Los razonamientos dobles son aquellos que prueban tanto una tesis como la contraria. Los sofistas fueron verdaderos maestros en defender este tipo de posturas antagónicas: sobre lo justo y lo injusto, lo bueno y lo malo, lo bello y lo feo, etc. Platón criticó duramente este relativismo, pero los sofistas mostraron el poder de la retórica al saber invertir así la fuerza de los argumentos.
Rosa María Aradra Sánchez, profesora de Literatura Española y Teoría de la Literatura en la UNED.