La tensión continúa viva en Turquía, que se adentra este miércoles en la sexta jornada de manifestaciones contra el primer ministro, Recep Tayyip Erdogan.
Miles de personas han vuelto a salir a la calle durante la noche en las ciudades de Estambul y Ankara.
La Confederación de Sindicatos del Sector Público (KESK), que representa a unos 240.000 trabajadores, ha llamado este miércoles a una segunda jornada de huelga, en la que se suma la convocatoria de la Confederación Sindical de Obreros Revolucionarios (DISK), que asegura contar con 420.000 miembros.
Aumenta la riqueza del país pero no la igualdad social. Erdogan ha ganado tres elecciones. Las última, con mayoría absoluta, pero a algunos les asusta la restricción del alcohol o una mayor permisividad con el velo: lo ven como un golpe de los islamistas al carácter laico de su república, su seña de identidad desde que Ataturk la fundó hace 90 años. Otros creen que Erdogan se ha vuelto distante y autoritario.
Continúan las protestas y enfrentamientos entre manifestantes y policía en Turquía.
Entrevista con Alejandro Lorca Corrons, catedrático emérito de Fundamentos de Análisis Económico de la Universidad Autónoma de Madrid, ha sido profesor invitado en universidades turcas (03/06/13).
Los disturbios, que se iniciaron por el anuncio de la construcción de un centro comercial en la emblemática plaza Taksim, han derivado en un movimiento de oposición al régimen de Erdogan, que califica de "extremistas" a los manifestantes.
La Policía turca se ha vuelto a enfrentar este lunes a los manifestantes que piden la dimisión del primer ministro, Recep Tayyip Erdogan, en la cuarta jornada de disturbios en el país, los peores desde 2003, mientras el mandatario ha calificado de "extremistas" a los que protestan y ha partido en visita oficial al extranjero.
El primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, ha calificado de "extremistas" a los manifestantes que desde el viernes pasado se enfrentan a la Policía en decenas de ciudades de Turquía y piden su dimisión.
En una rueda de prensa en Estambul, Erdogan ha calificado de "brotes extremistas" las protestas que se iniciaron pacíficamente para pedir la salvación del parque Gezi en Estambul, un objetivo que el jefe del Gobierno ha tildado de ser un mero pretexto.
Los manifestantes han vuelto al parque, de manera pacífica, mientras el presidente, Abdullah Gül, ha pedido calma y ha asegurado que "el mensaje" de la protesta será escuchado.
Las violentas protestas contra el Gobierno turco, que se han expandido por toda Turquía desde el pasado viernes, se han ido reduciendo este domingo paulatinamente, aunque la situación sigue siendo tensa, en particular en Ankara, donde se han vuelto a producir choques entre Policía y manifestantes.
Las fuerzas del orden capitalinas intentaron desalojar por la fuerza la céntrica plaza Kizilay, donde se habían concentrado unas 10.000 personas, según ha constatado la agencia Efe.
Inicialmente la Policía reprimió con gases lacrimógenos y cañones de agua a cientos de estudiantes que intentaban acercarse a la sede del Gobierno del primer ministro, Recep Tayyip Erdogan.
Poco después iniciaron el desalojo de la plaza, lo que desencadenó una batalla campal entre manifestantes y los agentes.
Según Efe, ha habido numerosos heridos y varios médicos han confirmado que la Policía estaba disparando con balas de caucho contra los manifestantes.
Además, la Policía disparó gases lacrimógenos contra hospitales y edificios de viviendas en el centro de la ciudad, causando el pánico entre manifestantes y habitantes.
Nunca antes se vieron tantas organizaciones y tan diferentes recordando el 25 de abril y reivindicando todas lo mismo: el fin de la austeridad impuesta por la Troika.