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La teoría de la ejemplaridad es el tema en el que fija su mirada la escritora Anna Caballé tras la lectura de Universal concreto, el último libro del filósofo Javier Gomá; en concreto, en la idea de que cada uno de nosotros sea ejemplo para los demás, así como los demás lo sean para cada uno de nosotros: "Un horizonte donde los ejemplos personales circulan en todas direcciones".

Muchos y diversos han sido los sistemas filosóficos que se han desarrollado a lo largo de la historia del pensamiento. El aforismo, como género literario y filosófico breve e incendiario, ha desempeñado también un papel fundamental. Los aforismos se presentan como una suerte de balas antidogmáticas que intentan despertarnos de nuestro amodorramiento intelectual. En la sociedad actual, caracterizada por la inmediatez y la agotadora búsqueda de gratificación instantánea, el aforismo se presenta como un lúcido recordatorio de que la auténtica sabiduría es enemiga de la velocidad o de la cantidad, y que importan mucho más la profundidad y una lenta cadencia que desemboca en la contemplación, en la reflexión pausada y atenta. Gracias a su incansable capacidad para explorar cuestiones fundamentales sobre la existencia, la moralidad, la verdad, la belleza o la justicia, la filosofía continúa siendo esencial e irremplazable en la educación y cultura actuales. Carlos Javier González Serrano charla con Gonzalo Muñoz Barallobre, profesor de Filosofía y escritor, para comprobar que no se trata tanto de buscar respuestas como de plantear el imperativo de la pregunta: de hacer que perviva el talante filosófico. 


Javier Gomá, filósofo y director de la Fundación Juan March presenta su libro Universal concreto (Editorial Taurus), una obra de la que el autor explica: "Tiene todavía esa emoción de lo vivido, pero también la distancia de quien puede contarlo retrospectivamente". En su entrevista en Las mañanas de RNE con Íñigo Alfonso explica en qué momento de su vida se halla: "Yo me encuentro en una fase en la que empiezo a sentirme adaptado".

Trazar una sana relación entre humanidades y medicina es crucial.  Es cierto que la práctica médica proporciona una base fundamental de conocimientos y de técnicas necesarios para el diagnóstico y el tratamiento, pero las humanidades dotan a estas prácticas médicas de una hermenéutica que trasciende el mero ejercicio técnico o especializado. La intersección entre humanidades y ciencia es esencial, hoy más que nunca, para horadar un camino comprometido hacia una sociedad más informada, más justa y más equitativa, que emplea el conocimiento y la tecnología para el beneficio y el bienestar de todos. Carlos Javier González Serrano reflexiona con María Victoria Redondo Vega, doctora en Medicina, médica de familia y profesora universitaria, sobre la importancia de humanizar la ciencia y la medicina y sobre el papel irrenunciable de los cuidados mutuos.  


La escritora Anna Caballé invita a los oyentes a pensar bien y para ello recuerda al filósofo y sacerdote Jaume Balmes con motivo de la publicación de Los muchos callan y los pocos gritan, una antología de reflexión donde defendía la importancia de pensar bien para evitar errores.

La educación es el insustituible vehículo mediante el que transmitimos conocimiento a las nuevas generaciones y permite que adolescentes y jóvenes construyan el mundo por venir. En un entorno hiperestimulado, donde la información circula insidiosamente a través de las pantallas y las redes sociales, la educación nos ofrece la oportunidad de poner los goznes para ejercer una honda comprensión y reflexión sobre cuanto sucede a nuestro alrededor. Es por tanto el conocimiento una herramienta poderosa e irremplazable para transitar por un mundo cada vez más líquido y complejo. Carlos Javier González Serrano dialoga con Pascual Gil Gutiérrez, profesor de Historia y Geografía, activista y autor del libro Schola delenda est?, sobre el papel de la educación para calibrar cuánto nos jugamos en el terreno de la enseñanza: no sólo sobre el futuro, sino también y sobre todo sobre el presente. Es posible que la manera en que educamos, y todo aquello que enseñemos, pueda decirnos mucho de la sociedad y la cultura en la que nos hemos convertido.


En el intrincado tejido de la vida humana, la poesía y sus cadencias se presentan como un cadencioso hilo que teje el pasado, el presente y el futuro. Su relevancia radica en su capacidad intrínseca para captar y acaso capturar la esencia de la experiencia humana. La poesía es también reflejo del irreconciliable contraste entre lo efímero y lo perdurable, entre el pasado que se desvanece y el futuro aún por venir. También de ese presente que se nos escapa de las manos. A través de las palabras, el poeta atrapa instantes de belleza y significado que de otro modo se perderían en la corriente implacable del tiempo. La poesía se transforma así en una forma de eternidad, en una luz que ilumina el camino de nuestra existencia. Carlos Javier González Serrano se acerca a la poesía, a hombros de Aurora Luque (Premio Nacional de Poesía 2022), como faro que ilumina el irreconciliable contraste entre el tiempo que se va y el que está por venir. Pero sobre todo, sobre ese tiempo que vivimos y sentimos aquí y ahora. Sobre el tiempo del acontecimiento irrepetible. Como escribió John Keats, la poesía es “una alegría eterna”.


La poesía es una luz que invita a la pausa y a la introspección, a la detención de nuestros frenéticos tiempos. La poesía, con su bella economía en el uso de las palabras y su capacidad para destilar pensamientos y emociones en concisos versos, se erige como un contrapunto a la creciente superficialidad de la comunicación contemporánea. En un mundo saturado de ruido y superfluidad, la poesía nos invita a desacelerar y a degustar la profundidad y la importancia de las palabras.

El arte poético comparte fondo con el arte dramático. Ambas formas de expresión artística, la poesía y la interpretación, intentan acercarnos a lo más indecible y recóndito de la experiencia humana. En el arte dramático, la actuación dota a las palabras, o a la ausencia de palabras, de textura y emotividad, y permite a la audiencia no solo entender, sino sobre todo sentir las palabras. Captar su sentido más hondo a través de la narrativa teatral. 

Carlos Javier González Serrano charla con Isabel Ordaz, poeta y actriz, sobre la relevancia y la pertinencia de la palabra, de la escrita y de la pronunciada, y de la importancia de no quedarnos en la trivial superficie de los acontecimientos. La poesía y el arte dramático nos instan a recordar que, en medio de la desvocada aceleración del mundo, el tiempo de la contemplación sigue siendo esencial para alcanzar una vida a la altura de nuestra responsabilidad y de nuestra libertad.


En un mundo marcado por la creciente movilidad de personas y la cruda realidad de la movilización forzada, la literatura de los desplazados emerge como un faro de profunda relevancia y significado. Esta literatura, forjada en las experiencias personales de quienes han sido desplazados por conflictos, persecuciones o situaciones precarias, se convierte en un testimonio de las múltiples dimensiones del sufrimiento humano y la lucha por la supervivencia. La literatura de los desplazados va más allá de la mera narración de tragedias. A menudo, es un acto de resistencia, una forma de reclamar la dignidad y la identidad en medio de la adversidad. Al transmitir sus historias, los autores desplazados desafían las estructuras de poder que perpetúan el desplazamiento y la marginación. Es una literatura que se convierte en un acto de compromiso social, en una llamada a la acción e incluso en una denuncia declarada frente a las desigualdades y las injusticias que conducen al desplazamiento. Carlos Javier González Serrano conversa con Lucía Hellín Nistal, doctora en Teoría de la Literatura y Literatura Comparada, sobre la literatura de los desplazados, que no sólo informa, sino que también convoca a la acción en busca de justicia y solidaridad.


La extendida moda de la autoayuda se ha extendido como un manto de aparente benevolencia sobre la sociedad contemporánea. En un mundo plagado de incertidumbres y angustias existenciales, es comprensible que busquemos refugio en la promesa del crecimiento personal y la búsqueda de la felicidad. Sin embargo, en este fervor incesante por la positividad y la autoayuda, se esconden peligros y paradojas dignos de ser pensados. La alegría perenne se convierte en un estándar inalcanzable, y nos arroja a una despiadada lucha por ocultar la el miedo o la duda, empujándolos al reino de lo no expresado. Además, numerosas técnicas de autoayuda y crecimiento personal nos invitan constantemente a “salir de nuestra zona de confort”. Después, se lucran intentando mitigar la ansiedad generada por haberla abandonado. Lo difícil no es salir de la zona de confort, sino contar con las posibilidades para crearla. Carlos Javier González Serrano charla con Víctor Amat, psicólogo y autor de Psicología punk y Autoestima punk, sobre el pensamiento positivo y la autoayuda, y plantean un camino alternativo a la dictadura del pensamiento positivo. Puede que la auténtica sabiduría consista en abrazar la complejidad de la experiencia humana, en aceptar nuestras imperfecciones y nuestras zonas oscuras.  


Preguntarnos si las plantas piensan es algo que puede parecer chistoso, pero deja de serlo si leemos a Paco Calvo, catedrático de Filosofía de la Ciencia y director del Laboratorio de Inteligencia Mínima de la Universidad de Murcia, en su obra Planta Sapiens: "Toda la tecnología no nos servirá de nada sin una mirada entrenada sin prejuicios". Calvo explica que entender las plantas de una nueva forma "puede cambiar radicalmente nuestra forma de ver el mundo": "Planta Sapiens es lo mismo que decir homo sapiens. Si entendemos la inteligencia vegetal estamos más cerca de comprender en qué consiste la mente humana".

Para el catedrático, tenemos que pensar que las plantas como "sujetos tienen su propios intereses, apego y predisposición para encontrar un sitio y bienestar, igual que un animal" y también cree que se parecen a los peces de agua dulce: "No hay nada especial en ser un animal. En el árbol de la vida todos hacemos lo mismo en el sentido de que nuestra conducta es adaptativa como cualquier organismo, y de alguna manera hay algo que nos une a todos: una llave maestra que es la que nos permite exhibir una conducta que nos muestre adaptativos ante las contigencias del entorno". 



Pasamos gran parte de nuestro tiempo pensando en el siguiente quehacer sin poder reflexionar en los motivos que nos espolean a tomar un camino u otro. Nos pensamos libres en un escenario que, sin embargo, restringe nuestras potencias cognitivas y nuestras posibilidades de acción a un horizonte muy limitado. Además, en el terreno de la pantalla todo está decidido de antemano: las posibilidades se definen algorítmicamente, creando una esfera de autoconfirmación en la que todo parece confeccionado para nuestro uso y disfrute. Bajo capa de libertad se nos van limitando paulatinamente nuestras oportunidades para elegir. Carlos Javier González Serrano conversa con Rafael Argullol, filósofo, profesor y autor de La danza humana (Acantilado, 2023), sobre la necesidad de recuperar el tiempo propio para el autoconocimiento y el conocimiento de los otros, para desarrollar la independencia de juicio o para pensar sobre la belleza, conceptos que pueden ayudarnos a cobrar conciencia de que la libertad ha de ser una construcción de la que, como sujetos activos, no podemos prescindir, salvo si queremos permanecer narcotizados al socaire de los intereses de turno


A la luz del pensar

Vivir desde el cuerpo

Tradicionalmente se nos ha caracterizado como seres racionales que han de estar a la altura de su inteligencia: un ser constreñido por las cadenas de la racionalidad, en ocasiones instrumentalizada al servicio de mezquinos intereses. Olvidamos con demasiada facilidad que ningún pensar se da sin el soporte de un cuerpo. La corporalidad no es sólo el baluarte desde el que sentimos, sino también el promontorio desde el que reflexionamos y, sobre todo, el emplazamiento desde el que padecemos la realidad: el mundo circundante nos afecta, somos tocados, transmutados y alterados por él, de manera que nuestro cuerpo se convierte en el lugar desde el que inexorablemente vivimos. Carlos Javier González Serrano charla con Rosario Villajos, autora de la premiada novela La educación física (Seix Barral, 2023), sobre el reducido espacio de reflexión que nos damos para pensar nuestro cuerpo y las diversas trabas y grilletes a los que lo sometemos. ¿En qué nos convertimos cuando olvidamos o nos obligan a obviar nuestra condición corporal?


Hoy, en La receta de la vida de El Chojin hablamos de disciplina junto a Pedro Vivar, entrenador especialista en CrossFit y calistenia, autor de  'Programación Neuromotriz' un sistema de entrenamiento enfocado a que conozcas la filosofía del ser humano. Ha trabajado con la familia real y se ha instruido en Oriente Medio y después de superar un grave accidente se ha centrado en transmitir la filosofía estoica.

Hannah Arendt señaló que el campo de lo común sólo puede construirse entre seres humanos libres, en un espacio compartido. Un lugar común en el que nos exponemos y donde nos atrevemos a hacerlo. Pero allí donde se dan relaciones surgen en ocasiones la excesiva competitividad y las envidias, los trastornos psicológicos y las incomprensiones. Por eso los cuidados mutuos son prioritarios. Un cuidado que, ahora más que nunca, es fundamental en nuestras relaciones con el mundo, con los otros y con nosotros mismos. Nuestra vida se desarrolla en el escenario de la fragilidad, y la fragilidad es nuestra relación constitutiva con el mundo. Carlos Javier González Serrano conversa con Pablo Rodríguez Coca, psicólogo clínico, escritor y creador de Occimorons, sobre la importancia de la salud mental desde la perspectiva del cuidado mutuo, y de una comunidad en la que todos, sin excepción, nos encontramos coimplicados. Un escenario compartido del que somos irremediablemente responsables.


Escribió el pensador italiano Giorgio Agamben que “el arte nos invita a repensar el mundo y nuestras formas de vida”. El arte se erige como un luminoso faro en medio de la vorágine, rápida y agitada, de nuestros días. Nos habla en un lenguaje universal y trasciende barreras lingüísticas y culturales para revelarnos hondas verdades y emociones compartidas. El arte invita a apreciar la belleza en sus múltiples expresiones, a cuestionar nuestra realidad y a desafiar nuestras percepciones. Como apuntó Ortega y Gasset, “el arte es la suprema actividad por la cual el ser humano intenta entenderse a sí mismo y entender a los demás”. Además, en palabras de Pierre Bourdieu, el arte desempeña un importante papel como medio de emancipación y resistencia ante las imposiciones del sistema dominante. El arte desafía el statu quo, cuestiona las normas establecidas y nos confronta con realidades incómodas. Carlos Javier González Serrano dialoga con Nadia Smirnova, investigadora universitaria e historiadora del arte, sobre la importancia y el papel del arte en el mundo contemporáneo.



En nuestra constante búsqueda de seguridad y control, olvidamos con facilidad que saberse vulnerable es un componente esencial de lo humano. Nos esforzamos por mantener una imagen de impenetrabilidad y perfección con la que construimos muros emocionales que nos separan de los otros. El individualismo, la competencia y el miedo al rechazo nos han conducido a una paulatina pérdida del sentido comunitario. Esa negación de nuestra condición vulnerable encierra hondas consecuencias para nuestra sociedad. Numerosos especialistas nos alertan de que nos enfrentamos a problemas ya endémicos como la soledad, la ansiedad, la depresión o la falta de sentido de pertenencia, que afecta a capas sociales muy amplias. Carlos Javier González Serrano piensa y explora con Miquel Seguró, profesor de Filosofía y escritor, diversas perspectivas sobre la vulnerabilidad. Es posible que nos hayamos convertido en una sociedad fracturada, donde la autenticidad y la solidaridad son sacrificadas en el altar de la apariencia, la competitividad y el éxito superficial. Por eso, quizá, un pensar vulnerable sea una buena puerta de entrada hacia las grietas, los huecos y las hendiduras que nos constituyen.

Feliciano Mayorga nos presenta Retórica de un pene asustado, un libro que habla del neomachismo y de la violencia de género. El autor nos cuenta cómo actualmente la desigualdad sigue existiendo en el mundo y que a pesar de las nuevas tendencias patriarcales, en la actualidad, debido a las redes sociales, está apareciendo de nuevo una tendencia antifeminista que insta a los jóvenes a no asistir a talleres de igualdad, a rechazar a ciertas tendencias feministas e incluso a provocar sensación de miedo entre las chicas.