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La temperatura del mar Mediterráneo, -que ha subido 4 grados- se sitúa cerca de los 30 grados. Una anomalía que preocupa muchos a los expertos porque la función reguladora que hace es vital para evitar noches tropicales y lluvias torrenciales. Las consecuencias, en muchos casos, afecta también a los ecosistemas marino.

Ante el hallazgo, por primera vez, de microplásticos en el interior de los bronquios humanos, en Por tres razones hablamos de la investigación realizada en el Hospital General Universitario de Elche que, en colaboración con la Universidad Politécnica de Cartagena y la Autónoma de Madrid, ha demostrado que "todos estamos expuestos a la inhalación de microplásticos". Carlos Baeza, miembro del Servicio de Neumología del hospital de Elche, es el investigador principal del estudio y su interés nace de formar parte del área EROM, de Enfermedades Respiratorias de Origen Ocupacional y Medioambiental de la SEPAR, la Sociedad Española de neumología y cirugía torácica. Afirma que entre expertos, sorprende tan poca información sobre algo tan perjudicial para el ser humano, ya que a mayor concentración mayor obstrucción, y que éstos pueden permanecer durante años indestructibles, estando la mayoría presentes en prendas de vestir.
 

La factura del cambio climático en la agricultura asciende a 550 millones de euros. Es lo que pierde el campo español cada año. Los viñedos son uno de los cultivos más afectados. En Castilla-La Mancha está en peligro la mitad de la superficie dedicada a la uva.

Foto: Getty Images

El verano de 2021 fue el más cálido en Europa desde que hay registros. Así lo indica el informe anual del Servicio de Cambio Climático de Copérnicus, que utiliza un sistema espacial de vigilancia climática. Concretamente, en Sicilia se batió el récord de temprartura del continente, cuando se alcanzaron 48,8ºC. En España, la temperatura llegó por primera vez a los 47ºC. Destacaron los episodios de sequía, que propiciaron los grandes incendios en el área mediterránea y que contrastan con el récord de lluvias torrenciales en julio en el noroeste y el centro de Europa. Otro dato preocupante es la concentración de gases de efecto invernadero, que no ha dejado de crecer durante la última década.

Informa Begoña Sanz.