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La mafia italiana suele usar documentos de identidad robados para delinquir. Para las víctimas es un grave problema, porque pueden acabar en prisión, con muchas dificultades para demostrar su inocencia. Según todos los indicios, y tal como afirma la fiscalía española, ése es el caso de Óscar Sánchez, que lleva más de un año en una cárcel italiana. Es de un pueblo de Barcelona, Montgat, y denunció el robo de su DNI.

Óscar Sánchez, un lavacoches de Montgat, en Barcelona, lleva más de un año en una cárcel de Italia. Lo acusan de colaborar con la mafia, pero él y su familia aseguran que se trata de un caso de suplantación de la identidad. Un sistema que utilizan los mafiosos para delinquir, y que pone al acusado en una situación de difícil solución. La fiscalía española envió a la justicia italiana las pruebas para acreditar su inocencia.

El primer ministro italiano seguirá en su puesto después de ganar por 15 votos la moción planteada por la oposición por su gestión económica y sus escándalos personales.

El primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, se encuentra como en una película de Hitchcock. A las 12:30 horas es la votación y aumenta la incertidumbre. Lo que el jueves parecía hecho, a media hora de la verdad se cuestiona. Hace unos minutos ha terminado el debate insólito en el que solo han participado los grupos de gobierno. La oposición no entrará en el aula hasta el momento de la votación.

Pero hay vías de agua que amenazan la navegación del ejecutivo: dos diputados del grupo de la mayoría, Destro y Gavana han anunciado que no participarán.

316 es el umbral de la tranquilidad. Pero el presidente de la república ha solicitado una mayoría capaz de actuar, no solo de ganar votaciones por los pelos.

Por eso, aunque llegue la victoria, si es pírrica, solo se habrá pospuesto el problema. Diputados próximos al exministro de industria, Claudio Scajola, intrigan en los pasillos sobre el sentido del voto.

De todas maneras, hace solo unos minutos Scajola ya ha dicho que ahora sí apoyará a Berlusconi pero que espera que empiece el cambio.

Con medio parlamento vacío por la ausencia de la oposición, Silvio Berlusconi se ha sometido a la segunda cuestión de confianza de la legislatura. El primer ministro italiano ha insistido en que Italia no necesita adelanto electoral ni gobierno de transición. Mañana será la votación.

Berlusconi se someterá a otra cuestión de confianza y si la pierde, tendrá que dimitir. Porque la Cámara rechazó las cuentas de 2010, y la Constitución obliga a que sean aprobadas. Lo que sucedió fue, más que una explosión, una implosión. En el propio grupo de apoyo al gobierno, hubo sonoras ausencias a la hora de votar, entre otras, la del Ministro de Economía, cuyas relaciones con Berlusconi soportan temperaturas bajo cero. Sólo en dos ocasiones anteriores se había perdido esta votación. En los años 80, con gobiernos presididos por Giulio Andreotti y Giovanni Goria.

Y ambos tuvieron que dimitir. Berlusconi se ve, de nuevo, al límite. Mientras su grupo busca subterfugios jurídicos para volver a votar la ley, el Presidente de la República le exige que demuestre si puede seguir gobernando. Lo hará presentando un documento político, que se convertirá en un voto sobre el gobierno. Y será la segunda cuestión de confianza para Berlusconi en esta legislatura. La anterior la superó en diciembre del año pasado pero sólo por 3 votos.

"Declara contra Berlusconi y te pondré en libertad" es la declaración de un ex parlamentario del PDL en prisión preventiva desde hace tres meses por un presunto caso de información privilegiada y abuso de poder. Alfonso Papa ha escrito una carta en la que describe la presión a la que es sometido en la cárcel de Nápoles. La misiva ha llegado a cuatro parlamentarios que le visitaban. Denuncia ser víctima de extorsión por parte del fiscal. "Me piden que declare contra Berlusconi y Lavitola", el empresario que supuestamente facilitaba chicas para las fiestas de Berlusconi, dice Papa. O que lo haga contra Filmecánica, un gran holding industrial al que pudo beneficiar Berlusconi. El ministro de Justicia ha enviado una comisión de investigación para indagar a la Fiscalía de Nápoles.

La última preocupación para Silvio Berlusconi ha surgido dentro de su propio partido:con la popularidad en mínimos históricos, un grupo de diputados cuestiona su continuidad, aunque los principales cargos cierran filas en torno al líder. Esta semana será crucial para saber si las discrepancias terminan o no en ruptura.