El sur de Alemania se encuentra en sequía extrema, el segundo nivel de alerta más importante. A pesar de que el sur del país se lleva la peor parte, también en zonas del norte del país como Berlín, los parques y jardines se han teñido de amarillo.
Algunos ríos del país como el Elba o el Rin han visto como sus caudales descendían notablemente. En el caso del Rin, el caudal ha llegado a descender 36 centímetros de profundidad en una sola jornada.
El sur de Reino Unido sufre una sequía sin precedentes. De hecho, según la Oficina Meteorológica del Reino Unido, el pasado mes de julio fue el más seco desde que hay registros, concretamente desde 1935.
El país ha vivido una ola de calor que elevó los termómetros por encima de los 40 grados y el sur británico lleva 144 días sin ver llover. Estos hechos han dejado imágenes tan impactantes como el icónico parque de Hyde Park, en Londres, teñido de amarillo.
En agosto del año pasado, el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático realizó un aviso contundente. Avisaba de que "los daños causados al planeta son irreversibles y la humanidad es la responsable". En este año, los fenómenos extremos en torno a la climatología se han acentuado. En Las mañanas de RNE hablamos con Fernando Valladares, biólogo del Museo Nacional de Ciencias Naturales-CSIC y profesor de la Universidad Rey Juan Carlos. Afirma que "hemos hecho avances" pero no los suficientes porque "no hemos hecho los deberes", y se ha mostrado sorprendido por lo que entiende que son "pasos atrás" de la Unión Europea en materia climática. "Podría entender pequeños traspiés, pero que la UE, delante de todos, siendo el espejo en el que se miran la mayoría de los países desarrollados o que se quieren desarrollar, recalifique la energía nuclear y el gas como energías verdes o relaje las políticas de emisiones para poder emitir más, vuelva a revisar el carbón... Esto son marchas atrás, no "ir despacio"", critica Valladares.
"Todo se deriva de la crisis ambiental", afirma el biólogo, que recuerda que el Foro Económico Mundial señaló que la economía no está yendo bien precisamente por este fenómeno. La pérdida de diversidad y la contaminación provoca tensiones y son el origen del problema al que hay que apuntar, dice, porque "no solo no se va a resolver". Pide mirar a la realidad en su conjunto, como en el caso de la sequía y la falta de agua en los embalses, de la que acusa de provocar a las grandes eléctricas y los vaciados de agua que llevaron a cabo este mismo año, o al aumento del regadío. "Cómo vas a tener agua en los pantanos, si no paras de malgastarla", pregunta Valladares. También critica la inacción de las administraciones para la prevención de incendios y las "declaraciones desafortunadas" de algunas comunidades. Además, esto también provoca muertes a pesar de que no sean percibidas como tal, por lo que, resalta, la lucha contra el cambio climático es urgente.
En algunas zonas, el agua de los acuíferos es imprescindible para el consumo y en otras solo se hace uso de ese agua en situación de sequía. A día de hoy, se extrae un 25%, principalmente para la agricultura, el sector que más recursos hídricos consume en nuestro país. Pero un 40% de los que hay en España están en mal estado y la Unión Europea exige que antes de 2027, los acuíferos estén completamente recuperados. Los expertos coinciden en que es clave acabar con la sobreexplotación y la contaminación, muchas veces debido precisamente al sector agrícola. Reclaman además un cambio en el modelo de gestión de los mismos para garantizar su equilibrio. Para ello piden definir los flujos ecológicos: la cantidad máxima de agua que se puede extraer de ellos, y la capacidad mínima que tienen que tener. Informa Rosa Basteiro.
Las reservas de agua están en su nivel más bajo desde 1995, por debajo del 40%. Y lo peor y más preocupante, es que no hay visos de mejora: va a seguir haciendo mucho calor y no se esperan lluvias importantes a corto y medio plazo. Los cortes y restricciones de agua están cada vez más extendidos, incluso en comunidades poco acostumbradas a la falta de agua como Navarra, el País Vasco o Galicia. En Las mañanas de RNE nos acercamos a la realidad de dos de esos municipios. Ignacio González es concejal de Ribadavia, en Ourense. Allí han decidido restringir el agua de forma muy drástica: No hay suministro desde aproximadamente las 23.00h hasta las 7.00h. Los vecinos, nos cuenta el concejal, no lo están llevando bien; tampoco los turistas, que se multiplican en esta época del año, por lo que el consumo de agua es más elevado. "Es una situación muy complicada", afirma y explica que las soluciones las van "adoptando en función de lo que podemos hacer en cada momento", dependiendo del agua del que dispongan.
En Huelva, al menos una decena de pueblos sufren cortes de agua durante la noche. Entre ellos, Cala. Su alcaldesa, Maite Rodríguez Delgado, nos cuenta que es el tercer verano que sufren estos cortes, pero que este año es el peor. Llevan desde julio con cortes de 9 horas diarias, de lunes a jueves, de 16.00h a 19.00h y de 00.00h a 7.00h. Aunque hay otros 13 municipios en la sierra de Huelva que también están sufriendo esta situación, algunos con cortes de hasta 11 horas. Estos palian la situación con aportaciones de agua con camiones. Afirma que no les ha quedado más remedio que resignarse y adaptarse a estas restricciones y señala que "la solución sería la realización de infraestructura suficiente" para poder gestionar todo el agua que hay en la zona.
Para combatir épocas de sequía como las que vive actualmente España, una de las alternativas son las desaladoras. La de Torrevieja, en Alicante, es la que más produce de las 765 plantas que hay en el país. Sus operarios explican a TVE cómo funcionan y cuál es su impacto en el medio ambiente.
La sequía se repite en embalses de toda España, que siguen perdiendo agua. Muchos están ya en una situación crítica. De hecho, las reservas ya han bajado del 40 %, están ahora mismo en el 39,2% de su capacidad, un punto menos que hace una semana. Pero con perspectiva, el dato es más alarmante: estamos ocho puntos por debajo de hace un año, 13 menos que la media de hace cinco años, y casi 20 puntos por debajo del agua que había hace diez años.
Ante la situación de sequía que vive España, las desaladoras cobran más protagonismo. Entramos en la más grande de Europa, la de Torrevieja, que funciona a pleno rendimiento. Cada día produce 240.000 metros cúbicos de agua.
Los embalses en Andalucía cada vez están más vacíos. Apenas se llenan al 29% de su capacidad. En provincias como la de Córdoba la situación es crítica. En la provincia de Málaga, el pantano de la Viñuela está a punto de declararse como "embalse muerto".
El último trimestre ha sido el más seco desde que hay datos. Los embalses, con algo menos del 42% de su capacidad, también registran los peores niveles desde 1995. Ante esto, en varias zonas de España ya se están implantando restricciones en el uso del agua.Juan José Durán es investigador científico del Instituto Geológico y Minero de España, investigador del CSIC y vicepresidente del Colegio Oficial de Geólogos. Para Durán, la situación es precupante, aunque también conocida: "En España nos hemos encontrado en situaciones parecidas muchas veces en las últimas décadas. Lo que sí es cierto es que posiblemnete vayan a incrementarse, tanto en la gravedad como en la frecuencia".
Cree que la población no es consciente de que "el agua es un recurso finito". Matiza, sin embargo, que no solamente debemos fijarnos en los datos del agua embalsada, ya que en España los acuíferos subterréneos son muy importantes: "Seguramente será ese volumen el que nos saque de este tipo de apuros". Pone el foco en la diversificación de las fuentes de abastecimiento: "Hay muchos municipios que dependen exclusivamente de aguas superficiales o subterráneas. Hay que hacer una gestión más diversificada porque eso fortalece y da garantías". A esto, añade la necesidad de incrementar la investigación y de disponer de un plan de acción con el que actuar de manera anticipada.
Los mares también sufren el calor anómalo durante este verano. Así lo cuentan expertos en cambio climático. El pasado mes de julio, el mar Mediterráneo alcanzó los 30 grados centígrados, una cifra récord. La salinidad, más alta de lo habitual, hace que se sienta una sensación de bochorno más intensa. Y todo ello mientras se van notando los efectos de la sequía.
La situación de sequía también ha provocado que en provincias como la de Granada cuatro de sus once embalses se encuentren por debajo del 10% de su capacidad, según la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir. Sin embargo, el abastecimiento de agua a la capital estaría, por el momento, garantizado.
La falta de lluvias y el calor intenso de estas últimas semanas está haciendo que el consumo se dispare. Por eso se hace un llamamiento a la prudencia. Son varios los municipios en Andalucía, que sufren ya restricciones. Esos cortes de agua en el suministro son necesarios para racionalizar los pozos de los que se nutren, que están prácticamente vacíos.
Este trimestre del año 2022 está siendo el más seco desde que comenzaron los registros, hace 57 años, según AEMET. En Ciudad Real lleva 49 días seguidos sin llover y en Castilla y León ya se suministra agua en camiones cisternas en algunas de sus provincias. En Soria han hecho un llamamiento a los vecinos a la responsabilidad y en Salamanca han empezado cortes nocturnos en el suministro en algunas localidades. También ocurre en el norte, donde Galicia vive el año hidrológico más seco de la serie histórica desde 1980. En Extremadura, el pantano de Tentudía (Badajoz) está al 17% de su nivel y en Cáceres no está permitido la limpieza de fachadas ni el llenado de piscinas. El calor, la sequía y el aumento de la población han hecho que sean necesarias estas restricciones.
Las continuas olas de calor y la falta de lluvias han agravan la situación de los pantanos. El agua embalsada sigue reduciéndose cada semana y ya estamos en el nivel más bajo de las últimas tres décadas. La del Guadalquivir es la cuenca más afectada. En todo el país, las reservas están al 40%, ocho puntos menos que hace un año y hasta veinte puntos por debajo de la media de la década.