El Ministerio de Asuntos Exteriores calcula que hay alrededor de 200 españoles atrapados en distintos países africanos por viajes de negocios o turismo después de que Europa se haya blindado contra la nueva variante del coronavirus, conocida comoómicron. En Pretoria (Sudáfrica) esta Claudia, que se ha contagiado hace unos días, pero, ya recuperada, nos cuenta la angustia de algunos de sus compañeros. De momento, se siguen proporcionando vuelos de regreso a ciudadanos españoles en aviones comerciales.
La estrategia de vacunación no prevé todavía terceras dosis para menores de 60 años que no sean personal sanitario o sociosanitario o aquellos que tengan enfermedades crónicas, pero la realidad es que nos encontramos con muchas excepciones. Por ejemplo, en España si uno ha pasado la enfermedad, solo se le administra una dosis. Pero si viaja a ciertos países, necesita dos pinchazos. ¿Se considera esto una tercera dosis? ¿Y realmente hace falta?
Víctor Jiménez, catedrático de Microbiología ha asegurado en La Hora De la 1 que "es muy pronto para sacar conclusiones sobre la nueva variante del virus, ómicron", pero ha asegurado que "transmitirse se transmite".
Además, el experto ha explicado que: "La secuencia es ese libro de instrucciones que incluye mutaciones y esto ha sorprendido al mundo científico. No sabemos si va a ser tan trasnmisible que desbanque a la Delta. Las vacunas son efectivas. No hay que dejar que el virus marque los tiempos".
Por otro lado, la OMS dice que "la nueva variante supone un riesgo global muy alto".
Quique Bassat, director del programa de Malaria ISGlobal, ha criticado en declaraciones en el canal 24 horas que se haya penalizado a Sudáfrica después de anunciar la irrupción de la variante ómicron del coronavirus, que la OMS ha calificado de "variante de preocupación", y que ha sembrado la alerta mundial, de modo que muchos países han cerrado sus fronteras a la llegada de viajeros de Sudáfrica y otros países del sur del continente africano.
Bassat ha lamentado la situación en Sudáfrica, un país que ha actuado de forma "muy proactiva y transparente, que en cuestión de días ha sido capaz de detectar esta variante y anunciarlo a todo el mundo" y que tras pedir ayuda, "se ha encontrado con que le hemos cerrado las puertas".
Para el experto, la alarma sembrada por esta variante puede ser un incentivo para la vacunación en todo el mundo y para un reparto más equitativo de las vacunas, teniendo en cuenta que en el mundo se han distribuido unos 8.000 millones de vacunas, más de una vacuna por habitante del planeta, y "solo un 3 % ha llegado África". "Tengamos o no una nueva variante, lo que sabemos es que lo único que nos va a salvar la vida es estar vacunados y estar protegidos contra la infección".
Y por eso también ha lanzado un mensaje de "tranquilidad" a los padres sobre la seguridad de vacunar a los niños de 5 a 11 años contra la COVID-19 cuando esté disponible, por la evidencia científica y la experiencia de otros países que ya lo están haciendo "sin apenas ningún reporte de efectos secundarios importantes".
Foto: Maniquíes con mascarilla en Soweto, en Sudáfrica, después de que Reino Unido prohibiera los vuelos desde Sudáfrica tras detectar la variante ómicron en una imagen del 26 de noviembre de 2021 (REUTERS/Siphiwe Sibeko).
Rafael Vilasanjuan, miembro de la Junta de Gavi, la Alianza para la vacunación, y director de Análisis y Desarrollo de ISGlobal, ha insistido en que es fundamental que las vacunas lleguen a todos los países del mundo para poder frenar la pandemia. “Mientras no haya vacunas para todos, la pandemia continuará. Esto no se puede parar en un solo país. Tenemos un problema de desigualdad enorme; estamos empezando ya a considerar una tercera dosis generalizada para todo el mundo, pero no hemos llevado a vacunas a los países de renta baja y renta media baja ni para el 20% de su población, que sería el primer umbral que tendríamos que cubrir”, ha asegurado.
Según Vilasanjuan, hay tres problemas que impiden que las vacunas lleguen a los países más pobres. En primer lugar, la gran demanda que existe en Occidente que provoca que las farmacéuticas no quieran vender, todavía, a países de rentas más bajas. El segundo problema fue la grave situación que vivió La India, donde se producen muchas vacunas, y cuyo cierre de fronteras retrasó la distribución de más de 400 millones de dosis en África. Y el tercer problema es la escasa capacidad logística de algunos de estos países como la República Democrática del Congo o Burundi. “Estamos trabajando todo lo posible para para acelerar, pero a día de hoy, de los 2.000 millones de vacunas de dosis que pensábamos cerrar el año, a estos países sólo se han enviado 550”, ha explicado.
Ignacio López-Goñi, microbiólogo de la Universidad de Navarra y autor de ‘Preparados para la próxima pandemia’ dice que el temor que se ha desatado desde el viernes a la variante Ómicron no está justificado: “No sabemos prácticamente nada de esta variante. No sabemos si es más transmisible, si es más grave, si las vacunas se escapan. Solo sabemos que acumula una constelación de mutaciones en la proteína del virus que es la llave por la que entra en las células, que eso si es importante”. Considera que cerrar fronteras no tiene ningún sentido porque la conocemos ahora, pero la variante lleva más tiempo entre nosotros: “La globalización del planeta hace que esté entre nosotros desde hace tiempo. Todos los países se han puesto a buscar esta variante y aparecerá en más sitios”. López Goñi defiende que, de momento, la variante que más debe preocuparnos es la Delta, predominante en España, y que para hacerle frente hay que vacunar, usar mascarilla y, en la medida de lo posible, mantener la distancia social.
Avance de la vacunación esta semana con dosis de refuerzo que se ampliarán a los mayores de 60 años y sanitarios.
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La nueva variante ómicron del coronavirus recuerda la necesidad de actuar de forma global contra el virus. Mientras en algunos países se está inoculando la tercera dosis hay en otros como Sudáfrica donde solo está vacunada el 24% de la población. Sudáfrica es uno de los países con más personas vacunadas de todo el continente africano que tiene, en su totalidad, solo a un 7% de ciudadanos inmunizados. Desde el sector farmacéutico aseguran que hay "vacunas para todos" y desde Médicos Sin Fronteras lo achacan a "un acaparamiento".
La variante ómicron sigue expandiéndose en el mundo. Hay más de una decena de países con casos confirmados en cuatro continentes. La mayoría de casos están en Europa. Países Bajos confirma 13 positivos de la nueva variante. Mientras, Sudáfrica lamenta el pánico desatado
FOTO: Varias personas presentan sus pruebas anti-COVID en el aeropuerto de Fiumicino, en Roma (Italia). EFE/EPA/TELENEWS
Mientras una parte del mundo está inyectando terceras dosis, sólo el 7% de la población en África, en todo el continente, está vacunada. Sudáfrica es uno de los que tiene más población vacunada y no llega al 24%. Botsuana roza el 20% y Mozambique, por ejemplo, solo tiene un 10 por ciento. Pero hay países donde apenas hay vacunados. Nigeria y Etiopia apenas superan el 1 por ciento de la población con pauta completa. Foto: REUTERS/ Sumaya Hisham
El pasaporte COVID que se requiere para los viajes y el aumento de los controles en lugares públicos anima a muchos a vacunarse. Los centros de vacunación se han vuelto a llenar en los últimos días.
FOTO: Cientos de personas aguarda para vacunarse a las puertas de la Plaza de Toros de Valencia. EFE/ Juan Carlos Cárdenas
La nueva variante sudafricana de COVID-19, denominada Ómicron, ha hecho saltar de nuevo las alertas sanitarias y las económicas. Hay que esperar para confirmar si, como se sospecha, tiene un poder de infección más alto que las anteriores variantes y hasta qué punto puede esquivar la inmunidad natural de los seres humanos y sobre todo, la que proporcionan las vacunas.
Los gobiernos de todo el mundo han tomado la medida de restringir la entrada para los viajeros procedentes de siete países del sur de África, que incluyen suspensiones de vuelos y exigencia de pruebas negativas y cuarentenas para los ciudadanos con derecho a entrar, mientras vigilan los posibles nuevos casos. Alemania y la República Checa estudian dos que, de confirmarse, se sumaría a la detectado ayer en Bélgica una mujer no vacunada que llegó desde Egipto. Además, Holanda analiza a 61 personas llegadas ayer en los vuelos procedentes de Sudáfrica, puestas en cuarentena tras dar positivo por COVID-19 en Alemania. En la República Checa se estudia el positivo de una mujer vacunada que estuvo en Namibia y que viajó a Sudáfrica y Dubái. Sospechas que indican que la variante Ómicron, detectada también en Hong Kong e Israel, puede haber llegado a Europa antes de que entren en vigor las restricciones. Estas no incluyen a Egipto, desde donde viajó a Bélgica con escala en Turquía. Estados Unidos, Canadá, Australia, Japón, Brasil y varios países del Golfo y de Asia se han unido a las restricciones.
El Gobierno sudafricano ha respondido con una queja. Les penalizan, dicen, por su vigilancia para detectar una nueva variante que podría ser más contagiosa y capaz de burlar los anticuerpos naturales y los provocados por las vacunas, aunque algunos virólogos piensan que podrían adaptarse rápidamente.
También la OMS alerta del peligro económico de cerrar las comunicaciones para los países del sur del continente africano
