años". Se presenta como una víctima y su Gobierno dice dejar una puerta abierta a la democracia para mejorar la situación. Esta tarde se ha reunido con las empresas del país, incluidas las tecnológicas. El presidente ruso ha lanzado la operación de madrugada. Informa desde Moscu Víctor Paredes
La guerra en Ucrania ha comenzado de madrugada conbombardeos selectivos en distintas zonas del país. Inmediatamente después del mensaje de Putin, las sirenas sonaban en Kiev. Rusia ha bombardeado en dos oleadas infraestructuras militares en varias localidades.
Después ha comenzado el avance terrestre. Tropas rusas mecanizadas han penetrado en la región del Donbás y en el área de Jarkov (este) y en Jersón, región junto a la península de Crimea, en el sur. Según el gobierno ucraniano, tropas rusas handesembarcado en las costas del Mar Negro y el Mar de Azov y hay fuertes combates en las regiones de Sumy, Jarkov, Jersón, Odesa y en el aeródromo militar de Hostomel, cercano a Kiev, que según otras informaciones ya habría caído en manos rusas.
Esta“operación militar especial” anunciada por el presidente ruso, Vladímir Putin, pronto se ha extendido a otras zonas no estrictamente pertenecientes a la frontera. Bajo ataque también se encuentra la capital del país, Kiev. Rusia ha bombardeado su aeropuerto e instalaciones del gobierno y del Ejército.
La entrada de Rusia en Ucrania ya ha causado los primeros muertos militares y civiles. El Ministerio de Defensa ruso asegura estar empleando armas de alta precisión contra infraestructuras militares, baterías antiaéreas y bases aéreas ucranianas. Las aerolíneas están suspendiendo sus vuelos sobre el espacio aéreo de Ucrania por el riesgo de un derribo no intencionado o un ciberataque contra el control del tráfico aéreo.
Rusia ha atacado Ucrania en la madrugada de este jueves, poco después de que Vladímir Putin anunciara una "operación militar especial", iniciando así una guerra en Europa de consecuencias imprevisibles.
El ataque se ha iniciado con dos oleadas de bombardeos contra varias localidades, desde Jarkov y la región del Donbás (este), hasta el puerto de Odesa, en el Mar Negro (sur), para dar paso al asalto terrestre y marítimo. Ucrania ha reconocido al menos 40 muertos entre sus soldados y decenas de víctimas civiles, mientras Rusia de momento no ha reconocido bajas.
La guerra ha comenzado tres días después de que Rusia reconociera la independencia de las regiones separatistas de Lugansk y Donetsk, y confirma las advertencias de EE.UU. y sus aliados, que este mismo miércoles, avisaban de que el ataque era "inminente". EE.UU. cuantificaba en más de 200.000 los soldados rusos en la frontera.
El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, ha decidido armar a la población y ha asegurado que el país resistirá. El ataque ha provocado la condena internacional, y EE.UU. y la Unión Europea han anunciado una respuesta firme en forma de sanciones.
Olga es una de las 1.500 ciudadanas ucranianas residentes en Pamplona que observan con preocupación y alarma la invasión de Rusia. En Las Mañanas de RNE nos cuenta que parte de su familia está en Donetsk: "Es muy duro, desde aquí no podemos ayudar nada, solo podemos apoyar por teléfono". Olga cuenta que los ataques se están produciendo por todo el país y que los transportes, las fábricas, aeropuertos y colegios están paralizados y cerrados. "Han dicho que el pueblo mantenga la calma y que nadie salga de casa, pero todos están allí en un caos total". Los ucranianos han dedicido juntarse en la plaza del Ayuntamiento de Pamplona para mostrar su apoyo a la comunidad.