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Uxue Artigau y Miguel Ortiz de Urbina son dos estudiantes que representan estos días la memoria de los jóvenes del País Vasco. Ellos han participado en un programa de la Universidad de Deusto, en Bilbao, sobre la historia de Euskadi. Apenas tenían 10 años cuando ETA anunció que dejaba definitivamente la violencia. No tienen en su memoria los atentados, no saben la historia de muchos lugares de su ciudad y no han estudiado en el colegio lo que fue ETA. Saben qué paso a través de comentarios, de historias que han escuchado en casa. Han hablado con Ana Sterling en este reportaje.

Maixabel Lasa, viuda de Juan Mari Jauregi y ex directora de la Oficina de Atención a las Víctimas del Terrorismo del Gobierno Vasco sigue manteniendo una estrecha relación con Txema Urquijo, ex director de Derechos Humanos del Gobierno vasco. Trabajaron juntos y siguen convencidos de la necesidad de dar pasos hacia la reconstrucción social y política que necesita el País Vasco. Un ejemplo son los encuentros que Maixabel mantuvo con el asesino de su marido y que consideran que contribuirían a avanzar en la reconstrucción social y política. Coinciden en que, aunque las palabras de Otegi son un paso, se debe avanzar hacia el reconocimiento del daño social y político que hizo el terrorismo y lo que eso supuso. “Es el camino, pero no es la meta. Se han referido al daño personal, que no está mal. Tienen que incorporar que fue injusto y deben incluir el daño político y social. Tienen tiempo para demostrar con hechos que lo que están diciendo tiene un recorrido”. Ambos observan un cambio en Euskadi en los últimos años y creen que la película que se acaba de estrenar sobre lo ocurrido puede contribuir a esa reconciliación en la que tanto creen. “Creo que la película ha movido mucho, veo ambientillo en el pueblo. Personas que no me saludaban y que ahora me saludan. Ya noto yo algo”, dice Maixabel.

El historiador Luis Castells, catedrático de Historia Contemporánea de la Universidad del País Vasco y Luis Rodríguez Aizpiolea, periodista vasco y autor de ‘Los entresijos del final de ETA’ han analizado en RNE el escenario que abren las palabras de ayer de Arnaldo Otegi reconociendo el dolor de las víctimas de ETA. Aunque los dos son algo escépticos, hablan de paso importante pero insuficiente. “No es solo hablar del daño causado, sino encararse con los problemas. El paso no es causamos daño” dice Luis Castells. “Les falta reconocer que ETA nunca debió asesinar” añade Aizpiolea. Y los dos coinciden en esta idea que expone el periodista: “Se abre una senda. Hay que seguir exigiéndoles que den pasos. Hay que dar muchos pasos para llegar al paso, a reconocer el daño político”. Observan una Euskadi mejor, más feliz, pero donde todavía no se ha construido un relato real de lo que pasó: “No habrá solo un relato, eso es inevitable, pero habrá relatos más veraces y menos veraces”, dice Castells, que amplía su reflexión asegurando que ese relato no puede adaptarse a la convivencia si realmente quiere ser real. “A Euskadi le falta una memoria compartida no haciendo concesiones”, opina Aizpiolea. En ese reto de construir y explicar lo que pasó entran los jóvenes que no han vivido con ETA y que se pueden acercar a lo que pasó a través de los libros o del cine.

Este miércoles se cumplirá una década del anuncio de cese de la violencia de ETA. Este lunes los líderes de la izquierda independentista vasca han leído una declaración en la que se dirigen directamente a las víctimas de la banda terrorista. El elemento novedoso es que reconocen el sufrimiento causado y admiten que nunca debió ocurrir,  aunque no condenan la violencia ni piden perdón explícitamente.

Estas palabras que ha pronunciado Arnaldo Otegi han sido recibidas con escepticismo, en general, por las víctimas del terrorismo de ETA a las que se las ha podido ver este lunes en Vitoria al mismo tiempo que a antiguos miembros de la banda terrorista. En la política, las formaciones de izquierda ven un paso más hacia la normalización. La derecha no les da credibilidad.

Foto: El coordinador general de EH Bildu, Arnaldo Otegi (i), y el secretario general de Sortu, Arkaitz Rodríguez. EFE/Javier Etxezarreta.

Al compañero de vida deMaixabel Lasa, Juan Mari Jauregui, lo mataron los pistoleros de ETA el 29 de julio de 2000, cuatro años después de que hubiera dejado de ser Gobernador Civil de Guipúzcoa.

La banda terrorista mató al esposo de Mari Carmen Hernández, Jesús Mari Pedrosa, en 2007, cuando era concejal popular en la localidad vizcaína de Durango.

Mikel Paredes asistió al fusilamiento de su hermano, Txiki Paredes Manot, por el régimen franquista en septiembre 1975. Su hermano, miembro de ETA, fue reconocido como víctima en 2012 al considerar que su juicio no fue justo.

Maixabel Lasa impulsó junto a Txema Urquijo, en la Dirección de Atención a las Víctimas del Gobierno Vasco, el llamado 'proceso de Glencree',conocido así por el nombre de la localidad irlandesa donde se produjeron los primeros encuentros entre víctimas ocasionadas por violencias de distinto signo. Tres historias muy distintas, un dolor y compromiso idénticos: buscar la convivencia entre diferentes.

Un reportaje de Rafael Bermejo y Javier Monterde

Toma de sonido: Julián Real y Josean Martín

El coordinador general de EH Bildu, Arnaldo Otegi, y el secretario general de Sortu, Arkaitz Rodríguez, han mostrado este lunes su "pesar y dolor por el sufrimiento padecido" por las víctimas de ETA, que "nunca debió haberse producido".

"Queremos trasladarles nuestro pesar y dolor por el sufrimiento padecido. Sentimos su dolor y desde ese sentimiento sincero afirmamos que el mismo nunca debió haberse producido, a nadie puede satisfacer que todo aquello sucediera, ni que se hubiera prolongado tanto en el tiempo. Debíamos haber logrado llegar antes a Aiete", aseguran en una declaración "solemne" hecha pública con motivo del décimo aniversario de la Conferencia de Aiete y del fin de la violencia de ETA.

El comunicado de EH Bildu y Sortu, leído por Arnaldo Otegi, en el que considera que el dolor de las víctimas de ETA "no debía haberse producido" ha provocado diversas reacciones.

La portavoz parlamentaria del PP, Cuca Gamarra, considera el comunicado como "pura hipocresía". "Lo que tiene que hacer Otegi es condenar a ETA, cosa que no hace, y ayudar a esclarecer los atentados". "Mientras siga haciendo homenajes a terroristas, sus palabras no tienen el valor moral para pronunciarlas. Nosotras defendemos la dignidad y memoria de las víctimas", ha añadido.

Desde el PSOE, el ex-lehendakari Patxi López ha destacado que "por primera vez la izquierda abertzale reconoce que la violencia fue un error que nunca debería haberse producido", y "ahí hay una especie de enmienda a su propio papel" como valedores de ETA.

"Valoramos que reconozcan el sufrimiento provocado por años de terrorismo (...) Hay heridas que pueden ayudar a cicatrizar y cosas que pueden evitar hacer para reabrir esas heridas. Cuando uno sabe lo que cuesta dar un paso en ese mundo, pues valora lo que hace años que llevábamos años reclamando los demócratas", ha añadido.

La secretaria general de Podemos y ministra de Derechos Sociales, Ione Belarra, ha destacado en redes sociales que la izquierda abertzale ha dado "un paso sin precedentes" que hay que "reconocer".

A lo largo de la historia de la banda terrorista ha habido varios procesos de diálogo con el Gobierno o intentos del mismo. El primer se produjo con UCD en los años 70, pero no terminó de arrancar. El primer y más importante proceso de conversación fue bajo el Gobierno de Felipe González: Argel, año 1989. Diez años después hubo otro respaldado por Aznar, donde solo se hablo de presos y que no dio grandes resultados. Más importante fue el emprendido en 2006, con Zapatero y que terminó con el atentado de la T-4 de Barajas donde murieron dos personas. El último intento se produjo en Oslo, con la banda ya languideciendo y donde el Ejecutivo de Rajoy se negó a mandar a ningún representante. Lo recordamos con Laura Alonso

El detenido, un ciudadano británico de origen somalí, sigue siendo el único sospechoso del asesinato del parlamentario conservador David Amess... El Comando Antiterrorista investiga si el ataque está vinculado con el extremismo islamista... Esta mañana, el primer ministro Boris Johnson y el líder de la oposición, Keir Starmer, rendían homenaje al diputado con sendos ramos de flores... Con ellos, la ministra del Interior, Priti Patel, que ha anunciado que ahora se está estudiando cómo reforzar las medidas de seguridad en torno a los parlamentarios. FOTOGRAFÍA: REUTERS/Peter Nicholls.

"Un incidente terrorista potencialmente vinculado con el extremismo islamista", ha informado la policía en relación al asesinato del diputado conservador británico David Amess. El detenido es un ciudadano británico de origen somalí, de 25 años, que se cree que actuó solo, aunque se están investigando dos domicilios en Londres.

En la imagen, una foto del diputado David Amess en el lugar del crimen. Tolga Akmen / AFP