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El periodismo puede ser una profesion de alto riesgo en zonas de conflicto... Periodistas, diplomáticos o miembros de ONGs reciben cursos de la Guardia Civil para reaccionar en situaciones límite...Un equipo de Televisión Española ha hecho uno de esos cursos...

El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, ya no acusa directamente a Rusia por el misil que cayó en Polonia, matando a dos personas. Ahora dice que no está seguro de lo qué pasó, pese a que la OTAN y Varsovia apuntan a que se trató de un misil antiaéreo ucraniano.

En Washington lanzan otro guiño a un posible final negociado de la guerra. "Es Ucrania la que debe decicir si negocia y cuándo hacerlo y cómo, pero hay que tener en cuenta que es altamente improbable que se dé una victoria militar completa para Kiev", ha dicho Mark Milley, jefe del Estado Mayor de EE.UU.

Hoy ha habido nuevos bombardeos sobre Ucrania, como en Dnipro, donde ha habido 14 heridos. Y, de nuevo, han sido blanco instalaciones estratégicas de gas, ahora que el invierno ha llegado a Kiev.

Foto: REUTERS/Mykola Synelnykov

A Mateusz, de 30 años, todavía le tiemblan las piernas cuando mira en dirección adonde cayeron los restos del misil en Polonia, una zona rural con instalaciones de grano en suelo polaco a pocos kilómetros de la frontera con Ucrania. "Podía haber sido yo", repite constantemente. Se salvó porque entraba a trabajar en el campo un poco más tarde, pero conocía a las dos víctimas del impacto.

A la zona, totalmente acordonada, solo pueden acceder expertos de Polonia y Estados Unidos, los dos países que investigan lo ocurrido. El presidente polaco se ha visto con el jefe de la CIA. Reino Unido ha ofrecido asistencia y Alemania, patrullas aéreas conjuntas con Polonia. Kiev exige ver el lugar del impacto y no está de acuerdo con la versión que se da como más probable.

Foto: REUTERS/Kacper Pempel

El impacto de un misil en suelo de Polonia, que ha causado dos muertos, y cuyo origen aún está por aclarar, ha hecho sonar todas las alarmas en la OTAN, en los países vecinos a Ucrania y en todo el mundo ante el temor a una escalada.

Los ánimos se han calmado cuando el presidente polaco, Andrej Duda, ha adelantado que lo más probable es que se trate de un misil de la defensa antiaérea ucraniana que ha impactado por error en territorio del país vecino. Por lo tanto, Polonia no invocará el Artículo 4 del Tratado de la OTAN.

La conclusión del secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, ha sido la misma: la información preliminar apunta a un misil antiaéreo ucraniano. Rusia ya había asegurado que el proyectil era ucraniano, mientras Ucrania insistía en acusar a Moscú y en pedir la reacción internacional.

El misil que cayó la noche del martes en Polonia era ucraniano, no lo lanzó Rusia. Es la conclusión a la que han llegado la OTAN, Estados Unidos y la propia Polonia. Creen que, en plena ofensiva rusa, Ucrania desplegó su sistema de defensa antiaérea, el S300, y que uno de estos misiles ucranianos acabó cayendo al otro lado de la frontera, en suelo polaco.

El incidente, sin embargo, ha mantenido al planeta en vilo durante horas. El ritmo ha sido frenético en Bali, donde estaban reunidos los líderes del G20. La OTAN ha acabado de serenar los ánimos, pero no tienen dudas de que Rusia es la responsable de haber llegado a esta situación.

Foto: HANDOUT / POLISH POLICE / AFP

La cumbre del G20 en Bali ha concluido con una declaración de condena rotunda a la guerra de Ucrania y al uso de armas nucleares. Un final de cumbre que se ha visto alterado por la explosión en Polonia, cerca de la frontera con Ucrania. Allí mismo, en Bali, se reunían de urgencia los líderes del G7 y de la OTAN analizar lo ocurrido. Moscú niega estar detrás y el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, cree que es "poco probable" que lo haya lanzado el Kremlin, y ha adelantado que el G7 y la OTAN apoyarán la investigación del Gobierno polaco sobre el incidente antes de dar "más pasos".

 
FOTO: El secretario de Estado de EE. UU., Antony Blinken, y el asesor de seguridad nacional de la Casa Blanca, Jake Sullivan, se ven sentados mientras el presidente de EE. UU., Joe Biden, habla con el presidente de Polonia, Andrzej Duda. FOTO: Reuters.

El G20 se reúne en Bali (Indonesia). Se trata de un foro económico, pero si hay algo que ha sacudido la economía mundial este año es, sin duda, la guerra de Ucrania.
"Quiero que esta agresiva guerra rusa acabe de forma justa y acorde con la Carta de la ONU y el derecho internacional", ha reclamado, por videollamada, el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski.
Los líderes de las 20 mayores economías del mundo trabajan en una declaración conjunta para condenar ese conflicto armado. El borrador habla de la mayoría de países, no de todos, y subraya que la guerra agrava los problemas de la economía global.
"La mejor forma de acabar con la aguda crisis alimentaria y energética es que Rusia acabe este guerra sin sentido", ha dicho el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel.
El jefe de la diplomacia rusa acusa a Occidente de politizar la declaración del G20.
"Ucrania rechaza categóricamente hablar y pone unas condiciones no realistas para las negociaciones", contraataca Seguéi Lavrov.
El premier británico, Rishi Sunak, ha afeado ante el ministro ruso la ausencia de Putin, al que ha acusado de iniciar una guerra "bárbara" y de reprimir violentamente la disensión interna.
Mañana sabremos si hay declaración conjunta y cuál es su contenido. Habrá que ver también si hay foto de familia. En plena guerra de Ucrania, pocos líderes quieren salir en la foto con Rusia.

Foto: Ryan Carter/UAE Presidential Court/Handout via REUTERS