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El volcán de La Palma sigue sin dar señales de actividad por tercer día consecutivo. Los expertos advierten de que queda, al menos, una semana para poder confirmar el final de la erupción si no cambia nada. Y mientras eso sucede, el medio millón de vecinos desalojados continúa pendiente del futuro de sus viviendas. Es el caso de Martina, que lleva 89 días fuera de su casa. "Vivo en un hotel y toda la ropa me la ha dado Cruz Roja".

Informa Luis Miguel Montes.

Después de 86 días escuchando de todas las formas posibles al volcán de Cumbre Vieja, los palmeros han visto como de repente ni explosiona, ni ruge ni hace ningún tipo de ruido. Una circunstancia que causa alegría y sorpresa al mismo tiempo entre los vecinos. Este miércoles, por primera vez, los científicos del Involcan se ha podido asomar directamente a la boca más activa del volcán. Lleva más de un día sin actividad: no hay tremor, ni deformación del terreno, apenas emite dióxido de azufre y todo apunta a que se habría apagado, aunque los expertos son cautos y piden esperar unos días para confirmarlo.

Foto: AFP / JORGE GUERRERO

El volcán de La Palma parece haber parado su erupción. Lleva ya más de 24 horas sin salir lava y tampoco hay emisión de gases ni piroclastos. Los científicos también se fijan en el tremor y la deformación del terreno, por lo que parece que ha empezado la cuenta atrás de su final. Ese final podría decretarse en un plazo de 5 a 7 días. Informa Amado González.

Stavros Meletlidis, vulcanólogo del Instituto Geográfico Nacional, ha dicho en el 14 horas que el parón del volcán es diferente esta vez. "No solamente por la duración de la pausa, sino porque estamos hablando de un volcán maduro, a punto de cumplir los 90 días. La anterior vez llevaba solo 10 días, con un cambio de comportamiento." Además, apunta a otros indicadores. "Hay varios. Como por ejemplo, el tremor que es ausente, no tenemos. También la sismicidad. La emisión de gases es importante. Habría que seguir observando esos indicadores unos cuantos días más para poder establecer la fecha de que ha terminado la erupción. No hay una regla de oro, pero 10 - 15 días sería una fecha prudente para ver si los indicadores van a la baja."

Una vez confirmado que el volcán se detiene definitivamene, seguirá habiendo emisión de gases. "Los gases van a ser parte de el día a día durante varios meses pero en otro volumen. También habrá temblores, porque va a haber un reajuste debajo de la isla."

Tras unos días de aparente calma, la explosividad del volcán de La Palma ha vuelto a subir. Este lunes se ha podido observar una elevada columna de humo y cenizas que ha alcanzado los 4.200 metros de altura desde primera hora de la mañana y posteriormente el volcán ha comenzado a expulsar una gran cantidad de lava y piroclastos, precedidos por la subida eventual del tremor (vibraciones que provoca el magma en el edificio volcánico).

En el especial del informativo 24 horas RNE desde la isla de La Palma, Sandra Urdín entrevista a Antonio Olivera, viceconsejero de la presidencia del Gobierno de Canarias. Tres meses después de su inicio, la erupción no deja de ser un desafío, también a nivel político. Explica que han empezado a llegar las ayudas, aunque reconoce que, para quien ha perdido su casa, nunca serán suficientes: "La respuesta ha sido rápida y veloz, pero entendemos la situación de las personas afectadas". Pone también la vista en el futuro, en la reconstrucción que deberá empezar cuando termine la erupción y en el futuro económico de la isla: "Cuando la erupción pare, una de las opciones de desarrollo más evidentes es darle un impulso turístico a La Palma". 

Diez días después del inicio de curso, el volcán de La Palma entró en erupción. Desde entonces, los alumnos de la isla han vivido un trimestre marcado por la inestabilidad, con los confinamientos temporales y los terremotos como rutina. Luís Miguel Montes ha estado en el CEIP Adamancasis, en El Paso, situado a apenas cuatro quilómetros del Cumbre Vieja. Allí, ha conversado con maestras y alumnos. Algunos han perdido sus casas o se encuentran desalojados, pero ven el colegio como una vía de escape, como una oportunidad para desconectar del rugido constante del volcán.

Jornada 86 de la erupción en La Palma y, como cada día, un equipo del Instituo Geográfico Nacional (IGN) se acerca para hacer un seguimiento de su evolución. Con ellos, hoy va Sandra Urdín. Acompaña al equipo de Rubén López a la zona cero, en Las Manchas. Con medidores de gases, analizan la presencia de dióxido de azufre, monóxido de carbono, ácido clorhídrico y metano, así como los niveles de concentración de oxígeno. Al optimismo por la disminución de la lava, advierten de que aún expulsa demasiados gases. Desde allí, llama la atención la cantidad de ceniza que cubre las casas que no han sido arrasadas, pero a las que los vecinos aún no pueden acceder. Desde el mirador de Las Hoyas, en Tazacorte, observan cómo las coladas han ido avanzando hacia el mar.