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El juego de dimedigo es lo nuevo de la escritora Susana Isern. Se enmarca en su también reciente proyecto editorial Tierra de Mu. Se trata de un manual, concebido como herramienta de comunicación entre padres e hijos, adultos y niños que entre otras cosas se apoya en la literatura. El juego de dimedigo está concebido para que los mayores le echemos un ojo antes de leerlo en compañía de los pequeños. No se tiene que leer de principio a fin, ni hacerlo de una sola vez. Permite el juego y hasta lo ofrece con un tablero especial. Todo un apoyo sin duda.

Divertida, dulce y con mensaje, así esLa gran aventura de los Lunnis y el libro mágico, la primera aventura cinematografíca de los Lunnis, con un final repleto de sorpresas y fantasía que nos han contado su director, Juan Pablo Buscarini, y el mismísimo Mago Merlín, o lo que es lo mismo, Pablo Carbonell.

En Totalán, Málaga, los técnicos siguen trabajando para agilizar la contrucción de los túneles para acceder donde podría estar Julen, el niño de dos años que el domingo se cayó a un pozo. La Guardia Civil confirma que ha encontrado un pelo del menor. Su familia no pierde la esperanza.

El año pasado finalizaba con una muy buena noticia en la medicina pública: el Hospital Infantil Niño Jesús de Madrid había alcanzado los 1.000 trasplantes de médula ósea. La Unidad de Trasplante de Progenitores Hematopoyéticos de este hospital es pionera en la realización de los trasplantes con manipulación celular, y es todo un referente nacional en el área de pediatría.

El 70% de los chavales entre 10 y 15 años tiene móvil. La fundación ANAR propone un contrato entre padres e hijos con las normas de utilización del teléfono móvil, para que los chavales aprendan a usarlo con responsabilidad y se minimicen los riesgos de las nuevas tecnologías.

Llevan a nuestras hijas e hijos al colegio, les dan de comer, les recogen de la escuela y les llevan a extraescolares, incluso los acogen mientras vamos de compra o salimos a cenar. Son las abuelas y abuelos, que siguen cuidando de nosotros y disfrutando además de sus nietos. De verdad se merecen un homenaje; pero que pasen muchas horas con nuestros hijos nos plantean dudas. ¿Les crían o les malcrían? ¿Tienen suficiente energía o estamos abusando de ellos?