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El Endeavour permanece acoplado a la Estacion Espacial internacional (ISS) en el que está siendo su último vuelo espacial. La nave ha llevado en su bodega el Espectrómetro Magnético Alpha (AMS), un instrumento que se quedará instalado en el complejo orbital. El AMS ha sido desarrollado por 16 países, entre ellos España, que ha aportado 11 millones y medio de euros, en torno al 4% de su coste total. Su principal objetivo será determinar si en el cosmos hay restos de la antimateria primaria que, de acuerdo con la teoría del Big Bang, debió existir en el Universo primigenio.

Un equipo internacional de astrónomos ha descubierto esta nueva clase de planetas del tamaño de Júpiter que flotan en la oscuridad del espacio, lejos de la luz de una estrella y que hasta ahora habían pasado desapercibidos. Los expertos creen que estos cuerpos "viven en soledad" tras ser "expulsados del desarrollo de sistemas planetarios". Los planetas se detectaron gracias a la técnica de microlente gravitatorio que escanea la luz en la Vía Láctea en busca de eventos gravitacionales. Consiste en curvar la luz de los planetas más lejanos y aumentarla por la gravedad de las estrellas. VÍDEO: NASA/JPL

Tras varios aplazamientos el transbordador Endeavour ha despegado con éxito rumbo a su última misión. El lanzamiento se ha producido desde el Centro Espacial Kennedy a las 14:56 hora peninsular.

El trasbordador espacial "Endeavour" tiene previsto partir mañana, lunes, rumbo a la Estación Espacial Internacional (ISS), a donde llevará al astronauta de la Agencia Espacial Europea (ESA) Roberto Vittori y el Espectrómetro Magnético Alfa.

Los ingenieros del Centro Espacial Kennedy, en Cabo Cañaveral (Florida, Estados Unidos), han trabajado durante los últimos días para resolver el problema en el circuito de uno de los calentadores del sistema hidráulico que obligó a cancelar el intento de lanzamiento del pasado 29 de abril.

Es el cuerpo más activo volcánicamente del sistema solar, pero un nuevo análisis fortalece la teoría de que además Io, la luna de Júpiter, tiene un océano de magma en su interior.

Así los señalan los datos recogidos por la sonda de la nasa Galileo y publicados en la revista Science. La teoría de que su interior estaba derretido ha sido objeto de debate durante mucho tiempo, pero los datos recolectados por la sonda proporcionan evidencias de que el satélite está 'relleno' de magma.

Más allá de la órbita de Neptuno se mueve el diminuto y extraño planeta Haumea. Tiene forma de balón de rugby achatado, de unos 2.000 km de largo y tiene una de las velocidades de rotación más rápidas del sistema solar: da una vuelta completa en menos de cuatro horas. El hielo cristalino que cubre este planeta y sus dos satélites (Hi¿iaka y Namaka) les hace brillar en la oscuridad del espacio. VÍDEO: José Antonio Peñas/SINC