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El Foro Económico Mundial de Davos ha tenido como temas principales las consecuencias de la guerra en Ucrania y el cambio climático. Un encuentro en el que se ha constatado que muchos puestos clave están en manos de mujeres. Las conclusiones económicas de la presidenta del Banco Central Europeo y de la Directora del Fondo Monetario Internacional pusieron el punto y final a una edición en la que las mujeres han copado buena parte del protagonismo. Las élites económicas han estado pendientes de Christine Lagarde y de Kristalina Georgieva, y de lo que tenían que decir sobre inflación o sobre crecimiento global. La presidenta de la Comisión Europa, Ursula von der Leyen, inauguraba el foro anunciando el plan verde industrial europeo. Por su parte, la directora de la Organización Mundial del Comercio señalaba que los países en vías de desarrollo no podrán competir si se empieza una carrera de subvenciones. La transición energética ha sido un tema clave dentro y fuera del Foro, donde ha habido protestas contra el uso de combustibles fósiles encabezas por Greta Thunberg.

Foto: EFE/EPA/GIAN EHRENZELLER

La ciudad suiza de Davos acoge el Foro Económico Mundial, que reúne a los principales líderes políticos y financieros mundiales para exponer sus recetas económicas en un escenario político complejo y marcado por la guerra de Ucrania, la crisis energética y la inflación. Jorge Onrubia, profesor de Economía Aplicada en la Universidad Complutense de Madrid e investigador de FEDEA, afirma que "la pandemia y la guerra nos han hecho reflexionar sobre los límites de la globalización". Sobre la ley proteccionista de Estados Unidos con ayudas millonarias a las empresas que se intalen allí, cree que debemos mostrar una preocupación media-alta: "Modifica los precios que van a guiar a los inversores, a la localización de empresas y a la propia localización de las actividades de innovación". Considera que, tras estas posiciones de repliegue de los estados, radica la incertidumbre y la voluntad de no correr riesgos. Con todo, asegura que "es un buen momento para replantearse formas de llevar a cabo la globalización en que los estados tienen mucho que decir".