En solo tres meses, el conflicto entre Israel y Hamás en la Franja de Gaza se ha convertido en una de las guerras más mortíferas del siglo XXI.
En el lado israelí han muerto alrededor de 1.400 personas y un centenar de rehenes siguen secuestrados en el enclave palestino. En Gaza el número de muertes es mucho mayor: se estima que 30.000 palestinos han perdido la vida, el 70% mujeres y niños.
Además, los ataques israelíes y las advertencias de las FDI (Fuerzas de Defensa de Israel) para que los civiles huyeran al sur ha convertido a dos millones de gazatíes en desplazados internos en el sur del enclave donde están expuestos a la hambruna y las enfermedades.
El nivel de muertos, heridos, desplazamientos, destrucción y asedio en Gaza junto con las declaraciones de varios funcionarios israelíes preocupa especialmente a organizaciones internacionales, expertos y algunos gobiernos que acusan a Israel de estar cometiendo una limpieza étnica contra el pueblo palestino e incluso de ser responsable de "genocidio".