El Poder Judicial arranca un nuevo curso con duros reproches a los políticos por no ponerse de acuerdo para renovar el órgano de gobierno de los jueces. Son ya casi cinco años de bloqueo y, ante el rey y toda la cúpula judicial, el presidente en funciones del Tribunal Supremo ha dicho que la situación es crítica.
Arranca el nuevo año judicial y lo hace con un CGPJ bicéfalo, algo que “es ya una normalidad democrática”, como ha indicado en Las Mañanas de RNE Ascensión Martín, portavoz de la Asociación Juezas y Jueces para la democracia. Como vienen denunciando todos los letrados, Martín recalca que “no se ha cumplido el mandato democrático”, algo que María Jesús del Barco, portavoz de la APM (Asociación Profesional de la Magistratura) achaca al Gobierno en funciones, sobre el que dice: “decidió privarle de una de sus funciones constitucionales esenciales (…) lo que está generando vacantes de más del 30% en el Tribunal Supremo”.
Del Barco ha señalado también su preocupación por lo que cree es una muy posible amnistía a los implicados en el procés, lo que considera un intento de “romper el Estado constitucional”, pero Martín niega que esta sea una preocupación en la carrera judicial: “La separación de poderes es que los jueces debemos aplicar las leyes que aprueben el Congreso y el Senado”, ha recordado.
"Creo que ha llegado el momento de tener una política de adultos, de grandes pactos", ha indicado en Las Mañanas de RNE Pedro Rollán, presidente del Senado, quien considera además que las condiciones de Puigdemont son “absolutamente inasumibles” porque no se corresponden con el interés del “96% de los españoles” y porque, de aceptarlas, “quebraría el principio de igualdad entre los territorios”.
Sobre la situación que vive el Consejo General del Poder Judicial, Rollán insiste en que se debe “avanzar en el camino en que haya la máxima independencia Poder Judicial”, y considera que “además del tiempo, son importantes la forma y los fondos”, en relación con la más que paralizada renovación del Consejo.
El rey Felipe VI presidirá este jueves la apertura del año judicial con un CGPJ que lleva ya casi cinco años de interinidad. De hecho, se da la situación inédita de que el presidente del Poder Judicial, Vicente Guilarte, no preside el Tribunal Supremo, que está dirigido por Marín Castán.
El presidente tiene desde hoy 23 vacantes por la jubilación de Fernando Pignatelli (casi un 30% de la plantilla). En el CGPJ hay solo 16 vocales y sus funciones están limitadas.
En el mejor de los casos, con un gobierno constituido antes de finales de año y con voluntad entre los dos grandes partidos para desbloquear la situación, la renovación del CGPJ no sería inmediata sino que llevaría tiempo por los plazos que marca la ley, como aseguran varios vocales del órgano de gobierno de los jueces.
Mientras tanto son ya 83 las vacantes que restan por cubrir en la cúpula judicial del país ante la imposibilidad del CGPJ de hacer nombramientos estando en funciones, 23 de ellas en el Supremo, que lleva tiempo advirtiendo del riesgo de colapso debido a la "insostenible" situación del alto tribunal.
El vocal conservador Vicente Guilarte asumirá a partir de este jueves la presidencia interina del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), al tratarse de su miembro de mayor edad después de que el actual mandatario en funciones, el progresista Rafael Mozo, se haya jubilado este miércoles.
Abogado, catedrático de derecho civil en la Universidad de Valladolid y letrado-director de la Asesoría Jurídica del Colegio de Registradores de la Propiedad y Mercantiles, Guilarte entró al CGPJ por el turno reservado para los juristas a propuesta del PP en el Senado.