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El llamado "banco malo" ya tiene nombre y fecha de nacimiento. El Gobierno tiene previsto aprobarlo el 16 de noviembre para que empiece a funcionar en diciembre. Comprará a los bancos sus activos problemáticos y los venderá en un plazo de 15 años.

El Fondo Monetario Internacional urge a Italia y a España a pedir el rescate. Los mercados cotizan ya esta solicitud como inminente, por eso la prima de riesgo baja con fuerza y la bolsa registra ganancias. Los analistas creen que sería un rescate virtual. Les contamos en qué consiste esta fórmula de ayuda. Desde la cumbre europea de junio los inversores barruntan que España va a pedir ayuda a sus socios. Pero hoy tienen un argumento de peso, según los analistas. La agencia de calificación Moody's ha mantenido la nota a la deuda española porque cree que el rescate, es inminente. El otro indicio es que ha trascendido cómo será esa ayuda, diferente a las de Grecia, Irlanda y Portugal. Sería un rescate virtual, es decir España solicitaría una línea de crédito preventiva, un préstamo por si acaso, que no utilizaría de momento. Pedir un rescate fue la premisa del Banco Central Europeo para comprar sin límite deuda española en el mercado secundario y bajar la prima de riesgo.

El argumento que da Moodys para justificar que la deuda española no merece ser bono basura es que, en opinión de la agencia, el rescate es inminente, lo que ha tirado hacia arriba de la Bolsa y hacia abajo de la prima de riesgo. ¿Pero qué significa "inminente", cuando esa idea se viene barajando casi desde la cumbre europea de finales de junio? Y si lo hubiera, dicen los expertos, llevaría adjetivo: sería un rescate virtual y seguiría esta secuencia: el Gobierno pediría acogerse a la línea europea de crédito y, a partir de ahí, el Banco Central Europeo empezaría a comprar deuda española; eso rebajaría la prima de riesgo hasta los 200 puntos, y España podría financiarse a precios razonables sin necesidad de usar el dinero del fondo.

No implicaría muchas condiciones por no tocar precisamente esa línea de crédito... algunas habría efectivamente, pero como se ha estructurado mucho la situación económica española en los últimos meses se entiende que no va a haber condiciones muy fuertes.Los analistas insisten en las diferencias con los rescates de Grecia, Irlanda y Portugal, más sometidos a los dictados de sus acreedores. Y apuntan que el desenlace del caso español no debería demorarse hasta 2013 y podría llegar incluso este mes o el que viene.

Una delegación del Fondo Monetario Internacional está a partir de hoy en España para estudiar la situación de los bancos en nuestro país. Este lunes termina precisamente el plazo para que las entidades financieras que pidieron ayudas comuniquen al Banco de España sus planes de futuro.

Una misión del Fondo Monetario Internacional (FMI) visita desde hoy Madrid para continuar con la supervisión técnica del proceso de recapitalización del sistema bancario español.Al término de su visita, que se prolongará hasta el próximo día 26, los técnicos del organismo internacional entregarán a las autoridades españolas y europeas un informe, según ha explicado el FMI.

España está haciendo lo necesario en materia de política fiscal y reformas estructurales. España tiene un problema con sus bancos como consecuencia de la burbuja inmobiliaria de los últimos años. Por ello está recibiendo ayuda para la recapitalización bancaria. Y, por supuesto, España, como otros países, está sufriendo por el problema del contagio y la especulación en los mercados financieros. Pero España no necesita ningún programa de ayuda. Eso es lo que el gobierno español dice y creo que debemos confiar en él.

Los ministros de Finanzas de la eurozona se reúnen en Luxemburgo para tratar, entre otros asuntos, si con las medidas adoptadas y los presupuestos para 2013, España podrá cumplir el objetivo de déficit. Además, han puesto en marcha oficialmente el Mecanismo Europeo de Estabilidad, el fondo de rescate permanente. El ministro alemán de Finanzas, Wolfang Schauble, ha asegurado que España no necesita ningún programa de ayuda financiera. Por su parte, el presidente del Eurogrupo, Jean-Claude Juncker, se ha mostrado satisfecho" con las decisiones para la consolidación fiscal tomadas hasta ahora por España y dice que no corresponde a la eurozona aconsejar al Gobierno español sobre si debe o no pedir un programa de ayuda financiera.

Este lunes se ha reunido por primera vez el consejo del Mecanismo Europeo de Estabilidad, más conocido por sus siglas (MEDE). De ahí saldrá para empezar, el mes que viene, la ayuda que llegará a España para rescatar a la banca.

La crisis del euro empezó en 2010 y todavía no ha acabado. La incertidumbre sobre su futuro se mantiene doce años después de sustituir a pesetas, escudos, francos, marcos, liras y dracmas, entre otras monedas nacionales.

Para taponar el agujero de la desconfianza, los 17 socios del Euro crearon primero el Mecanismo Europeo de Estabilidad Financiera, conocido como MEEF, que disponía de 60.000 millones de euros para prestar a países en apuros.

A estas cuatro siglas se sumó pronto la Facilidad Europea para la Estabilización Financiera, la FEEF, que manejaba hasta 440.000 millones de euros.

El nuevo MEDE que echa a andar hoy, el Mecanismo Europeo De Estabilidad, dispone en principio de 500.000 millones de euros, una cantidad que equivale a la mitad de lo que produce España en un año, nuestro PIB. Pero la gran diferencia con los anteriores es su caracter permanente y no provisional. Además, puede rescatar directamente a bancos con problemas.

Según el acta fundacional del MEDE, "el Mecanismo se activará cuando sea imprescindible para salvaguardar la estabilidad de la zona euro en su conjunto. La concesión de ayuda financiera se supeditará a condiciones estrictas". Todo para reducir el riesgo de contagio de un país enfermo a otro.

Y ¿quién manda en el MEDE? Son los mismos que en el Eurogrupo: los ministros de Economía de los 17 países del euro, además del presidente del BCE y el Comisario de Asuntos Económicos. El dinero lo aportan proporcionalmente los países del euro, una pequeña parte en efectivo y el resto se exigirá solo si es necesario.