El castellano en las aulas

Además de la polémica asignatura, otro asunto muy debatido durante la tramitación de la LOE fueron las llamadas enseñanzas mínimas, es decir, aquellos contenidos que el Estado establece como obligatorios. Finalmente, se ha mantenido la situación que marcaba la LOGSE, esto es, que el Estado establecerá como mínimo el 55% del currículo en las comunidades con lengua cooficial y el 65% en el resto. Pero la polémica, lejos de apagarse continúa alimentada por las denuncias de padres que quieren escolarizar a sus hijos en castellano en comunidades con otras lenguas cooficiales, sobre todo en Cataluña. Así, en esta campaña, la convivencia del castellano y las demás lenguas vuelve a ser motivo de disputa, ya que mientras los partidos nacionalistas demandan mayor autonomía, el PP exige que todos los alumnos tengan la posibilidad de recibir educación en castellano, independientemente de la comunidad autónoma en la que vivan.

El Informe PISA

La polémica se ha visto alimentada al recoger la LOE la posibilidad de pasar de curso hasta con tres asignaturas suspensas, eso a pesar de que las últimas cifras de fracaso escolar apuntan a que el 29% de los alumnos abandona la ESO sin obtener el título. En este contexto, en nada ayudó al Gobierno la publicación en diciembre pasado del Informe PISA que se elabora entre los países miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE). Este informe evalúa con una muestra de alumnos de 15 años el nivel en comprensión lectora, matemáticas y ciencias. En las tres, España está por debajo de la media de los países de la OCDE, retrocediendo respecto a informes anteriores en el caso de la lectura.

El Espacio Europeo de Educación Superior

Otro de los grandes retos que tiene la educación en España es la convergencia con Europa, para lo cual nuestro país tiene que entrar en el llamado Espacio Europeo de Educación Superior (EEES), que comenzó su andadura allá por 1999 con la Declaración de Bolonia. La universidad española tendrá que estar adaptada al EEES en 2010 y para ello se han tenido que hacer cambios como la sustitución de las diplomaturas y licenciaturas por nuevos títulos de grado, máster y doctorado. Pero este proceso de cambio no está exento de muchas críticas, como las de los estudiantes de Historia del Arte, que después de numerosas protestas han conseguido que su carrera se mantenga como tal.