El planeta está cada vez más cerca de su punto de no retorno, y apenas queda tiempo para enderezar el rumbo. El informe presentado este lunes por los especialistas climáticos de la ONU se ha convertido en un nuevo grito de denuncia ante la inacción generalizada de los gobiernos, que contemplan con pasividad un cambio climático cuyos efectos devastadores afectan ya a la mitad de la población mundial. "Lentitud es sinónimo de muerte", ha recordado el secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, durante la presentación del documento, que es una continuación del sexto Informe de Evaluación (AR6) del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático, publicado el pasado agosto.
"Todos los países deben cumplir el compromiso adquirido en Glasgow de fortalecer los planes climáticos nacionales para limitar el aumento de la temperatura global a 1,5ºC", ha exhortado el mandatario portugués. Según el nuevo informe, las decisiones que se tomen en los próximos diez años determinarán en qué medida la humanidad podrá soportar y adaptarse a los cambios causados por el incremento de la temperatura media del planeta, y deja claro que solo la acción ante el cambio climático asegurará un futuro para la humanidad, ya que si se supera ese límite de 1,5ºC los impactos serán incontrolables. "He visto muchos informes, pero ninguno como este", ha asegurado Guterres.
España no es ajena a periodos de sequía. Los expertos consideran que son casi inevitables. Uno de los grandes retos de nuestro país es gestionar bien las reservas de agua disponibles en periodos de poca lluvia.
La sequía en la cuenca del Guadalquivir es especialmente preocupante. Allí los pantanos están a poco más del 28% de su capacidad, un porcentaje muy por debajo de la media de los diez últimos años, que se sitúa por encima del 60%.
Las inundaciones causadas por la borrasca Barra en el norte de España se suman a los cada vez más frecuentes desastres naturales que trae consigo el cambio climático. En la Mesa del Mundo, hablamos con nuestros corresponsales en Washington (Fran Sevilla), Ciudad de México (Íñigo Herráiz), Berlín (Gabriel Herrero) y Roma (Jordi Barcia) sobre los desastres naturales que recientemente han afectado a sus respectivos países. De los tornados en Kentucky, que han dejado casi 100 muertos, a los huracanes que han azotado países centroamericanos como Honduras y Guatemala. En Alemania, el pasado mes de julio las inundaciones dejaron 133 víctimas mortales y, en Italia, el foco se sitúa en dos volcanes: el Vesubio y el Etna.
Dicen algunos expertos en construcción de instrumentos musicales de madera que confían en la naturaleza, que es adaptativa. Pablo Rosales, muestra cómo las variaciones climáticas del pasado han quedado reflejadas pero no han afectado a la calidad de la madera. Sin embargo advierte, el calentamiento global estimula la acción de insectos, enfermedades, incendios y afecta al ecosistema que conforma los bosques donde crecen los árboles que dan vida a sus violines, violes y violonchelos. Nacho Urdiain fabrica guitarras eléctricas y acústicas con maderas de primera calidad que debe elegir cuidadosamente. La sobreexploatción ha mermado las reservas y las mejores maderas son menos accesibles. Por otro lado, la globalización ha permitido acceder y probar una mayor variedad, y esto ha diversificado la oferta. El calentamiento global nos pone en guardia, pero también abre la puerta a situaciones inéditas. El marfil de elefante, por ejemplo, ha sido sustituido por marfil fósil de mamut siberiano, recuperado por la fusión del permafrost donde permanecía congelado. Un calentamiento que ha provocado entre otras cosas una crisis en una de las firmas míticas de guitarras y bajos eléctricos, Fender: la madera de fresno verde que la hacía característica, está desapareciendo, y con ella el alma de sus guitarras, que busca un cuerpo nuevo en el que vibrar.
Fenómenos naturales cada vez más extremos, frecuentes y extensos... DANAS, granizos, sequías, nevadas, y olas de frío y calor disparan los daños... Un coste creciente que impacta sobre las cuentas de las aseguradoras. "Sólo Filomena, al seguro privado a las compañías de seguros nos costó casi 500 millones de euros", aseguran fuentes del sector. Y en el campo ocurre lo mismo, ya que los siniestros por causas climáticas se han disparado en los últimos cinco años.
Con un día de retraso y negociaciones hasta última hora, la cumbre de Glasgow ha culminado con un acuerdo que reclama a los países "revisar y reforzar" sus objetivos de reducción de emisiones antes del final del año que viene para no superar un aumento de la temperatura media global de 1,5 ºC., el objetivo fijado en el Acuerdo de París.
Foto: Los delegados posan para una foto durante la COP26 en Glasgow (REUTERS/Yves Herman)
A la espera del acuerdo final, la Cumbre del Clima de Glasgow deja para algunos expertos un sabor agridulce. El nuevo borrador del acuerdo rebaja el tono en algunos aspectos clave respecto a la primera versión que salió a la luz el miércoles. En la segunda versión, publicada a primera hora de este viernes, se mantiene la referencia a los combustibles fósiles, que por primera vez aparecerían en un documento final de una COP. Sin embargo, en lugar de pedir a los países "acelerar el fin del carbón y de los subsidios a los combustibles fósiles", tan solo reclama el fin de las plantas de carbón que no tengan mecanismos de captura de dióxido de carbono y de los "subsidios ineficientes" a los combustibles fósiles.
La otra novedad del borrador del miércoles consistía en que los países tuvieran que presentar planes de reducción de emisiones más ambiciosos en 2022. Ahora, se mantiene esta petición, aunque cambia el lenguaje utilizado. Mientras que en el anterior se "urge" a las partes a hacerlo, en el actual se "pide".
Las ciudades emiten el 8% de los gases de efecto invernadero, teniendo solo en cuenta calefacciones, aires acondicionados, electricidad…Un 68 % de la población española vive en zonas urbanas de más de 50.000 habitantes. Las áreas urbanas experimentan temperaturas varios grados más cálidas que las zonas circundantes, sobre todo, por la noche. Hay varios factores dentro de la ciudad que hacen subir la temperatura, entre los que se incluye la geometría. La actividad humana también calienta directamente la atmósfera 1ºC y se libera calor por los sistemas de calefacción o refrigeración domésticos e industriales, los motores en funcionamiento y otras fuentes.
El Gobierno español planteó hace meses seguir los pasos de Francia y prohibir las rutas en avión que tengan una alternativa en tren de menos de dos horas y media, para reducir las emisiones de dióxido de carbono. Esto afectaría a las conexiones de Madrid con Valencia, Alicante y Sevilla. Una medida que de momento está congelada y que según cálculos de las aerolíneas apenas reduciría su huella de carbono un 0,9%.