Los países de la UE han adoptado este lunes nuevas sanciones contra Siria, concretamente contra 22 miembros de su aparato de seguridad y ocho organizaciones, por la continuación de la represión violenta de las protestas.
Se trata de la décimo primera lista de sanciones contra personalidades o entidades del régimen del presidente Bachar al Asad, y que incluye congelación de activos financieros y la prohibición de viajar a Europa.
A su llegada a la cumbre de Asuntos Exteriores en Bruselas, el ministro español, José Manuel García-Margallo, ha dicho que el presidente sirio debe dejar el poder y permitir una transición política, en apoyo de la petición formulada a Siria por la Liga Árabe.
García-Margallo ha pedido a Asad que empiece "las negociaciones de la forma más rápida posible para una salida, un cambio de régimen, en dos meses".
Los países árabes instaron ayer a Al Asad a traspasar el poder el vicepresidente del país y a formar un gobierno de unidad nacional en el plazo de dos meses, para convocar elecciones presidenciales, una idea que este lunes ha sido rechazada por el régimen.
Según la fuente citada por Efe, Siria considera la resolución adoptada el domingo como "una violación de su soberanía nacional, una interferencia flagrante en sus asuntos internos y una infracción descarada de los estatutos de la Liga Árabe